La Metafísica se ocupa de hablar, o especular, acerca de las esencias de las cosas, de las causas primeras y finales de todos los seres y de las relaciones necesarias que entre ellos deben existir. Puede emplearse con diferentes sentidos: en primer lugar, la Metafísica tradicional, aquella heredada del Racionalismo y relacionada con la moral, llega a ser dogmática; En segundo lugar, la Metafísica natural, aquella actitud subyacente en el ser humano que le hace preguntarse cosas, de ahí surge la reflexión, el pensamiento, la ciencia y la filosofía;
En tercer lugar, la Metafísica crítica y método, es la que se corresponde con el sistema filosófico kantiano; En cuarto lugar, la Metafísica de la moral, que es aquella que trata lo que queda más allá de la experiencia. La teoría del conocimiento trata de dar respuesta a temas como la verdad, el criterio o el método, corrientes históricas del Empirismo y del Racionalismo.
Kant constituye el conocimiento como un proceso en el que intervienen agentes externos (objetos) y propios (condiciones a priori)
. Kant llama filosofía trascendental al estudio de las condiciones formales. Kant hace uso del término ciencia, un conocimiento experimental y verdadero que distingue los hechos y la reflexión del pensamiento. La ciencia es el conjunto de pensamientos que tenemos sobre los comportamientos de la naturaleza y se basa en la experiencia, pero sus primeros principios son universales y necesarios. Kant aporta un nuevo punto de vista epistemológico al desechar la cuestión del origen y centrarse en la lógica y forma de elaborar el conocimiento. Kant supera a las corrientes anteriores reprochándoles que el conocimiento
debe apoyarse en la experiencia del mundo real para así no llegar a ser algo dogmático, es decir, racionalista, y también lo que le da fuerza es la incorporación de las carácterísticas de necesidad y universalidad. Por último, Kant consigue así anular la tesis de Hume en contra de la conexión causa-efecto en que se basa toda ciencia. Tal como hizo Copérnico en su día, Kant le da la vuelta a la concepción epistomológica existente. Hasta ahora el sujeto cognoscente debía someterse al dichado de los objetos. Kant invierte esto al proponer que son los objetos los que deben someterse al papel activo de la mente. La Filosofía crítica actúa como un Tribunal al que debe someterse la razón de la Metafísica tradicional para averiguar sus posibilidades. La Filosofía trascendental es el método kantiano que establece al sujeto como centro del conocimiento y dota así a la ciencia de universalidad y necesidad que le negaba el Empirismo. “A priori” es el conocimiento necesario y universal que es independiente y anterior a la experiencia. Se compone de facultades sintetizadas con los elementos externos de cada uno de los dos niveles del conocimiento: sensibilidad y entendimiento, forman un conocimiento trascendental, a priori y sintético. Noúmeno nombre de los objetos o cosas en ‘sí mismos’, imaginando que la percepción de los objetos externos no estuviera condicionada por el sujeto cognoscente. Los Juicios sintéticos a priori son la base de las ciencias ya que los juicios deben tener la forma de juicios sintéticos a priori. Sintéticos porque deben estar originados en la experiencia y por tanto debe ser ampliativo del conocimiento. Además, ser a priori significa que la relación entre el sujeto y el predicado expresa una conexión necesaria y universal.
Respecto a la Crítica a la Metafísica tradicional, la Metafísica aspiraba a ser la guía y directriz humana a partir de principios racionales ajenos a cualquier experiencia. Entonces la razón no se somete a controles y pretende ocuparse de ideas absolutas cayendo en la ilusión trascendental. Además, tenía la intención de que de sus principios se derivaran valores morales. Los temas tradicionales de la metafísica:
Dios, inmortalidad y libertad, son extrapolaciones que tienen un contacto muy leve con la experiencia, ya que debido al deseo humano de creer que eso es posible, llega a pensar que es real. La única Metafísica posible es la proyectada en los noúmeno-positivos como ideales y carentes de revelancia en el ámbito del conocimiento y la verdad. En la Crítica de la Razón Pura, Kant tratará: la filosofía crítica y trascendental, los juicios sintéticos a priori, la estética trascendental; la analítica trascendental y la dialéctica trascendental.
En los juicios sintéticos a priori, todo conocimiento debe estar formado por una síntesis de elementos ajenos al sujeto provenientes del mundo exterior y por la sensibilidad, además de otros propios de él, que son independientes de la experiencia. Comenzando con la Estética trascendental, se denomina estética porque estudia la sensibilidad, y trascendental porque se va a preguntar por la forma de la sensibilidad. Los datos empíricos van a ser las intuiciones empíricas y la estructura de la sensibilidad van a ser los conceptos puros, que van a ser fundamentalmente dos: el espacio y el tiempo. La sensibilidad humana está estructurada espacio-temporalmente.
Todo lo que percibimos, lo percibimos en un espacio y en un tiempo. El resultado de la síntesis de lo empírico y de lo a priori, va a ser el fenómeno, es decir, aquello que percibimos en el tiempo y en el espacio. Por lo tanto, el fenómeno será la síntesis de las intuiciones empíricas y de la estructura a priori de la sensibilidad. Por último, Kant en la estética trascendental va a justificar la posibilidad de la matemática como ciencia, es decir, de la geometría como ciencia del espacio y de la aritmética como ciencia del tiempo. Continuando con la Analítica trascendental, la facultad del conocimiento es el entendimiento, que es la facultad que nos permite conocer. Según Kant, el entendimiento humano está estructurado en torno a una serie de categorías. Estas categorías se dividen en 4 tipos: categorías de cantidad, categorías de cualidad, categorías de relación y las categorías de modalidad. Estas 12 categorías constituyen la estructura del entendimiento humano. ¿Cuáles son los datos empíricos? Los datos empíricos con los cuales se relacionan las categorías del entendimiento, son los fenómenos, intuiciones empíricas percibidas en el espacio y el tiempo. La uníón de estos datos empíricos con la estructura a priori, dan lugar a los juicios propios de la ciencia. Por último, en la analítica trascendental, Kant va a justificar la posibilidad de que en la física se den los juicios sintéticos a priori. Asímismo, Kant destaca dos tipos de noúmeno: el noúmeno negativo, aquello que no es perceptible por la intuición sensible yel noúmeno positivo, aquello perceptible por la intuición no-sensible, este concepto abre la puerta a la filosofía del humanismo aunque en un terreno distinto al científico.
Por último, en la Dialéctica trascendental, se estudia en qué consiste la facultad humana de la razón, la facultad humana de pensar. La metafísica hasta ahora lo que ha hecho a sido coger las categorías del entendimiento (son 12) y ha tratado de alcanzar un conocimiento acerca de los objetos propios de la metafísica, lo que serían las realidades específicas de la metafísica. Ha utilizado las categorías para intentar conocer la realidad del alma, lo que daría lugar a la psicología racional; la realidad del mundo daría lugar a la cosmología racional; y la realidad de Dios daría lugar a la teología racional. De tal manera, la aplicación de estas categorías a estas 3 realidades, daría lugar a los juicios propios de la ciencia y la metafísica sería una ciencia. Pero ocurre que alma, mundo y Dios no son elementos empíricos, no son fenómenos, no son realidades que pueden entrar dentro de la sensibilidad humana, de realidades dentro del tiempo y el espacio. En segundo lugar, que si utilizamos las categorías, estas categorías exigen que se apliquen a los fenómenos. Si las aplicamos a estas realidades que no son fenoménicas, estamos haciendo un uso ilegítimo de las categorías.
Es decir, en la psicología racional, en la cosmología racional y en la teología racional, no hay conocimiento, NO hay ciencia. Por lo tanto, la metafísica NO es una ciencia. En ella no son posibles los juicios sintéticos a priori. Entonces, ¿qué son alma, mundo y Dios? Constituyen la estructura de la razón, son ideas, ideas que le permiten a la razón pensar, la idea de alma le va a permitir a la razón alcanzar la unidad absoluta del sujeto pensante. La idea de mundo le va a permitir a la razón alcanzar la unidad absoluta de los fenómenos externos. La idea de Dios le va a permitir a la razón pensar la unidad absoluta e incondicionada. Esa es la función que tienen las ideas de alma, mundo y Dios en la razón, es decir, la metafísica no es una ciencia, pero la metafísica nos permite pensar la unidad absoluta del sujeto pensante, la unidad absoluta de los fenómenos externos y la unidad absoluta e incondicionada. Finalmente, Kant propone una salida para especualciones metafísicas donde las ideas de razón pura se convierten en práctica. La razón práctica se ocupa de nuestro comportamiento moral al que servirían las ideas trascendentales convertidas en postulados de la razón práctica.
Kant y el Idealismo Alemán:
Sin duda, la historia de la filosofía posterior a Kant es incomprensible sin éste. Su influencia más directa se produjo sobre los idealistas alemanes, Fichte, Schelling, Hegel. Uno de los puntos de partida de estos filósofos se vincula al descontento que produce la noción de la cosa-en-sí. ¿Acaso no tiene un carácter dogmático, dentro de la misma filosofía crítica, sostener una noción de algo de lo que no podemos tener ningún conocimiento? No nos detendremos en los detalles, pero podemos decir que, partiendo de la filosofía crítica kantiana y de la supresión de la cosa-en-sí como una noción limitante, los idealistas alemanes generaron unas metafísicas prodigiosas, en contra,del espíritu de una filosofía que había encerrado el campo de la metafísica. Tiene también especial importancia la influencia que tuvo el hecho de que Kant considerara como prioritario el uso práctico de la razón; en el caso de Fichte, parte de un yo absoluto que en última instancia es razón práctica. En el caso de Hegel, cobra especial importancia la influencia que en él ejercíó la Dialéctica Trascendental, modificando la noción de dialéctica y convirtiéndola en el motor de su filosofía. La dialéctica ya no será un modo ilusorio de proceder de la razón, sino que constituirá el modo de desarrollo del pensamiento.