Debemos situar la crítica orteguiana en el marco de preocupación del autor, que era la superación de la razón pura.
[Culturalismo-vitalismo]
Para Ortega, la concepción de la razón como razón pura causa dos errores en la filosofía: el culturalismo y el vitalismo. El culturalismo olvida que el origen de la cultura es la vida e ignora que la verdad proviene de la sinceridad, el bien de la acción, etc. Por esto, el culturalista defiende una cultura que no dice nada al sujeto, y la rechaza. Ortega lo critica defendiendo que la cultura debe ser vital y se inserte en la vida del sujeto: los contenidos deben ser aceptados sinceramente, ya que si esto no ocurre caemos en el utopismo cultural: la cultura se hace ajena al hombre y pierde utilidad. El vitalismo apuesta por la vida como única realidad, es decir, los únicos valores reales son los vitales. La cultura debe someterse a la vida porque si no, la cultura acaba con ésta. Ortega critica al vitalismo al subrayar que la vida no es la única realidad, no se reduce a lo biológico, ya que el ser humano busca la trascendencia y la verdad. La vida humana no puede evitar producir cultura.
[Racionalismo-relativismo]
Acto seguido, Ortega analiza el Racionalismo (raíz del culturalismo) y el Empirismo (raíz del vitalismo). El Racionalismo supone que la verdad es eterna e inmutable, por lo que obliga a suponer la existencia de un sujeto de las mismas carácterísticas: un sujeto no vivo. (Ej.: la res cogitans de Descartes). Por eso el Racionalismo para salvar a la verdad y al sujeto racional suprime la vida. Ortega reprocha que dicho sujeto sea mera abstracción, ya que el sujeto es un sujeto vital. Los relativistas, al aceptar que el sujeto es vital, suponen que cada uno dispondrá de una verdad relativa y por tanto, desconocerá la realidad. Según Ortega, todos conocemos la realidad, aunque la perspectiva nos lleva a aprender aspectos distintos de la misma.
[Perspectivismo]
Para superar el sujeto abstracto (racionalista) y el escepticismo (vitalista), Ortega propone el perspectivismo: la realidad tiene infinitas perspectivas que se pueden conocer desde múltiples puntos de vista.
El error racionalista es haber olvidado que cada sujeto es un punto de vista y el del vitalismo haber olvidado que la realidad es perspectivista.
[Razón vital]
En conclusión, el sujeto es un punto de vista porque no es razón pura, sino vital, carácter que le permite conocer una parte de la realidad. Por eso, Ortega propone una razón que no esté separada de la vida, ya que la vida del hombre se desarrolla en una circunstancia (una perspectiva). La verdad no puede ser inmutable, sino algo alcanzable por medio de la razón vital.
El punto de vista único es utópico, ya que debe ser un sujeto ajeno a toda perspectiva, lo que imposibilita para conocer la realidad, que es perspectivista. Así sintetiza una nueva onto-epistemología.
La realidad
Nietzsche defiende que no existe más realidad que la vida y que los conceptos que usa la filosofía para describirla son vacíos, ya que no recogen nada del devenir, lo real. La realidad de cada hombre es su vida, por lo que la realidad es perspectiva. Ortega defiende la perspectiva despojándolo del antirracionalismo y relativismo. La perspectiva es el principio organizador de la realidad y cada sujeto posee una parte de ésta.
El conocimiento
Nietzsche defiende que la razón nos engaña ya que nos presenta un mundo inexistente. La conceptualización para superar lo concreto provoca la aniquilación de la realidad (irracionalismo). Los sentidos nos muestran el conocimiento verdadero, por lo que el conocimiento es relativo. Ortega propone una concepción perspectivista. Cada sujeto conoce desde su punto de vista y condicionado por sus circunstancias (razón vital). Pero estas circunstancias no le impiden acceder a la verdad, aunque no toda la verdad, que nunca será conocida debido a las numerosas perspectivas.
El ser humano
Nietzsche defiende que el hombre es inconsciencia e instinto, y debe tener la valentía para ejecutar dichos instintos, así como los únicos valores que debe alimentar son los vitales. El hombre que busca valores absolutos es una ilusión del Racionalismo y cristianismo, que lo condenan a que viva de modo antivital y niegue los rasgos propios de la vida. La filosofía ha definido al hombre de lo que no es. Ortega critica este vitalismo, ya que el hombre no puede prescindir de la cultura. Para Ortega el hombre es un devora verdades, ya que necesita saber a qué atenerse. Sin verdad no hay hombre, y dicha verdad solo es accesible para un sujeto que es razón vital (raciovitalismo)
Ortega ha argumentado una crítica al culturalismo, es decir, a la concepción racionalista de la cultura. Según el pensador madrileño, o la cultura surge de las preguntas, inquietudes e intereses vitales, o se convierte en un elemento vacío. Los párrafos de La Doctrina del punto de vista ofrecen por tanto, pistas que llevan al sistema educativo a su autocrítica y autoanálisis. El debate en torno al valor del estudio y enseñanza de la historia encuentra en el perspectivismo un enfoque interesante. El conocimiento de estas épocas nos acercará a esas partes de la realidad. La historia es, por tanto, un medio privilegiado para el enriquecimiento. El perspectivismo o doctrina del punto de vista nos proporciona claves para superar dos problemas sociales: la conflictividad y la crisis de los sistemas democráticos. El conflicto parece inevitable en las modernas sociedades multiculturales. El perspectivismo se nos ofrece como una forma de solucionar estos problemas enfrentándose a sus causas. Ninguna perspectiva puede considerarse la única verdadera. Así pues, las verdades dogmáticas no tienen cabida. De igual forma, mis intereses no pueden ser los únicos admisibles y defendibles en la sociedad. Ortega subraya que cada ser humano, cada pueblo, cada cultura es una perspectiva que accede a una verdad parcial, por lo que nadie puede acceder a toda la verdad. Solo un dialogo que respete el valor de todas las culturas puede lograr una convivencia social. La democracia es el sistema vigente en los países occidentales y se ha convertido en el referente político. Sin embargo, atraviesa momentos de crisis, ya que los políticos no responden a las demandas y preocupaciones de la gente. El perspectivismo afirma la necesidad de ser fieles a nuestro punto de vista. Es precisamente de esto de lo que adolecen nuestros políticos cuando se afanan a sus intereses propios. La búsqueda de amplios consensos debe presidir la acción de los gobiernos. El consenso es la concreción del perspectivismo en la política.
Cultura
Las actividades vitales del individuo que trascienden lo biológico. Las actividades culturales (pensamiento, voluntad, sentimiento estético y emoción religiosa) presentan dos dimensiones: una puramente biológica y otra trascendente y objetiva, ya que su referente es una realidad que supera lo biológico.
Culturalismo
Posición intelectual que, por insistir en la importancia de la cultura o vida espiritual, olvida que el origen de la cultura es la vida, el tipo de cultura que define el culturalista es una cultura que no dice nada al individuo de su tiempo. El culturalismo es consecuencia del Racionalismo.
Dios
Sujeto que por su carácter ubicuo, es decir, situado en los infinitos puntos de vista humanos, aglutinaría todas las perspectivas posibles y, por tanto, sería depositario de la verdad absoluta.
Ente racional
Expresión con la que se refiere al yo puro. Racional insiste en el rasgo esencial con que el Racionalismo ha definido al sujeto capaz de conocer la verdad.
Existencia
Sinónimo de vida. El modo propio de existir del ser humano es vivir. Vivir es estar el yo en su circunstancia. Por eso el yo racional y abstracto del Racionalismo propiamente no existe.
Filosofía
Conocimiento que se caracteriza por ser: a) autónomo: no acepta ninguna verdad que ella misma no haya fundamentado; b) radical: su objetivo es encontrar la realidad radical; c) universal: no trata todos los aspectos particulares, d) teorético: es un sistema de conceptos.
Mundo
O circunstancia. Uno de los elementos constitutivos de la vida, que es yo y circunstancia. Es lo que circunda al yo. Es el mundo vital en el que se halla inmerso: el mundo físico, la sociedad, la cultura, la historia, pero también su cuerpo y mente. El mundo no es exterior a la vida sino uno de sus ingredientes. El yo y la circunstancia están trabados. Si se los separa se destruye la realidad radical que es la vida, y se llega a una realidad abstracta, a un yo puro (error del Racionalismo). Nadie puede elegir el mundo en el que tiene que vivir. Le es dado. Pero ese mundo ofrece el abanico de posibilidades entre las que puede elegir.
Porción de verdad:
Cada verdad parcial que puede ser conocida por un individuo concreto desde su punto de vista. A cada porción de verdad le corresponde la perspectiva de la realidad.
Perspectiva, perspectiva vital e individual
Ontológicamente es uno de los componentes de la realidad, lo que la estructura. Epistemológicamente es el punto de vista del yo. Por eso toda perspectiva es vital e individual: cada sujeto, desde su individualidad o vida, desde su circunstancia, desde su punto de vista, capta una vertiente o cara de la realidad.
Punto de vista
Perspectiva. Lugar desde el que cada individuo conoce una parte de la realidad y consigue su parte de verdad. No es sólo el lugar físico que determina la percepción sensible, ni el contexto histórico y sociocultural, sino fundamentalmente el principio desde el que el hombre deriva sus premisas y actos; su posición general ante la vida. El individuo que sea fiel a su punto de vista conocerá un aspecto real del mundo. Por eso, la porción de verdad que cada hombre capta no puede ser conocida por otro.
Punto de vista ubicuo, absoluto, abstracto
Punto de vista inexistente. Las tres expresiones son contrarias en sus términos. Son hipótesis racionalistas sin sentido. Todo punto de vista es individual y vital (no abstracto), y consecuencia de una circunstancia (ni ubicuo ni absoluto). Un punto de vista con esos rasgos imposibles es el que correspondería al yo puro del Racionalismo.
Racionalismo, racionalista
Propiamente es la corriente filosófica que se desarrolló desde el Siglo XVII y cuyos representantes más destacados fueron Descartes, Spinoza y Leibniz. Ortega lo usa en un sentido más amplio, en el que incluye las corrientes que asumen que: a) la razón es lo que define al ser humano; b) la razón está por encima de las particularidades de cada sujeto, es ultravital y extrahistórica; c) esa razón es capaz de conocer la verdad que es eterna, única e invariable.
Razón absoluta:
La razón que conocería la realidad universal, que llegaría a la verdad integral yuxtaponiendo las infinitas perspectivas de todas las vidas. No es, por tanto, una razón sin punto de vista (lo que es una contradicción), sino una razón que, para conocer la realidad universal, se valdría de todas las perspectivas posibles. Por tanto, este sería el único modo en que Dios podría llegar a la verdad integral. Su carácter absoluto radicaría en aglutinar todas las perspectivas.
Razón absoluta:
La razón que conocería la realidad universal, que llegaría a la verdad integral yuxtaponiendo las infinitas perspectivas de todas las vidas. No es, por tanto, una razón sin punto de vista (lo que es una contradicción), sino una razón que, para conocer la realidad universal, se valdría de todas las perspectivas posibles. Por tanto, este sería el único modo en que Dios podría llegar a la verdad integral. Su carácter absoluto radicaría en aglutinar todas las perspectivas.
Razón pura:
usa esta expresión en sentido amplio. No se refiere sólo a la concepción kantiana de la facultad de conocer, sino a las diferentes interpretaciones que el Racionalismo ha dado del sujeto que es capaz de llegar a la verdad única e invariable. Es, por tanto, una expresión semejante a yo puro.
Razón vital
O raciovitalismo. La concepción que Ortega opone a la razón pura. Superar la razón pura con la razón vital es el tema de su tiempo. La razón es una función o instrumento de la vida, no una facultad ajena a la misma, como ocurría en el Racionalismo. Y lo es por dos razones: porque es una razón inscrita en una circunstancia, y porque no tiene como objeto de reflexión la conciencia o el ser, sino la vida que le ha dado origen.
Relativismo
Posición filosófica que niega la existencia de verdades universales y absolutas. No hay más que verdades relativas a la condición de cada sujeto. Cada individuo vive en un contexto histórico-cultural en función del cual juzga qué sea lo verdadero. No existen valores objetivos universales como la verdad, el bien o la belleza.
Utopía, utópico, utopista:
Adopta una actitud utópica quien olvida que su conocimiento es siempre un conocimiento desde un punto de vistaValor: Cualidad de las personas y de las cosas por las que nos resultan atractivas (valores positivos) o repulsivas (valores negativos). Los agrupa en valores de cultura y los de vida.
Valores de cultura
La verdad, la bondad y la belleza. Son los valores que perseguimos cuando pensamos, actuamos o contemplamos una obra de arte. La búsqueda de la verdad, del bien y de la belleza ha generado la cultura.
Verdad, verdad parcial e integral
La verdad es el reflejo adecuado de lo que las cosas son. Ningún individuo o época tiene acceso a toda la verdad, a la verdad integral. Sólo se llegaría a esa verdad sumando las verdades parciales. Cada individuo y época tiene acceso a una verdad parcial (doctrina del punto de vista). Por tanto, la verdad no es una, eterna e invariable (Racionalismo), sino perspectivas.
Vida
Lo que cada uno es y hace. El conjunto de sus vivencias. Es un continuo hacerse a sí misma. Es la realidad radical . En segundo lugar, la vida es la realidad radical porque el resto de realidades brotan de ella. Hay unas categorías comunes a toda vida: vivir es ser consciente de que se vive; la vida es nuestra vida: es intransferible; vivir es encontrarse en el mundo o circunstancia: es imposible separar el mundo y el yo; la vida es fatalidad: no elegimos nuestra circunstancia; la vida es libertad; la vida es futurización: consiste en decidir.
Vitalismo:
La filosofía que defiende que la vida es la única realidad y, por tanto, su objeto de estudio. Sus tesis son tres: 1) el conocimiento es un proceso biológico como otro cualquiera. Conocer es igual que respirar. 2) Rechaza el conocimiento racional y conceptual, y frente a él propone la intuición, el vitalismo desemboca en el relativismo. 3) Sostiene que la cultura debe someterse a la vida porque la anquilosa y acaba con ella. Frente al vitalismo, Ortega propone el raciovitalismo.
Yo puro
Expresión con la que Ortega se refiere al tipo de sujeto que, según el Racionalismo, es capaz de conocer la verdad una, eterna e inmutable. Puro indica que es un yo no contaminado con lo corpóreo, vital e histórico. Por eso, ese yo es una abstracción, pues presenta un sujeto separado precisamente de lo que le permite acceder a la verdad, su punto de vista. Al yo puro Ortega opone el yo que es yo y circunstancia.