¿Qué es la mente?
¿Poseemos un alma incorpórea? ¿Es el pensamiento un aspecto de la materia física, una consecuencia de la estimulación nerviosa del cerebro?
La filosofía de la mente y la psicología son dos cosas distintas aunque íntimamente relacionadas. La filosofía de la mente se ocupa del análisis de los conceptos. Un psicólogo investigaría ciertos trastornos de la personalidad. Un filósofo de la mente se formulará preguntas conceptuales más básicas.
¿Se distinguen en algo el cuerpo y la mente? Esas dos partes del ser humano plantean el llamado problema del cuerpo y la mente. Los que opinan que el cuerpo y la mente que todos poseemos son dos cosas distintas se llaman dualistas. La mente es lo mismo que el cuerpo físico, es decir, son fisicistas.
Un dualista típico sostendrá que el cuerpo y la mente son sustancias distintas aunque relacionadas entre sí. René Descartes es quizá el dualista más famoso. Uno de los motivos que justifican el dualismo es que a la mayoría de los seres humanos nos resulta muy difícil comprender cómo el cerebro, una cosa física, puede producir ese conjunto de pensamientos y sentimientos que llamamos consciencia. Los críticos del dualismo nos dicen que se trata de una sustancia no física que piensa, sueña y experimenta dentro de nosotros. Un dualista no podría ofrecer una explicación del hecho de que el ser humano haya evolucionado a partir de formas más sencillas de vida. Algunos dualistas van más allá y afirman que todo ser físico posee alguna forma mental.
El mayor problema del dualismo explica la interrelación de la mente y el cuerpo. La dificultad está en demostrar cómo puede un pensamiento puramente mental producir el acto físico de rascarme la nariz. La dificultad aumenta con el hecho de los fenómenos que tienen lugar en el cerebro se relacionan íntimamente con los acontecimientos mentales. La mayor parte de los científicos, aducen que las causas de los hechos físicos son también físicas. Pero si el mero pensamiento se traduce en actos exclusivamente físicos. El dualismo siempre podría eludir los problemas que plantea la interacción entre la mente y el cuerpo negando su existencia. Algunos dualistas sostienen que entre la mente y el cuerpo, no se establece relación alguna. La mente y el cuerpo funcionan en paralelo, como dos relojes ajustados a la misma hora. El ocasionalismo admite la existencia de vínculos, pero sostiene que se deben a Dios. Uno de los grandes problemas del ocasionalismo y del paralelismo, estriba en que ambos declaran la existencia de Dios.
El fisicalismo sostiene que los fenómenos mentales encuentran una explicación en causas físicas. Una de las ventajas sobre el dualismo es que posibilita el estudio científico. La teoría de la identidad de tipo, sostiene que lo fenómenos mentales son idénticos a los físicos, afirma que todos los estados físicos de un determinado tipo son también estados mentales de un determinado tipo. Una de las ventajas de esta teoría es que habla de estados físicos del cerebro que se correspondan con distintos tipos de pensamientos; sin embargo, se pueden plantear varias objeciones. No parece lógico que pensamiento y proceso cerebral sean la misma cosa. En cambio, si unos y otros fueran idénticos, tendrían que compartir las mismas necesidades. Los pensamientos tienen contenido, es decir, se relacionan con un espacio del mundo real. Las críticas al disicalismo de tipo, acusan a esa teoría de hallarse en un determinado estado. Otro aspecto criticado es su pensamiento de que, mis pensamientos sobre el tiempo son estados cerebrales, a pesar de que cada persona piensa de modo distinto. La teoría de la identidad da por supuesto que los pensamientos de dos personas pueden ser exactamente del mismo tipo. Pero eso sí, es imposible determinar cuándo dos personas tienen pensamientos del mismo tipo. El conductismo niega la existencia de la mente. Para los conductistas describimos su disposición a conducirse de una determinada manera. Cuando hablamos según los conductistas lo que hacemos es abreviar la expresión de un comportamiento y de una tendencia a actuar de un modo determinado. Esta forma abreviada de expresar la conducta mental nos ha hecho creer que la mente es una cosa aparte. Se critica el conductismo aduciendo que, según sus ideas, seríamos incapaces de distinguir una persona que sufre verdaderamente de otra que finge sufrir. Una persona que finge y otra que sufre responderían de otro modo a un analgésico.
Al reducir los fenómenos mentales a tendencias de la conducta, suprime los qualia, es decir, reduce una auténtica experiencia de dolor a una mera disposición a gritar, gemir o exclamar: “Me duele”. Según el conductismo sólo puedo conocer mis propias ideas observando mi conducta. Por tanto, el conductismo no ofrece una explicación satisfactoria de la diferencia entre las vías de conocimiento de mí mismo y las que utilizo para conocer las creencias de otras personas. Puesto a todo esto, un conductista tendría que decir que el paralítico total no siente dolor, puesto que no puede demostrarlo; sin embargo, por la experiencia de las personas inmóviles, tienen capacidad de experimentar dolor.
El funcionalismo se centra en el papel funcional de los estados mentales. El funcionalismo es una teoría sobre el hardware del pensamiento se mantiene en una posición neutral sobre las clases de sistemas físicos de programas mentales. La teoría funcionalista se critica con frecuencia por no ofrecer una explicación satisfactoria de cosas tales como el dolor, la felicidad, etc. Desde posiciones críticas parecidas se rechaza la idea de que los ordenadores pueden tener una mente. En consecuencia, vemos que es incapaz de proponer un cuadro completo de la mente, ya que, al igualar el pensamiento con el manejo de símbolos, no puede captar su auténtica naturaleza.
Ninguna teoría nos satisface por completo. ¿Cómo sé que los demás también sienten, piensan y son conscientes de la realidad? Los estudios han descubierto grandes diferencias entre mi forma de captar mi propia experiencia y la de captar la experiencia de otras personas. La mente consiste en una serie de tendencias a conducirse de una determinada manera en determinadas situaciones.
Como conclusión, podemos sacar que el dualismo, el fisicalismo y el problema de otras mentes son aspectos fundamentales de la filosofía de la mente. Dado que la filosofía se interesa sobre todo por la naturaleza del pensamiento. Como resultado, las obras relacionadas con esta rama de la filosofía presentan una gran complejidad de índole técnica.