NIETZSCHE

Es un autor vitalista, movimiento filosófico que defiende y reivindica la vida. La vida es lo primero y no admite nada sobre ella desde donde pueda ser juzgada. Es un valor por sí misma y si conlleva necesariamente el dolor, habrá que asumirlo, naciendo la noción de “fuerza”. La vida está simbolizada por dos dioses griegos: Dionisio, (voluntad, dios de las pasiones, de la música, de la danza, etc.) y Apolo (representación, dios de la razón, la claridad, etc.). Así, establece que el mundo es el resultado de estos dos impulsos simbolizados por los dioses Apolo y Dionisio, con una visión trágica del mundo con estos dos Dioses como polos fundamentales. La lucha entre estos dos impulsos es vista por Nietzsche como posición de la vida en primer término, y por tanto se acepta con alegría la permanente lucha de contrarios (optimismo trágico). 

Crítica a la cultura occidental (entendida como Dios). Critica todos los aspectos de ella: el lenguaje, la filosofía, la ontología, la metafísica, la teoría del conocimiento, la ética, la religión, la ciencia.
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Moral:

toda moral enajena la acción del individuo en virtud de un mandato divino, de la sociedad, de la conciencia, etc. Por ello la llama moral de esclavos, de los débiles. Es de esclavos porque no es capaz de darse libremente su propia forma de actuación, y además es de débiles los incapaces de asumir el carácter trágico de la vida a consecuencia de lo cual de un trasmundo en el que refugiarse. (2)

Metafísica

Toda concepción que divide el mundo en sensible (sentidos) y el suprasensible (ideas), colocando la verdad en el suprasensible, es consecuencia de una moral de esclavos; incapaz de asumir el sentido trágico del mundo, se necesita un supramundo en el que colocar la verdad, el bien, etc. (3)
Ontología, que considera el ser como lo fijo. Para Nietzsche el ser está basado en categorías opuestas, en el devenir constante. Por ello introduce dos categorías: la voluntad de poder (la forma de cómo opera lo vivo, ejerciendo poder – crear -) y el eterno retorno de lo mismo (máxima apropiación del ser y del devenir). Ambos conceptos son dinámicos, compatibles con una concepción del ser como devenir. (4)

Ciencia

Para Nietzsche el Arte intensifica la vida y expresa mejor lo diverso, la riqueza de la realidad y establece la metáfora como instrumento para conocer la realidad. Con esto niega la verdad en sí, ya que la verdad debe estar al servicio de la vida y una forma de conocer que niegue la intensificación de la vida ha de ser rechazada, ya que la verdad está sujeta a los diferentes puntos de vista, negando a su vez los puros hechos (no hay puros hechos, todo hecho es siempre fruto de la interpretación). Critica la matematización ya que con ella se dejan fuera aquellos valores no susceptibles de reducción de cantidades, como las pasiones, el amor creador, etc. El Estado, para Nietzsche es una máquina que todo lo nivela y que desprovee de vida a cuanto toca, negando, asimismo, el la noción científica del progreso, que para él es un mito moderno con el que el hombre pretende huir de sí mismo, subordinando su vida a un falso futuro.

Nihilismo (nihil=nada): la desvalorización por parte de la cultura occidental del mundo sensible conduce al nihilismo, que es la aniquilación de la voluntad, provocada por la metafísica (que desvaloriza el mundo) y por la moral (que condena toda acción interesada, frente a la que defiende un idealista mundo imaginario). La extinción del nihilismo se produce en la modernidad cuando Dios mismo y el mundo suprasensible pierden su valor. Esto lo simboliza Nietzsche con la expresión “Dios ha muerto”; con Dios se refiere a toda forma de realidad suprasensible (Dios cristiano, el mundo de las ideas, etc.) y con “ha muerto” considera a Dios como un valor que se ha desvanecido. Nietzsche encuentra dos aspectos distintos de nihilismo: (1)Aspecto negativo: sin orientación. (2)Aspecto positivo: el propio nihilismo (voluntad de negación) llevará a negar los valores que conducen al nihilismo, por lo que se despejará el camino para la instauración de nuevos valores. Esta instauración es asumida por Nietzsche en su obra “transvaloración de todos los valores”.

Vitalismo:

para defender la vida, en la cual los valores dominantes conducían al colapso o a la debilidad, Nietzsche organiza un nuevo sistema que no implica la desvalorización del mundo sensible ni de la voluntad de acción del hombre. Establece dos categorías fundamentales en su intento de organizar este nuevo sistema de valores:

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Voluntad de poder:

lo que está vivo quiere más, quiere lo que aún no es, quiere poder. Este poder no es ocupar un cargo social sin más, sino el impulso de crear formas que subyacen a la realidad, aspirando a ser “más”. Además la forma en que la voluntad de poder opera, intensifica la vida; sirviendo mejor la mentira, el engaño y la apariencia a la vida que la verdad (como en el arte).  (2)

Eterno retorno de lo mismo:

para Nietzsche hay que aceptar y querer la vida con todo lo que ésta conlleva (ya sea bueno o malo) hasta tal punto de querer que se repita y se prolongue indefinidamente. (3)

Superhombre:

es aquel capaz de asumir la idea del Eterno Retorno de lo Mismo, el que ha dejado atrás la miseria humana, el nihilismo, el resentimiento, la mezquindad y que vive la vida de modo absolutamente afirmativo, superando toda visión moral del mundo. Sería aquel que hace de cada instante un valor absoluto y que, por tanto, no subordina a la vida nada fuera de la vida misma.

Ortega y Gasset

Diferencia 2 filosofías en la historia: realismo (lo real son las cosas en sí mismas) e  idealismo (el conocimiento está mediado por el sujeto que conoce). Rechaza ambas posturas y expone que el fundamento absoluto de todo, la realidad radical es la del yo-con-las-cosas. A esta realidad radical en la que se manifiestan el yo y las cosas es a lo que Ortega llama vida.

El mundo en el que el hombre vive es el de las cualidades (colores, sonidos,…), pero la razón no es capaz de manejar cualidades y reduce a lo cualitativo a la geometría y al número. Por tanto, el racionalismo para encontrar la verdad renuncia a la vida, a la historia. Ortega condena la razón pura (la que no tiene en cuenta lo vital) y frente a este tipo de razón habla de la razón vital.

Ante esto, Ortega intenta una nueva actitud que representa mediante la expresión “yo soy yo y mi circunstancia”. Circunstancia es el mundo en el que vivo y me constituye, pero dicho mundo sólo es tal para mí. Esta relación es a lo que Ortega llama “mi vida”. Esta relación yo-mundo en la que consiste mi vida es la realidad radical.

Mi vida se caracteriza por:

• Es personal
• Se encuentra siempre con que tiene que hacer algo, en una determinada circunstancia
• Es libre: se tiene que elegir qué hacer o qué no hacer
• Es intransferible

La concepción de la realidad radical como “mi vida” lleva a una nueva concepción del ser y de la verdad. La esencia del ser humano no queda definida ni por ser cuerpo ni por ser alma. El hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia. La verdad deja de ser fundamentalmente “adecuación” (del pensamiento a la cosa o de la cosa al pensamiento) para ser desvelamiento. Ortega expone la realidad del conocimiento como dependiente de un punto de vista, ya que este punto de vista estará determinado por la época, por el sujeto, etc. Por tanto, la realidad no podrá ser vista siempre igual, sino que depende de la perspectiva.

RAZON VITAL. La ciencias humanas parece poco precisas frente a las ciencias naturales, y esto se debe a que la razón lógico-matemática es solo un tipo peculiar de razón, que forma parte de la razón a la que Ortega  llama razón vital. La razón es un instrumento de la vida misma y la razón vital, como tal, tiene un campo de conocimiento más amplio. A partir de ahí, Ortega intenta hacer explícitas las categorías de la razón vital, aquellas que estructuran la vida y que permiten explicarla:

• Encontrarse: la vida humana es, de entrada, un “estar ahí”.
• Ocuparse: el hombre es acción. Esta acción se da en una relación yo-mundo.
• Perspectiva: mi vida es relación particular con el mundo.
• Libertad y Proyecto: la libertad (decidir) da un carácter problemático a la vida, y puesto que el hombre es forzadamente libre, el mundo está abierto a múltiples posibilidades.
• Circunstancia: el hombre es una conciencia determinada por la circunstancias que el imponen una determinación
• Temporalidad: la vida es proyecto, futurización. Esta categoría hace de la vida radicalmente histórica.   

SOCIOLOGÍA

La vida humana es individual. La interdividualidad surge de la interacción de los individuos como tales. La vida social es impersonal; el hombre actúa de un modo mecánico (saludar, obedecer a ciertas normas, etc.). Esta actuación mecánica es lo que constituye un uso. Los usos forman la base inicial de la vida social. Los hechos sociales son usos. Pero los usos tienen una función determinante en el desarrollo de la vida individual: (1)Facilitan la convivencia: permiten prever la conducta ajena y facilitan la convivencia con los extraños. (2)Nos convierten en herederos del pasado y nos colocan a la altura de los tiempos. Por ellos puede haber historia y progreso. (3)El automatizar muchas conductas necesarias nos permite dedicar nuestra atención a lo personal. La libertad implica una elección forzosa entre las posibilidades. Solo podemos entender la vida humana si comprendemos la historia en la que está inmersa, pues está sujeta por su circunstancia histórica. En esta historia en la que el hombre está inmerso hay una cierta cristalización por periodos (generaciones). En las generaciones se diferencian dos tipos de humanos: masa (tiende a conservar lo actual y vivir el presente) y minoría (rompe los moldes y vive el futuro). Las masas son siempre conservadoras y pasivas, pero hay cierto grado de comunicación entre éstas y las minorías, que influyen en cierto grado en las masas. La relación de una generación con la anterior puede ser de homogeneidad (se mueven por los mismos intereses → época acumulativa) o te heterogeneidad (intereses divergentes → época revolucionaria).