1.a) Contexto histórico-cultural
Descartes es un autor del siglo XVII, un periodo de cambios en muchos planos. En esta época el mundo medieval ya ha entrado en crisis, pero aún no se ha consolidado el mundo moderno.
La preocupación de Descartes por la certeza es una respuesta a este ambiente de desorientación y búsqueda.
La reforma protestante y la contrarreforma católica había dividido a la iglesia. Este cisma supuso todo un cataclismo, pues mostró a los europeos lo difícil que era alcanzar la sabiduría humana.
La revolución científica golpeó tres ámbitos hasta entonces incuestionables:
-La nueva astronomía iniciada por Copérnico negaba que la Tierra fuera el centro del universo, y Kepler había descubierto que los movimientos celestes eran elípticos en vez de circulares.
-En el ámbito de la física, se discutía todo lo que defendía la iglesia milenaria de Aristóteles.
-En el ámbito de la metodología, se consideraban ineficaces los métodos escolásticos tan apreciados en las universidades y en los ámbitos académicos.
La economía de este siglo también sufre una crisis a causa de la sustitución del antiguo método de producción feudal por un pre-capitalismo manufacturero y financiero.
En el campo socio-político la nobleza se ve desplazada por la burguesía a la vez que el poder político se concreta en la figura del rey.
Culturalmente, esta es la época del Barroco (perla irregular), llamada así por ser una época cuyo estilo se caracteriza por el contraste y el exceso.
Este arte es también un arte con un tono pesimista que muestra la intensidad, el dolor y la caducidad de la vida, pero posiblemente sea el teatro la manifestación cultural más característica, ya que la situación hacía que los hombres viesen la vida como un teatro o juego de situación, donde es difícil separar la apariencia de la realidad, o, como sugiere Calderón, la vigilia del sueño, tópico el cuál utilizará Descartes para cuestionar la creencia en la realidad extra mental.
1.b) Contexto filosófico
Para comprender a nuestro autor, debemos considerar dos movimientos filosóficos: humanismo y escepticismo. Sin el antropocentrismo humanista, sería difícil entender la confianza de Descartes en la razón humana y el subjetivismo de su epistemología, subjetivismo que va a caracterizar la filosofía moderna.
Para los modernos, la verdad la dictan las facultades cognoscitivas del sujeto, ya sea la razón (según los racionalistas) o los sentidos (según el empirismo).
1.b) Contexto filosófico
Para comprender a nuestro autor, debemos considerar dos movimientos filosóficos: humanismo y escepticismo. Sin el antropocentrismo humanista, sería difícil entender la confianza de Descartes en la razón humana y el subjetivismo de su epistemología, subjetivismo que va a caracterizar la filosofía moderna.
Para los modernos, la verdad la dictan las facultades cognoscitivas del sujeto, ya sea la razón (según los racionalistas) o los sentidos (según el empirismo).
El escepticismo renacentista también inspira a Descartes en su método: el de la duda; un método con el que Descartes invalida al propio escepticismo al conseguir que la duda más extrema conduzca a la verdad más inaudible.
La preocupación cartesiana por el método era propia de los pensadores modernos.
Bacon propuso un método basado en la cautela y la inducción. Sostenía que la investigación debía iniciarse en la crítica de los ídolos del conocimiento, para a continuación proceder inductivamente generalizando a partir de la experiencia.
El método analítico-sintético de Galileo combinaba la deducción con el experimento.
El método de Descartes sería exclusivamente deductivo, puramente social.
Descartes es el padre de la filosofía moderna y del racionalismo, al que se opone el empirismo. El racionalismo se basa en una confianza plena en la razón. La razón debe de partir de ideas innatas, y a partir de ahí, proceder deductivamente. El racionalismo representa la traslación a la filosofía del método matemático.
El empirismo, por el contrario, entiende la mente como una tabla rasa, por lo que el origen del conocimiento está en las percepciones sensoriales, desde las cuáles se llega a conocimientos más generales por inducción. El empirismo traslada a la filosofía el método de las ciencias experimentales.
2.b) El texto: El discurso del Método
Se trata de un manifiesto a favor de la razón, y contra la autoridad y los prejuicios. En él, Descartes expone su teoría del conocimiento y los principios metafísicos de su sistema filosófico.
-LA SEGUNDA PARTE:
Esta parte, a la que pertenece el fragmento, se centra en temas epistemológicos. La clave del conocimiento está en usar bien la razón, lo que implica dar con un método universal. Para este fin sigue el ejemplo de las ciencias formales tratando de conservar lo mejor de sus métodos y evitar los defectos. De la lógica admira el orden de sus cadenas deductivas, en cuanto a las matemáticas (geométrica y álgebra), valora que partes de principios sencillos y evidentes, y que sirven de muy pocas reglas. Sin embargo, la geometría de los antiguos depende de las imágenes y resulta poco operativa, y el álgebra de los modernos tiene una notación muy compleja todavía. El método que propone Descartes se basa solo en cuatro reglas simples.
1º. Evidencia (admitir solo ideas claras y distintas), 2º Análisis (dividir las cuestiones complejas en más sencillas), 3º Síntesis ( partir de las verdades más sencillas para acceder a verdades más complejas), 4º Enumeración y revisión (revisar las operaciones del análisis y la síntesis para asegurarse de no haber cometido ningún error ni omisión).
Descartes confía en que la aplicación de ese método dará certeza y fecundidad al conocimiento y decide ponerlo a prueba en las matemáticas, donde descubre su eficacia al descubrir la geometría analítica, por lo que considera que también se puede aplicar a la filosofía con el objeto de hallar los cimientos del conocimiento.
La cuarta parte:
Esta parte, a la que pertenece el fragmento, aborda los fundamentos metafísicos de la filosofía cartesiana: La existencia y naturaleza del alma y de Dios. Realidades que descubre aplicando las reglas del método.
Así, para no afirmar nada que no sea evidente cuestiona todos sus conocimientos y creencias:
-Duda de la información de los sentidos, porque a veces nos engañan.
-Duda de las verdades matemáticas, porque la razón también se equivoca.
-Duda de la existencia de la realidad material o corporal, porque las visiones de nuestros sueños parecen reales.
Sin embargo, hay una verdad que supera estas dudas: cógito, ergo sum (pienso, luego existo), verdad la cuál será el principio de su sistema filosófico.
Es un principio verdadero porque resulta evidente, claro y distinto, de donde se sigue la claridad y distinción de las ideas, será el criterio para decidir si una idea es o no es verdadera. A partir de aquí pasa a demostrar (a priori) la existencia de Dios como ser perfecto y, apoyándose en la veracidad divina, deduce la existencia del mundo exterior o realidad material, al que concibe de un modo matemático.
Es un principio verdadero porque resulta evidente, claro y distinto, de donde se sigue la claridad y distinción de las ideas, será el criterio para decidir si una idea es o no es verdadera. A partir de aquí pasa a demostrar (a priori) la existencia de Dios como ser perfecto y, apoyándose en la veracidad divina, deduce la existencia del mundo exterior o realidad material, al que concibe de un modo matemático.
2.c)Justificación desde la posición filosófica del autor
Descartes es el padre de la filosofía moderna. Las preocupaciones filosóficas de esta época ya no giran en torno a la teología, sino en torno a las perspectivas que ha abierto la Revolución científica. El conocimiento descansará, según los racionalistas, en la razón, y según los empiristas, en datos sensoriales.
Descartes es el fundador del movimiento racionalista, y su propósito fundamental será establecer los principios metafísicos sobre los que fundamentar los distintos saberes. Para encontrar esos principios, el problema fundamental es hallar el método que guíe adecuadamente a la razón en lo que son sus operaciones naturales (intuición y deducción).
La intuición permite captar de forma inmediata verdades evidentes.
La deducción permite derivar verdades nuevas a partir de otras ya conocidas a través de asociaciones de ideas.
El método se compone de cuatro reglas sencillas:
-Evidencia:admitir solo ideas claras y distintas.
-Análisis: dividir las dificultades en cuantas partes sea necesario.
-Síntesis: proceder ordenadamente desde ideas simples hasta otras más complejas.
-Enumeración y revisión: hacer recuento y revisión para estar seguro de no omitir nada.
Siguiendo el método, Descartes busca una primera verdad evidente de la pueda derivar otras.
Este afán le lleva a plantear la duda metódica (cuestiona todos sus conocimientos y creencias para no llegar al error), dudando así de las ideas sensoriales, matemáticas y de la idea de la materia, sin embargo, no puede dudar de si mismo como ser que duda, de modo que ya tiene su primera evidencia: pienso, luego existo. De esta primera verdad extrae su criterio de verdad, la evidencia racional, porque en esa idea no hay nada que no garantice su verdad, salvo que la ve con evidencia. Sin embargo, el criterio de verdad no encuentra fundamento pleno hasta que no demuestra la existencia de Dios como ser perfecto, pues antes de ello de podía imaginar que Dios (o un genio maligno) nos engañe al razonar.
En este momento, Descartes puede afirmar con certeza que es un sujeto que piensa, pero nada más, situándose en una posición de solipismo (encerrado en la interioridad de su yo), y para abrirse al exterior solo cuenta con las ideas de su propia conciencia. Existen tres tipos de ideas:
-Adventicias, que vienen de los sentidos.
-Facticias, que vienen de la fantasía.
-Innatas que vienen de una manera inmediata al pensamiento.
Pero entre sus ideas existe la idea de lo perfecto e infinito (Dios), que se trata de una idea innata y que no puede haber generado él mismo, ya que es imperfecto. Luego, tiene que venir de una realidad perfecta, Dios. Otro argumento sería que si yo, soy un ser imperfecto, la causa de mi existencia ha de ser de un ser perfecto. Finalmente, otro argumento (prueba de San Anselmo) es que hace derivar la existencia de Dios de su esencia o definición, entendiendo a Dios como el ser más perfecto que pueda pensarse.
Con esto, se da por demostrada la existencia de Dios, garantizando así la validez del criterio de verdad, y,
como tenemos evidencia de la existencia de las realidades extensas, hay que concluir que tales cuerpos existen, llegando así a demostrar la existencia de la realidad física, a la que se le atribuyen solo características objetivas o geométricas.
El discurso del método establece las reglas metodológicas y los principios metafísicos del conocimiento, los cuáles consagran la cautela, la evidencia y el método deductivo como mejor procedimiento a seguir.
En cuanto a los principios metafísicos, Descartes construye desde la duda una teoría de la sustancia, que distingue tres realidades con sus correspondientes atributos y modos:
-Res infinita: su atributo es la infinitud y sus modos la omnipotencia, etc.
-Res cognitans: su atributo es el pensamiento y sus modos reflexionar, querer, sentir, etc.
-Res extensa: su atributo es la extensión y sus modos la figura y el movimiento.
En el hombre , se dan las dos sustancias finitas (alma y cuerpo). La separación entre ambas garantiza la libertad humana, escapándose así del determinismo mecánico de la materia. Esto plantea el problema de la comunicación de las sustancias.
En el hombre , se dan las dos sustancias finitas (alma y cuerpo). La separación entre ambas garantiza la libertad humana, escapándose así del determinismo mecánico de la materia. Esto plantea el problema de la comunicación de las sustancias.
3.a) Relación del tema con otra posición filosófica: Comparación con Platón
Se puede comparar el racionalismo cartesiano con el idealismo platónico en la ontología, la epistemología y la antropología.
-Ontología
Según Platón, la realidad verdadera es el ámbito de lo inteligible, siendo el mundo sensible un mundo de apariencias. Descartes distingue tres realidades: sustancia pensante (alma), infinita (Dios) y extensa (el mundo), otorgando al mundo físico una realidad no reconocida por Platón.
La sustancia externa no es el engañoso mundo de las apariencias sensoriales, sino el mundo de la ciencia físico-matemático, un mundo real y cognoscible.
-Epistemología
Para Platón, del mundo sensible solo se puede tener opinión, un saber no verdadero, lo sensible podría despertar, en todo caso, un recuerdo del alma racional, pero la ciencia solo se alcanza con la razón. Descartes coincide con Platón en que la razón es una fuente de conocimiento mucho más fiable que los sentidos, y también considera que las creencias y opiniones carecen de valor.
Descartes coincide con Platón en que la razón es una fuente de conocimiento mucho más fiable que los sentidos, y también considera que las creencias y opiniones carecen de valor.
Descartes afirma la existencia de ideas innatas, donde se encuentran diferencias, ya que el innatismo Platónico se basa en la doctrina de la preexistencia del alma que al encarnarse conserva de su vida anterior ciertas nociones oscuras y confusas, mientras que Descartes no cree en una vida anterior sino en una posterior (inmortalidad del alma), y además considera que las ideas innatas son claras y distintas.
En el plano epistemológico, el punto de mayor desacuerdo es la apuesta cartesiana por un enfoque subjetivista de la verdad; el criterio de verdad cartesiano es la certeza. Sin embargo, Platón tiene un enfoque objetivista al afirmar que el conocimiento es verdadero si es conocimiento de ideas. Por tanto, entre sujeto y objeto conocido, en Platón el elemento clave es el objeto conocido y en Descartes lo es el sujeto.
-Antropología
Para Platón, la verdadera identidad del ser humano es el alma (de estructura tripartita). El alma racional es fuente del verdadero conocimiento, y para alcanzarlo hay que luchar contra el cuerpo y sus sentidos, convirtiendo la vida en un camino de separación de lo sensible.
Descartes asume un dualismo antropológico cercano al platónico. El hombre es un compuesto de dos sustancias separadas (pensante y extensa) que solo interaccionan a través de la glándula pineal. El alma racional (sustancia pensante) e inmortal, por eso la aplicación del método también exige un entrenamiento, una lucha contra los sentidos.
3.b) Actualidad del pensamiento cartesiano
Hay ciertos aspectos en los que se puede considerar actual el pensamiento cartesiano:
-Defensa de la autonomía de la razón
Descartes critica a la autoridad como fuente de conocimiento y sitúa a todos los hombres en pie de igualdad. Esta versión universal y autosuficiente de la razón al alegar que, utilizando el método correcto, todos podemos razonar bien, es una de las señas de identidad del mundo moderno. Esta idea se plasmará en el movimiento ilustrado, desembocando en los grandes proyectos de la ciencia y la tecnología; incluso llegará a tener consecuencias políticas y morales, puesto que si todos podemos razonar, todos somos iguales, libres y tenemos los mismos derechos.
-La visión matemática de la realidad:
La visión matemática, pitagórica, de la realidad es un rasgo característico de la mentalidad moderna, de Descartes, de Galileo y de la ciencia actual.
-Modelo mecanicista:
La ciencia moderna interpreta la realidad desde la metáfora de la máquina, una visión muy distinta de la de los antiguos, en la que la naturaleza se veía como un organismo con alma, pero la rechazaron al ser el modelo mecánico más sencillo y objetivo. Era la visión