La civilización occidental está en decadencia, debido a que consideró hace más de veinte siglos que la razón era nuestra facultad suprema. Ha tratado de imponer la racionalidad a toda costa, por encima de la vida y de los instintivos/Nietzsche introduce en la historia de la Filosofía una horrible sospecha: la de que hemos equivocado el camino.
Desde Parménides hasta Hegel (pasando por Sócrates, Platón, los filósofos cristianos y Kant, entre otros), el pensar filosófico ha seguido un camino de decadencia (estado propio de enfermos y perdedores). Quienes no pudieron imponer su voluntad culparon al mundo y a la vida en nombre de un más allá inexistente. Nietzsche cree que esa «gran mentira» ha llegado a su fin, ha sido desenmascarada. Y a este hecho histórico-filosófico, al que llamaba «la muerte de Dios», lo seguirá un período de Nihilismo que se extenderá durante “los dos próximos siglos”/“Lo que cuento es la historia de los dos próximos siglos. Lo que sucederá, que no podrá suceder de otra manera: la llegada del Nihilismo”/Nietzsche afirma que en la cercanía de Heráclito siento más calor y me encuentro de mejor humor que en ningún otro lugar. Heráclito entiende el ser como devenir (“panta reí”, todo fluye), no hay cosas estables y permanentes, sino procesos en continua transformación («No te bañarás dos veces en el mismo río»). Considera que el ser uno, eterno e inmutable de Parménides no existe, es una ficción vacía. Nietzsce recrimina a Heráclito que rechace el testimonio de los sentidos porque nos muestran una aparente unidad y quietud, con la razón descubrimos la dialéctica interior de las cosas, que es la lucha de contrarios/“Este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha hecho, sino que existíó siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre-vivo, encendíéndose con medida y con medida apagándose.” (fragmento 51)/»La guerra de todos es padre, de todos rey; a los unos los designa como dioses, a los otros, como hombres; a los unos los hace esclavos, a los otros, libres.» (fragmento 29)/En la tragedia griega se logra la síntesis perfecta entre lo apolíneo , lo relativo al orden y lo dionisíaco , es decir , todo lo relativo a la irracionalidad y a los instintos. Lo apolíneo esta puesto al servicio de lo dionisíaco, ambos elementos se estimulan recíprocamente, para mantener incesantemente la lucha de contrarios. Esta síntesis perfecta se fue rompiendo a lo largo de la historia y nuestra civilización inició un proceso de decadencia/El primer paso lo dieron Sócrates y Platón. Sócrates hizo triunfar a la razón contra la vida, a Apolo sobre Dioniso. Platón creó otro mundo desvalorizando este, inventó el espíritu puro, alma, y la Idea de bien. Proponen la practica de la virtud, el orden y el dominio de las pasiones para conseguir la felicidad/“La luz diurna más deslumbrante, la racionali dad a cualquier precio, la vida lúcida, fría, previsora, consciente, sin instinto, en oposición a los instintos, todo esto era sólo una enfermedad distinta -y en modo alguno un camino de regreso a la «virtud”, a la «salud», a la felicidad… Tener que combatir los instintos – ésa es la fórmula de décadence: mientras la vida asciende, la felicidad es igual a instinto”/El hombre es quien da sentido a las cosas. Sin embargo, el hombre no reconoce esa verdad básica y pretende que el mundo tiene un sentido objetivo y trascendente. Esta concepción se encuentra expresada claramente en Platón, quien afirma que para poder comprender este mundo es necesario «suponer» la existencia de otro más real. Desde esta perspectiva, no se puede hablar de que algo es verdadero, bueno o bello, ni siquiera de que es, si no existieran la Idea de bien, belleza, etc. El mundo de las Ideas permite juzgar al mundo sensible. La cultura occidental está basada en esta afirmación del mundo suprasensible, que constituye «la gran mentira»/La tradición occidental ha supuesto que el concepto no recorta arbitrariamente la realidad, por el contrario afirma que la realidad se corresponden exactamente con nuestros conceptos. La realidad es tal como la pensamos. Nietzsche niega que con los conceptos captemos la verdadera realidad, que es devenir y cambio/Con la aparición del cristianismo se impone una moral que proviene de Dios, no de la vida . El cristianismo es la expresión mas palpable del odio y del presentimiento hacia la vida , ya que predice que son buenos los pobres y los humildes , y los ricos y poderosos son malditos/Los teólogos cristianos identificaron la idea platónica de Bien con el Dios bíblico. A partir de entonces, la Metafísica y la Ética tuvieron en Dios su fundamento. De este modo se preparaba, con más de mil años de anticipación, la llegada del Nihilismo, ya que, cuando cayera la fe en Dios, caerían con ella la Metafísica y la Moral. La Metafísica calumnió y negó este mundo (el único) en nombre de otro inexistente. El origen de este rechazo no es de orden teórico sino psicológico. Los hombres decadentes y débiles lograron imponer su visión enfermiza de las cosas. Una voluntad de poder que no logró imponerse al mundo terminó afirmando que éste es portador de un sentido previo y trascendente, y encontró en esa mentira una fuente de poder para doblegar a los espíritus fuertes/Mas tarde, con la ilustración , se inicia el proceso que lleva a la muerte de Dios, sin embargo esta situación no fue aprovechada para crear una nueva tabla de valores, se siguieron controlando los instintos desde el poder de la razón. Así cambiamos a Dios por el Estado y la ciencia/Con la distinción entre noúmeno y fenómeno, Kant no hace sino prolongar la tradición cristiana al seguir postulando la ruptura entre un «más acá» y un «más allá». Y en su ética, al afirmar la necesidad de la existencia de Dios, vuelve a unir el problema ético al teológico, colocando a Dios como pilar de la vida ética/Nietzsche anuncia por primera vez en La gaya ciencia que «Dios ha muerto». La gran mentira de la Metafísica ha caído empujada por un precepto del propio cristianismo: la búsqueda de la verdad. El Dios cristiano carece, según Nietzsche, de realidad, al igual que el Ser de Parménides, el Bien de Platón o el Uno de Plotino. Dos mil años le ha tomado a Occidente descubrir esta verdad. Y ahora, una vez que lo ha logrado, queda sumido en el Nihilismo. Con Dios se derrumba toda trascendencia. Con él perecen la Metafísica y la Moral. Ya no hay un punto de referencia absoluto desde el cual juzgar. Nada tiene sentido, nada tiene valor/Nietzsche ve a la muerte de Dios como la gran posibilidad. Ahora el hombre puede crear libremente sus valores y dotar de sentido al mundo, sin necesidad de pretender que esos valores tienen un respaldo divino o trascendente.
Desde Parménides hasta Hegel (pasando por Sócrates, Platón, los filósofos cristianos y Kant, entre otros), el pensar filosófico ha seguido un camino de decadencia (estado propio de enfermos y perdedores). Quienes no pudieron imponer su voluntad culparon al mundo y a la vida en nombre de un más allá inexistente. Nietzsche cree que esa «gran mentira» ha llegado a su fin, ha sido desenmascarada. Y a este hecho histórico-filosófico, al que llamaba «la muerte de Dios», lo seguirá un período de Nihilismo que se extenderá durante “los dos próximos siglos”/“Lo que cuento es la historia de los dos próximos siglos. Lo que sucederá, que no podrá suceder de otra manera: la llegada del Nihilismo”/Nietzsche afirma que en la cercanía de Heráclito siento más calor y me encuentro de mejor humor que en ningún otro lugar. Heráclito entiende el ser como devenir (“panta reí”, todo fluye), no hay cosas estables y permanentes, sino procesos en continua transformación («No te bañarás dos veces en el mismo río»). Considera que el ser uno, eterno e inmutable de Parménides no existe, es una ficción vacía. Nietzsce recrimina a Heráclito que rechace el testimonio de los sentidos porque nos muestran una aparente unidad y quietud, con la razón descubrimos la dialéctica interior de las cosas, que es la lucha de contrarios/“Este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha hecho, sino que existíó siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre-vivo, encendíéndose con medida y con medida apagándose.” (fragmento 51)/»La guerra de todos es padre, de todos rey; a los unos los designa como dioses, a los otros, como hombres; a los unos los hace esclavos, a los otros, libres.» (fragmento 29)/En la tragedia griega se logra la síntesis perfecta entre lo apolíneo , lo relativo al orden y lo dionisíaco , es decir , todo lo relativo a la irracionalidad y a los instintos. Lo apolíneo esta puesto al servicio de lo dionisíaco, ambos elementos se estimulan recíprocamente, para mantener incesantemente la lucha de contrarios. Esta síntesis perfecta se fue rompiendo a lo largo de la historia y nuestra civilización inició un proceso de decadencia/El primer paso lo dieron Sócrates y Platón. Sócrates hizo triunfar a la razón contra la vida, a Apolo sobre Dioniso. Platón creó otro mundo desvalorizando este, inventó el espíritu puro, alma, y la Idea de bien. Proponen la practica de la virtud, el orden y el dominio de las pasiones para conseguir la felicidad/“La luz diurna más deslumbrante, la racionali dad a cualquier precio, la vida lúcida, fría, previsora, consciente, sin instinto, en oposición a los instintos, todo esto era sólo una enfermedad distinta -y en modo alguno un camino de regreso a la «virtud”, a la «salud», a la felicidad… Tener que combatir los instintos – ésa es la fórmula de décadence: mientras la vida asciende, la felicidad es igual a instinto”/El hombre es quien da sentido a las cosas. Sin embargo, el hombre no reconoce esa verdad básica y pretende que el mundo tiene un sentido objetivo y trascendente. Esta concepción se encuentra expresada claramente en Platón, quien afirma que para poder comprender este mundo es necesario «suponer» la existencia de otro más real. Desde esta perspectiva, no se puede hablar de que algo es verdadero, bueno o bello, ni siquiera de que es, si no existieran la Idea de bien, belleza, etc. El mundo de las Ideas permite juzgar al mundo sensible. La cultura occidental está basada en esta afirmación del mundo suprasensible, que constituye «la gran mentira»/La tradición occidental ha supuesto que el concepto no recorta arbitrariamente la realidad, por el contrario afirma que la realidad se corresponden exactamente con nuestros conceptos. La realidad es tal como la pensamos. Nietzsche niega que con los conceptos captemos la verdadera realidad, que es devenir y cambio/Con la aparición del cristianismo se impone una moral que proviene de Dios, no de la vida . El cristianismo es la expresión mas palpable del odio y del presentimiento hacia la vida , ya que predice que son buenos los pobres y los humildes , y los ricos y poderosos son malditos/Los teólogos cristianos identificaron la idea platónica de Bien con el Dios bíblico. A partir de entonces, la Metafísica y la Ética tuvieron en Dios su fundamento. De este modo se preparaba, con más de mil años de anticipación, la llegada del Nihilismo, ya que, cuando cayera la fe en Dios, caerían con ella la Metafísica y la Moral. La Metafísica calumnió y negó este mundo (el único) en nombre de otro inexistente. El origen de este rechazo no es de orden teórico sino psicológico. Los hombres decadentes y débiles lograron imponer su visión enfermiza de las cosas. Una voluntad de poder que no logró imponerse al mundo terminó afirmando que éste es portador de un sentido previo y trascendente, y encontró en esa mentira una fuente de poder para doblegar a los espíritus fuertes/Mas tarde, con la ilustración , se inicia el proceso que lleva a la muerte de Dios, sin embargo esta situación no fue aprovechada para crear una nueva tabla de valores, se siguieron controlando los instintos desde el poder de la razón. Así cambiamos a Dios por el Estado y la ciencia/Con la distinción entre noúmeno y fenómeno, Kant no hace sino prolongar la tradición cristiana al seguir postulando la ruptura entre un «más acá» y un «más allá». Y en su ética, al afirmar la necesidad de la existencia de Dios, vuelve a unir el problema ético al teológico, colocando a Dios como pilar de la vida ética/Nietzsche anuncia por primera vez en La gaya ciencia que «Dios ha muerto». La gran mentira de la Metafísica ha caído empujada por un precepto del propio cristianismo: la búsqueda de la verdad. El Dios cristiano carece, según Nietzsche, de realidad, al igual que el Ser de Parménides, el Bien de Platón o el Uno de Plotino. Dos mil años le ha tomado a Occidente descubrir esta verdad. Y ahora, una vez que lo ha logrado, queda sumido en el Nihilismo. Con Dios se derrumba toda trascendencia. Con él perecen la Metafísica y la Moral. Ya no hay un punto de referencia absoluto desde el cual juzgar. Nada tiene sentido, nada tiene valor/Nietzsche ve a la muerte de Dios como la gran posibilidad. Ahora el hombre puede crear libremente sus valores y dotar de sentido al mundo, sin necesidad de pretender que esos valores tienen un respaldo divino o trascendente.