Comentario Hume:
UBICACION
D. Hume pertenece al periodo de la filosofía moderna, concretamente a la corriente empirista que defiende que el origen y el límite del conocimiento está en la experiencia. D. Hume pretendió conseguir para la ciencia humana lo que Newton para las ciencias naturales. Por otra parte, defendió la teoría del emotivismo moral frente a las teorías que cifraban en la razón el fundamento de la moralidad.
TEMA:
Para elaborar un juicio moral sobre alguien debemos apartarnos de instancias internas y apostar por un principio universal propio de la constitución humana, con el que todos estemos de acuerdo.
IDEAS: 1
Cuando alguien califica a otro de rival, antagonista o adversario lo que está haciendo es expresar sentimientos provenientes de sus circunstancias particulares..
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Cuando decimos de alguien que es vicioso, odioso o depravado establecemos estos calificativos desde sentimientos con los que todos estaríamos de acuerdo.
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En cuanto a los juicios morales el hombre debe apartarse del punto de vista privado y particular y mover algún principio universal de la constitución humana con el que todos estén de acuerdo.
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Si realizamos una valoración moral tomando como referencia lo que es pernicioso para la sociedad, entonces habremos adoptado ese punto de vista común así como el principio de humanidad en el que todos los hombres concurren.
RELACIÓN DE IDEAS:
En el texto se defiende la tesis de que un juicio moral no debe encontrar su fundamento en instancias particulares o individuales, sino en un principio común a toda la humanidad. Para argumentarlo Hume establecerá lo que sigue:Que cuando calificamos a alguien de rival, antagonista o enemigo lo estamos haciendo desde un punto de vista egoísta.Esta primera premisa conducirá a Hume a afirmar que por ese mismo motivo, cuando decimos de un hombre que es vicioso, odioso o depravado, estamos dejando de lado la instancia privada para expresar con ello sentimientos con los que todo el mundo estaría de acuerdo.Por todo ello concluye el texto diciendo que si nuestras calificaciones morales provienen de observar en alguien una conducta perniciosa para la sociedad (criterio de utilidad), entonces habremos tocado el principio de humanidad en el que todos podemos concurrir. .
EXPLICACIÓN:
En este texto D. Hume expone alguna de las ideas que constituyen la base de su emotivismo moral. Como podemos observar, en este fragmento se defiende que el fundamento de nuestros juicios morales descansa en la expresión de sentimientos que todos compartiríamos, destronando a la razón como guía y directora de las acciones morales. Lo que mueve a la acción, según Hume, serán las pasiones y éstas se convertirán en el criterio que nos permita diferenciar entre la virtud y el vicio.
Pero también en el texto el autor insta a que diferenciemos entre una valoración individual, fruto de la expresión de sentimientos vinculados con nuestras circunstancias personales, y un juicio moral universal que expresa sentimientos (que no razonamientos) que abandonan el punto de vista del egoísmo y apelan a un principio universal en el que todos coincidiríamos. La moral, por tanto, requiere de una actitud desinteresada, ajena a preferencias o intereses particulares y que se rija por un criterio de utilidad social tal y como se afirmará al final del texto.Todas estas ideas hacen que se pueda adscribir a Hume dentro de las teorías del moral sense, ya que piensa que ‘la razón no es más que sierva de las pasiones’. Lo único que mueve el obrar desde el punto de vista moral son las pasiones y ellas nos empujan a desear o rechazar un objeto en función del placer o del dolor que produce. Así, a la hora de distinguir lo que es virtuoso de lo que no lo es, la razón no tiene nada que decir ya que su tarea no es la de obligar, sino la de conocer. Es por ello por lo que los juicios morales no pueden provenir de la razón, sino de la pasión como un sentimiento moral.
Ahora bien, según se afirma en el texto, este sentimiento moral que determinadas acciones despiertan no es algo cambiante y relativo, sino una cualidad universal del alma. Se trata de un principio común en el que toda la humanidad, en principio, coincidiría.
Por último, y como se ha afirmado al principio de este apartado, D. Hume señala en el texto la importancia de un criterio de utilidad social a la hora de emitir juicios morales sobre la actuación de una persona. Lo que es pernicioso para la sociedad se considera moralmente incorrecto y, por tanto, vicioso. La cualidad que permite pasar al ser humano de un punto de vista individual a uno social, es decir, a compartir y comprender las inclinaciones y sentimientos de los otros, es la simpatía. Esta cualidad tiene su origen en la semejanza con la que la Naturaleza ha generado a los seres humanos, permitiéndonos superar el amor propio y preocuparnos por el bien o el sufrimiento de los demás. Por ello Hume estableció como causa de nuestros sentimientos de aprobación o desaprobación moral a la utilidad (interés común), adelantándose así a las teorías utilitaristas que apostaron por que el valor moral de una acción residiera en el hecho de conseguir la mayor felicidad para el mayor número.