Realidad Virtual
Si llamamos realidad a todo aquello que impacta más fuertemente a las personas, tendremos que admitir que este concepto no podía permanecer inmutable en el transcurso de la historia de la filosofía.
Así, en una primera época -en la que toda la vida de las personas gravita en torno al pueblo o aldea, y se ve afectada primordialmente por factores ligados a la naturaleza: ciclos solares y climatología en general- se perfila una realidad con entorno espacial de proximidad y ámbito temporal de cotidianeidad, y hemos venido asistiendo a una ampliación progresiva -aunque no lineal- del “campo visual” que conforma a esa realidad, hasta llegar en nuestros días a un escenario de aldea global, merced a los avances tecnológicos que han hecho posible la sociedad de la comunicación.
A medida que este proceso ha ido avanzando, la realidad ha estado más y más ligada a flujos de información cuyos autores y destinatarios se desconocen entre sí, e incluso a imágenes de apariencia real pero creadas mediante ordenadores; esta virtualización ha ido en detrimento del conocimiento directo, y no sólo afecta a las personas y/o hechos localizados en regiones remotas para nosotros, sino que también alcanza a nuestro entorno más inmediato.
El concepto de realidad en la historia de la filosofía
Por su parte, las distintas corrientes del pensamiento filosófico también nos han ido proponiendo sus aproximaciones al concepto de realidad. En función del aspecto en el que más enfatizan estas aproximaciones, es decir de su enfoque, diferenciamos:
Enfoque tradicional: arranca en el siglo VII AC. Identifica a la realidad con lo que existe con independencia del sujeto, para después examinar si al ser independiente del sujeto, la realidad está presente o no en la experiencia. El enfoque ontológico -centrado en el ser- responde afirmativamente a esta pregunta, mientras que a tenor del enfoque metafísico -centrado en las ideas-la realidad trascendería a la experiencia.
Enfoque psicoanalítico: aparece a principios del Siglo XX y lo desarrolla S. Freud. Constituye una perspectiva radicalmente distinta; el interés de Freud por la realidad estriba en su carácter de principio que, junto con el principio del placer determinaría el comportamiento de las personas. El principio de realidad, según Freud, sería esencial para el equilibrio psicológico, en la medida en que frenaría a las personas ante una eventual búsqueda indiscriminada del placer.
- Es importante subrayar que el primer enfoque no ha perdido vigencia con el paso del tiempo, sino que ha sido -y continúa siendo- el punto de partida de buena parte de los principales autores.
El enfoque ontológico y metafísico
En su desarrollo cronológico se diferencian las siguientes etapas o periodos:
- Periodo Presocrático (siglo VII AC – mediados del siglo V AC). Sus principales representantes son autores que vivieron en varias Polis (ciudades) fundadas por los griegos en las costas de la actual Turquía, norte de África y sur de Italia. Entre ellos destacan Heráclito de Efeso y Parménides de Elea. Para ambos, la realidad es única, eterna, y la divergencia entre ellos consiste en que según Heráclito, las cosas existen en la medida en que forman parte de la naturaleza, mientras que Parménides lleva más lejos su proceso de abstracción, de tal modo que la realidad se encontraría, más que en la naturaleza, en el Ser, en el Uno.
- Periodo Socrático o Clásico (mediados del siglo V AC – Siglo XVIII). Se inicia en Atenas, en la época denominada como el “siglo de Pericles”, que coincide con su época de esplendor y hegemonía cultural, económica y política.
Articula la realidad en torno a tres niveles, a saber:
A. Nivel Individual
Ser o sustancia particular
Cambiante
Conformado por los rasgos particulares de cada individuo
Condicionado por factores espacio-temporales
En este nivel, se accede al conocimiento por medio de un procesos sensorial.
B. Nivel Universal
Seres o sustancias universales
Plural
Conformado por lo que tienen en común todos los individuos de una misma especie
Sin determinaciones espacio-temporales
Inmutable
C. Nivel Superior
Ser supremo o sustancia única
Por ser único, no puede compararse con nada
Sin determinaciones espacio-temporales
Inmutable
Eterno
En estos dos niveles el conocimiento es accesible a través de la elaboración de conceptos, es decir mediante un proceso intelectual.
Con la llegada del Cristianismo, los niveles A y B se subordinan al nivel C, que se convierte en el origen de los otros dos; inicialmente, la escuela Patrístic toma a Platón como punto de partida en la elaboración de un pensamiento cristiano, pero San Agustín, creador del primer sistema filosófico cristiano, se basa en la escuela Neoplatónica (Plotino)