Mundo verdadero
: Por mundo aparente Entiende Nietzsche el mundo percibido por los sentidos, el mundo de la vida, Que es el único real (línea 4). Pero algunos filósofos, como Platón, han Considerado que el devenir induce al error, ya que no es aprehensible por los Conceptos metafísicos, fijos e inmutables que proporcionan reposo, seguridad y Clama frente al devenir. Para N., este mundo aparente, (línea 22), intuido por Los sentidos es el único real. Sin embargo, la metafísica tradicional ha Considerado otro mundo, el llamado “mundo verdadero”, (línea 20), y le ha Otorgado ciertas carácterísticas: inmutabilidad, perfección, identidad… Propiedades vacías que no se corresponden con nada, ya que se han inventado por Oposición a las carácterísticas de este mundo mutable y plural (línea 8). El Motivo por el que los filósofos han inventado ese mundo verdadero es el Resentimiento hacia los valores de esta vida (línea 15), resentimiento que les Ha llevado a vengarse inventando ese otro mundo perfecto.Finalmente, N. Asegura que la distinción entre Estos dos mundos menosprecia el mundo real y constituye el síntoma de la Decadencia de Occidente. (Línea 20).
3. “Mundo verdadero, superhombre y Nihilismo activo”
Para Nietzsche, la historia de la filosofía es la historia de un gran error. El autor utiliza un Estilo metafórico, comparando la historia con el paso de la noche cerrada y Oscura al mediodía más radiante. Según N., la creación del “mundo verdadero” Por parte de los filósofos-momia ha acabado convirtiéndose en un problema Moral, porque no es solo la historia de un error sino, sobre todo, la historia De una mentira.N. No culpa a los presocráticos de este error, Sino a Platón, cuyo pensamiento es, según él, lo más oscuro de la noche, el Momento en el que la filosofía se aleja definitivamente del mundo cambiante, Del que habla Heráclito, fomentando y apoyando la mentira en la que se ha Basado la cultura occidental. Con Platón nos encontramos, según N., en el Momento más lúgubre de la historia de la filosofía, porque establece una Distinción falsa entre mundo sensible o de los sentidos y mundo de las ideas, y Pretende hacernos creer que el mundo experimentado por los sentidos es el Aparente y que el mundo de las ideas es el auténticamente real. Esto, para N. Es sólo una falsedad creada por la razón, por nuestra incapacidad de enfrentarnos A una realidad siempre cambiante. (Líneas 1-3). Siguiendo el intelectualismo moral socrático, Platón identifica sabiduría y virtud. Al “mundo verdadero”, el de las ideas, Solo pueden acceder aquellos individuos (los sabios, los virtuosos) que han Seguido un proceso educativo adecuado (líneas 1-3). Platón se considera en Posesión de esa verdad, es uno de esos privilegiados que ha logrado acceder al “conocimiento verdadero” y, por lo tanto, es lógico que se convierta en guía y mentó: (Yo, Platón, soy la verdad; línea 3). Pero en realidad, hemos iniciado un viaje A la mentira más profunda, un viaje en el que se puede dar marcha atrás. N. Critica al cristianismo, porque dice que es Una simple prolongación del platonismo, un platonismo para el pueblo. El Cristianismo convierte el mundo de las ideas de Platón en el “más allá”, en el “cielo”, en el mundo espiritual gobernado y regido por Dios, al igual que el Mundo de las ideas estaba dominado por la Idea de Bien. Como consecuencia de sus experiencias negativas Con las mujeres, N. Afirma que la Idea comparte con la mujer algunas Carácterísticas: es sutil, delicada y ligera; es inaprensible, resulta difícil De comprender y es también insidiosa, porque aparenta mostrarnos la verdad Cuando en realidad es engañosa y mentirosa… Entre estas carácterísticas destaca La de inaprensible, porque en ella se encuentra la principal diferencia entre El mundo de las ideas platónico y el cielo cristiano. Aunque el mundo de las Ideas es falso y erróneo, porque nos aleja de la autentica realidad, al menos Se puede acceder a él mediante el conocimiento. Sin embargo, el cielo Cristiano, al igual que las mujeres, resulta inaprensible. Como mucho lo Podremos alcanzar en un supuesto más allá, si respetamos las normas que la propia Religión cristiana nos impone: (El mundo verdadero, inasequible por ahora, pero Prometido al sabio, al piadoso, al virtuoso (“al pecador que hace penitencia”) (líneas 4-5). N. Afirma que también Kant sigue la línea de Platón al establecer la distinción entre fenómeno y noúmeno, a pesar de que Parece que se inclina por el conocimiento que viene de la experiencia sensible. A Kant se refiere cuando habla de (La Idea, sublimizada, pálida, nórdica) (línea 9). De Kant dice N. Que ha captado algo de lo real, aunque sigue Envuelto en niebla: (En el fondo, el viejo sol, pero visto a través de la Niebla y el escepticismo) (líneas 8-9). El “noúmeno” kantiano es considerado Por N. Como la enésima versión del mundo de las ideas platónico, con la complicación De que ese noúmeno es (inasequible, indemostrable, imprometible) (línea 7); Nunca podremos justificar racionalmente los noúmenos (Dios, alma, etc.), pero Podemos pensar en ellos y convertirlos en obligaciones que gobiernen nuestra Vida, al menos en el terreno moral, en el campo del comportamiento. N. Verá un destello de luz en el “positivismo”, puesto que este nuevo movimiento filosófico cuestiona ese Supuesto “mundo verdadero”, ya que, si nunca podremos conocerlo, no puede Convertirse en algo que nos obligue a comportarnos de una determinada forma (líneas 11-13). Pero también encuentra N. Error en el positivismo, porque cifra El conocimiento verdadero en el método científico, que N. Rechaza porque piensa Que la ciencia es sólo otro instrumento utilizado por la razón para fortalecer La mentira construida por ella misma. Pero la plenitud de la “luz” la encuentra N. En el “Nihilismo activo”. Afirma que la sociedad occidental ha entrado en clara Decadencia y crisis (Nihilismo pasivo), y hay que ayudar a que se acelere esa Decadencia eliminando todos sus restos y los valores sobre los que Tradicionalmente se han asentado (“filosofía del martillo”), y construyendo Sobre sus ruinas nuevos valores, totalmente distintos a los anteriores. Es la Hora de acabar con todas esas falsas creencias que nos han mantenido atados a Una visión deformada e interesada de la realidad (El “mundo verdadero” –una idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga- una idea que se ha Vuelto inútil, superflua, por consiguiente una idea refutada: ¡eliminémosla! ) (Líneas 15-16). La destrucción (Nihilismo activo) es el paso previo a toda Construcción, la señal inequívoca de que algo está cambiando realmente. No todos podrán aportar la fuerza creativa Necesaria para esa “nueva cultura”; sólo unos pocos serán capaces de esta Acción constructiva, y a ellos se refiere N. Cuando habla del (ruido endiablado De todos los espíritus libres) (línea 16). Con ellos, el dominio oscurantista De la razón y de la cultura occidental ha llegado a su fin: (Mediodía; instante De la sombra más corta; final del error más largo; punto culminante de la Humanidad; comienza Zarathustra) (líneas 20-21), es decir, el “superhombre”, Que, mediante la voluntad de poder, creará sus propios valores y vivirá de acuerdo Con ellos. La distinción entre mundo verdadero y mundo Aparente, que se inició con Platón carece ahora de sentido y de valor, pues no Hay ningún mundo real, sino diversas interpretaciones de la realidad, cada una Tan válida como las demás. Por tanto, todos los mundos son aparentes. Todas las Interpretaciones y perspectivas de la realidad son fabulas, construcciones Creadas por el sujeto según su propia voluntad de poder, (líneas 18-20). Si Tiene que escoger entre estas perspectivas, N. Se quedará con la del Superhombre, porque éste al menos no intenta imponer su visión de la realidad a Nadie. Conclusión: Nietzsche intenta desenmascarar lo Que él considera una gran mentira: la existencia del mundo verdadero propuesto Por Platón y retomado por el cristianismo y vaticina el fin de esa mentira en La que se ha basado la cultura occidental, gracias a la acción destructora y Constructora (Nihilismo activo) llevada a cabo por el superhombre, aquel que Mediante su voluntad de poder creará sus propios valores, diferentes a los Existentes hasta entonces en Occidente, aunque, a diferencia de la cultura Occidental, no se los impondrá a nadie. Un hombre que a diferencia de los Hombres débiles, asumirá la inestabilidad, el cambio, e incluso el dolor, como Parte de la vida misma.