Descartes relación con Platón

Actualidad Descartes:


El Discurso propone un método y un criterio de verdad herederos de las matemáticas. Descartes cree que de esta forma todas las ciencias conseguirán una certeza semejante. Desde los ejes cartesianos hasta el diseño del acelerador de partículas, la matematización ha impregnado casi todos los ámbitos de la ciencia occidental.

El conocimiento de las cosas se consigue cuantificándolas y hallando luego las relaciones entre esas cantidades. Los descubrimientos en las ciencias (física, biología…) y sus aplicaciones técnicas (ingenierías, medicina…) han sido tales que la fe en la religión se ha sustituido por la fe en la ciencia. La salvación está en la ciencia. Prueba de esto es que todos los gobiernos insisten en la necesidad de invertir en investigación científica.

El desarrollo de las ciencias sociales y humanas también es consecuencia de esta nueva visión del ser humano ya que tampoco han podido sustraerse de la matematización, que se ha convertido en un instrumento necesario en sus investigaciones.

La informática es la última expresión de la actualidad del proyecto cartesiano. De hecho, se habla de un “mundo digital” expresado únicamente con ceros y unos. ¡Es el ideal cartesiano! 

La matematización no hubiera propiciado el desarrollo científico si no hubiera ido acompañada por la autonomía de la razón. Sólo una razón independiente de la religión puede llegar a la verdad. Descartes se convierte así en una referencia básica del proceso de laicización. No obstante, la fe sigue presionando para mantenerse como criterio de verdad, como podemos ver en las críticas del Vaticano a las investigaciones científicas.

La separación razón-fe también ha contribuido a la aparición de posiciones ateas  y agnósticas. La razón, según Descartes, llega a la certeza de Dios, pero el hombre contemporáneo no cree poseer una razón tan poderosa como para afirmar la existencia de Dios.

La Segunda parte del Discurso deja claro que es el sujeto “pensante” quien se impone como criterio de verdad. Ahora bien, Descartes no defiende un subjetivismo relativista, sino racionalista. La razón es la misma en todos los hombres. Es ahí donde se encuentran las raíces del individualismo del que tanto se critica a la sociedad moderna, pero también es ahí donde la reivindicación de la igualdad de derechos para todos los seres humanos ha encontrado uno de sus fundamentos.

Relación Platón – Descartes:


En primer lugar, es necesario destacar que tanto Platón como Descartes son autores idealistas; es decir, creen que las ideas son la base de la teoría epistemológica. Ambos defendían que el conocimiento es innato, aunque presentan distintos puntos de partida. Para Platón el alma conoce las ideas desde antes de estar unida al cuerpo, lo que justifica en su teoría de las ideas y es demostrable desde su teoría de la reminiscencia, y según Descartes las ideas verdaderas son connaturales a la razón, y por tanto van a surgir en mi entendimiento por el mero hecho de usarla. Para Descartes este innatismo era la pieza fundamental de su filosofía, ya que su epistemología recae sobre su doctrina del cogito.

Además, para ambos autores el conocimiento por medio de lo sensorial no es fiable. Los dos creen que los sentidos no pueden proporcionar el conocimiento científico, según Descartes porque nos engañan y según Platón porque se encuentran dentro del cuerpo.

Existen algunas diferencias también relevantes en la cuestión de ontología. Para Descartes, la realidad quedaba representada por tres tipos de sustancia:
La res cogitans, la res infinita y la res extensa. De entre estas tres, Descartes confiere a la res extensa, lo material, puesto que es lo que se acerca a la realidad. El mundo en Descartes es la suma de sustancias extensas, mientras que para Platón el mundo físico no posee apenas categoría ontológica, ya que para él, el mundo en que nos encontramos (sensible) es una copia de la auténtica realidad, que es el mundo de las ideas (inteligible).

Desde un punto de vista antropológico, tanto Platón como Descartes son dualistas, puesto que para ambos el hombre es la suma de dos sustancias. Para Descartes, es la suma de la res cogitans(sustancia pensante) y la res extensa(materia). De entre ellas, al igual que ocurre en Platón, la más importante es la sustancia pensante. En Platón el hombre es la suma de cuerpo y alma, y dentro del alma será el alma racional (la más parecida a la res cogitans) la que lleve el peso del resto. De este modo, el conocimiento parte del alma racional dejando a un lado la parte irascible y concupiscible, poniendo de manifiesto que el cuerpo, lo mortal, es de una categoría inferior a lo racional, al igual que en Descartes.

Los dos se inspiraron en las matemáticas para hacer su filosofía, pero los separan más de 20 siglos de descubrimientos matemáticos, y por tanto, “sus matemáticas” son muy diferentes. La de Platón inspirada en la “matemáticamística” de los Pitagóricos y en la geometría de Euclídes, mientras que la de Descartes se basa en el álgebra de los matemáticos islámicos medievales.

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