TEMA 4 EL MÉTODO CARTESIANO Y LA TEORÍA DE LA SUSTANCIA :
Descartes supone el comienzo de un nuevo modo de entender el saber.Desde temprano era necesaria una nueva forma de pensar que se apartara de lo que para él era un sistema obsoleto y cargado de presuposiciones gratuitas. La tarea que se propuso fue la de reedificar el sistema entero del conocimiento desde sus mismos cimientos, desde sus fundamentos. Para alcanzar un conocimiento cierto propone alcanzar un método que evite la búsqueda desesperada y sin rigor, que garantice que los conocimientos alcanzados son de por sí verdaderos.El sistema inaugurado por Descartes es denominado Racionalismo, caracterizándose por la aceptación de las matemáticas y su método deductivo como único modelo válido de saber.Todo el proyecto cartesiano está dominado por un deseo fundamental: elaborar un sistema comprensivo de las ciencias, que tenga en cuenta las aportaciones de la nueva ciencia – y en especial los avances planteados por Galileo y que proporcione un método universal cuya aplicación lleve a la verdad. Esto se hace desde la UNIDAD DE RAZÓN (única facultad que nos puede proporcionar la Verdad) Y MÉTODO (aplicación adecuada de esa Razón para no caer en el error).
1-UNIDAD DE RAZÓN Y MÉTODO
En la primera de sus “Reglas para la dirección del Espíritu”, Descartes afirma que todos los saberes son las expresiones de una única razón humana.Todas las diversas ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica, aun cuando se aplique a objetos distintos Esta concepción proviene en Descartes de la concepción unitaria de la razón, la sabiduría es única porque la razón es única: La razón es la única capaz de distinguir lo verdadero de lo falso: Proyecto de una ciencia universal: una Mathesis universalis.
ESTRUCTURA DE LA RAZÓN Y EL MÉTODO :
Dado que la razón es única, Descartes da ha conocer su estructura y funcionamiento con el fin de ser capaz de utilizarla correctamente y alcanzar conocimientos verdaderos y valiosos.Existen para Descartes dos operaciones mentales por las que podemos llegar al conocimiento: la intuición y la deducción :
LA INTUICIÓN que es una suerte de” luz natural” o “instinto natural” que tiene por objeto las naturalezas simples. A través de la intuición llegamos a captar inmediatamente y de forma directa conceptos simples emanados de la razón misma, sin que exista posibilidad alguna de duda o error.
LA DEDUCCIÓN
Todo conocimiento ha de partir de la intuición de las naturalezas simples, pero a partir de aquí la razón es capaz de llegar a deducciones.La deducción supone un movimiento a través de las conexiones que se establecen entre los elementos simples.Así pues, la deducción permite llegar a obtener conocimientos verdaderos mediante las conexiones o relaciones entre conceptos o ideas simples. Ya que todo conocimiento válido es intuición o deducción, el conocimiento de cualquier objeto ha de recorrer dos etapas.
Primera etapa, un proceso de análisis, que permite llegar a reconocer con claridad los elementos o naturalezas simples, a partir de lo complejo “Dividir cada una de las dificultades en tantas partes como sea posible y necesario para resolverlas mejor”. (ANÁLISIS)
Segunda etapa l, un proceso de síntesis de lo complejo a partir de lo simple.“Conducir por orden mis pensamientos comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para subir poco a poco, por pasos, hasta el conocimiento de los más complejos, suponiendo incluso en orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos a los otros”. (SÍNTESIS). Este es para Descartes el único método que responde a la estructura y dinámica interna de la razón, piensa que la razón sólo ha sido utilizada de este modo en el ámbito de las matemáticas, resultados sorprendentes, por lo que extenderlo a las ciencias restantes tendría que producir resultados igualmente admirables.
LAS REGLAS DEL MÉTODO:
Descartes identifica la verdad con la evidencia.
Será verdadero lo que aparece como evidente. La evidencia será el criterio que nos va a permitir alcanzar la verdad Y es evidente lo que es claro y distinto. Lo verdadero es lo que no se puede dudar, y es identificado con lo cierto. Lo verdadero en la evidencia que se adquiere tras haber aplicado la duda universal. Descartes expone en dos de sus obras las reglas fundamentales de su método( “El Discurso del Método “ y “Las Reglas para la dirección del Espíritu” ) .Los preceptos o reglas del método son un conjunto de reglas ciertas y sencillas que puedan ser aplicadas por todos para que todos alcancen la verdad.Estas reglas son cuatro:
- Admitir como verdadero tan solo lo que se presente como evidente. Lo evidente es lo que se presenta a mi espíritu como claro y distinto, sin que deje lugar alguno para la duda. La evidencia permite partir de verdades ciertas, evidentes, claras y distintas, sobre las que no se puede dudar.
- Cuando se encuentra alguna dificultad, es necesario dividir esta dificultad en tantas partes como sea posible, a fin de ir resolviendo todas de la mejor manera posible, sin dejar nada sin resolver. Tal es el precepto del análisis o división de todas las cuestiones complejas (descomponer lo complejo en sus elementos más simples).
- Es necesario establecer un orden yendo de los más simples a los más complejos como si se tratara de grados de complejidad. La síntesis y exige ordenar los pensamientos, las ideas y las deducciones de lo más simple a lo más compuesto.
Siempre es necesario realizar enumeraciones completas y revisiones generales, para no olvidar ninguna idea o ninguna deducción Es el precepto de una deducción que debe ser completa y de la comprobación de que no nos hemos dejado nada por analizar cuando tratamos un problema determinado, por complejo que éste sea Una vez comprobado todo el proceso, podremos estar seguros de su certeza.
Lo verdadero se alcanza pues, con el método y es un rasgo de los argumentos racionalmente construidos. La certeza de la seguridad es lo que Descartes busca con la aplicación del método. Tal concepto axiomático de verdad tiene una importancia central en la tradición racionalista. Sin embargo, el problema del criterio de verdad se encuentra unido al problema del método cartesiano: Será la aplicación cuidadosa de su método la que le permite detectar las verdades evidentes. En efecto, Descartes busca un nuevo método para encontrar un fundamento seguro que le permita salir de la duda y que le posibilite abandonar tradiciones heredadas que no le parecían convincentes en filosofía.
Asimismo, con este método podrá lograr que las ciencias sean inteligibles con claridad, la unificación de las ciencias y que todos puedan alcanzar la verdad si se siguen las sencillas reglas que propone en su método. El modelo en que se inspira Descartes no es otro que el modelo de la certeza matemática, que le parece ser el modelo de toda la certeza posible, de una certeza absoluta.
Su método sigue las normas de la geometría analítica y los procedimientos algebraicos de deducción, cuya sencillez, rigor y facilidad se convierten en modelo de argumentación filosófica para Descartes y para la tradición racionalista continental.
Así pues, el método que propone Descartes ha de ser matemático y universal, lo que él va a llamar Mathesis universalis.
Lo que él entiende por MÉTODO la podemos encontrar en la Regla IV de su obra “Reglas para la dirección del Espíritu”
“Así pues entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de lo que es capaz.”
La primera ventaja que nos proporciona el método es escabullirnos del error, pero, además de proporcionarnos un conjunto de reglas o procedimientos para deducir lo que ya conocemos, puede aplicarse a cualquier nuevo campo del saber.
El método permitirá que aumentemos nuestros conocimientos y descubramos verdades nuevas.
Descartes se jacta, pues, de haber desarrollado un método para demostrar verdades según el orden de las exigencias impuestas por la razón misma tal y como hemos visto antes al hablar de la estructura interna de la Razón