Aristóteles Kant y epicuro felicidad

ÉTICA DE ARISTÓTELES

Según Aristóteles, el hombre se compone de cuerpo y de alma. El alma está dividida en dos partes, la vegetativa-animal y la racional.

La mayor parte de los seres humanos se deben contentar con hacer funcionar su alma vegetativa-animal, cuyo fin será alcanzar la virtud ética a través de la acción y la consecución de hábitos de actuación que deben ser correctos y llevarles siempre al término medio, es decir, que no llegues a incurrir nunca ni en un vicio por defecto ni por exceso.

ÉTICA DE LOS CÍNICOS

Para Sócrates y Diógenes, el hombre era bueno por naturaleza, por tanto, el ser humano debía vivir según ella, es decir, debía ser libre de acción y de palabra. Fundamentalmente, valoraban la educación y el esfuerzo personal como modo de conseguir la autarquía (capacidad de valerse por sí mismo) y la filantropía. Despreciaban los convencionalismos sociales. Todo podía ser sometido a crítica.

ÉTICA DE LOS ESTOICOS

El cosmos está ordenado racionalmente, de tal modo que todo lo que existe en la naturaleza está ya determinado. El sabio debe adaptarse a los hechos sin rebelarse contra ellos, sino procurando adaptarse. La felicidad radica en conseguir la paz interior, aceptando el destino, intentando controlar las fuerzas de la pasión, que llevan a la intranquilidad, es decir, al mal.

ÉTICA DE LOS EPICÚREOS

Epicuro de Samos considera que es sabio aquel que calcula qué placer es más intenso y duradero, cuál tiene menos consecuencias dolorosas…  Además considera que existen cuatro causas de angustia y dolor:

  • El miedo a los dioses, pero el hombre no debe temerlos porque no intervienen en la vida de los hombres.
  • El miedo al dolor, pero, o bien es poco o bien es breve.
  • El miedo al fracaso ante los demás, pero el sabio debe ser autónomo y no debe influirle la opinión de los demás.
  • El miedo a la muerte, pero no hay razón para temerla, porque, mientras tú estás, la muerte no está, y cuando ella está, tú ya no estás.

UTILITARISMO

Considera que los hombres obtienen placer a través de la simpatía, que nos lleva a extender a los demás nuestro deseo de obtener la felicidad.

La meta de la moral consiste en alcanzar la mayor felicidad, placer o utilidad para el mayor número de personas posible. Hay dos modos de utilitarismo:
Del acto y de la regla.

El utilitarismo del acto:


Considera que el placer se puede medir. En un momento determinado se puede saber la cantidad de placer que existe en una comunidad. Sólo se puede juzgar la moralidad de nuestros actos por las consecuencias. Juzga que primero debemos actuar y luego, viendo las consecuencias, sabremos si están bien o mal.

El utilitarismo de la regla:


Considera que los placeres no se diferencian por la cantidad sino por la cualidad, hay superiores e inferiores. Son las personas las que deciden cuáles son superiores e inferiores. Mill piensa que, para considerar si una acción es buena o mala, debemos, antes de actuar:

Compararla con otras leyes que consideramos correctas.

  • Si todavía no podemos decidir, sería conveniente llamar a expertos de modo que puedan prever las consecuencias.
  • Si juzgan que las consecuencias serían buenas para la mayoría, entonces debemos actuar.
  • Una vez que hayamos actuado y hayamos verificado que las consecuencias eran buenas, entonces generamos una ley que nos sirva para otras experiencias

ÉTICA DE Kant

  • Existen dos racionalidades:


La prudencial y la práctica.

La razón prudencial es necesaria para conseguir la felicidad, genera consejos o imperativos hipotéticos que dicen al hombre qué tiene que hacer, qué medios debe emplear, para conseguir la felicidad. En ella solamente tenemos en cuenta los intereses particulares.

La razón práctica es necesaria para que el ser humano sea bueno, es decir, que tenga una buena voluntad. Genera leyes morales en ellas tenemos en cuenta los intereses universales.

  • La razón práctica y el imperativo categórico:


En el orden físico configura las leyes naturales por las que se rigen los cuerpos en el universo y también la parte física del ser humano. En el orden ético, configura la ley práctica, imperativo categórico, que le dice al hombre espiritual cómo debe actuar para comportarse como una persona con buena voluntad.

  • Autonomía y dignidad:


Nos condicionan para hacer lo que es bueno para todos. Y si somos autónomos, nos convertiremos en seres sin precio, nadie podrá comprarnos ni querremos vendernos,  tendremos valor absoluto, seremos dignos y trataremos a todo el mundo como tal.

  • Postulados:


Si nos comportamos así, seremos virtuosos, pero, según Kant, es muy probable que no consigamos la felicidad.

Kant considera que debe existir, tras la muerte, un ámbito a través del cual el hombre pueda seguir luchando por su felicidad, por ello, postula la existencia de un alma inmortal que pueda alcanzarla.

Igualmente, postula la existencia de un Ser Todopoderoso, Dios,  que garantice la uníón de virtud y felicidad en el alma.

ÉTICA DE HABERMAS

  • Del monólogo al diálogo:


Critica a Kant porque su racionalidad moral es monológica. Pero la verdadera racionalidad ha de ser dialógica (tiene que ver con más de una persona).

  • El discurso y sus reglas:


Debe atenerse a dos principios: el de universalización (una norma es válida cuando los afectados aceptan libremente las consecuencias y efectos secundarios que se seguirán a su cumplimiento general) y el de la ética del discurso (son válidas las normas aceptadas por todos los afectados como participantes en un diálogo).

  • Su fundamento no es la estrategia, sino la comunicación:


Se trata de conseguir que todos ellos dialoguen con el fin de conseguir un acuerdo comunicativo.

En los pactos se utiliza la racionalidad instrumental, porque pretendemos conseguir nuestros fines sin tener en cuenta los medios. En los acuerdos, se utiliza la racionalidad práctica o moral, porque pretendemos conseguir nuestros fines teniendo en cuenta los intereses de todos.

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