9. CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA. La segunda cuestión que Kant formula en su proyecto de filosofía crítica es: ¿Qué debo hacer? Esto es, establecer y justificar los principios de la acción moral y las condiciones de la libertad.
Para tratar las cuestiones de moral es necesaria la participación de la razón, de la razón práctica. Esto no significa hablar de otro tipo de razón distinta sino que es la razón en su función práctica, como si dijéramos las dos caras de la misma moneda. 9.1. CarácterÍSTICAS DE LA ÉTICA KANTIANA. A diferencia de las éticas anteriores, la ética kantiana se presenta como una revolución en la interpretación de la moral, que marca una antes y un después. Para comprenderlo mejor veamos cuáles son las carácterísticas que definen la ética de Kant en comparación a las éticas anteriores: Filosofía de Kant. Respuesta a la pregunta que es ilustración. 10 Éticas materiales (anteriores a Kant) Ética kantiana, ética formal. Finalistas: son éticas que proponen fines para alcanzar la felicidad y establecen medios a esos fines. No finalista: la ética kantiana no propone fines en la realización de la acción moral. Hipotéticas: estas éticas formulan sus fines a modo de condiciones: si haces…, entonces consigues… Categóricas: se formulan los principios morales sin ningún tipo de condición, sino que cualquier persona en el uso de su razón aceptaría. Heterónomas: son éticas que surgen como resultado de elementos ajenos, distintos a la propia razón, esto es, de la experiencia de un individuo distinto de mí. Autónoma: la ética kantiana es resultado de propia razón y del uso que este realiza de la misma. Materiales: son éticas cargadas de contenido preciso, concreto que nos informan del camino a seguir para conseguir la felicidad. Formal: es una ética vacía de contenido, donde no se nos propone reglas ni principios concretos a seguir.
Para tratar las cuestiones de moral es necesaria la participación de la razón, de la razón práctica. Esto no significa hablar de otro tipo de razón distinta sino que es la razón en su función práctica, como si dijéramos las dos caras de la misma moneda. 9.1. CarácterÍSTICAS DE LA ÉTICA KANTIANA. A diferencia de las éticas anteriores, la ética kantiana se presenta como una revolución en la interpretación de la moral, que marca una antes y un después. Para comprenderlo mejor veamos cuáles son las carácterísticas que definen la ética de Kant en comparación a las éticas anteriores: Filosofía de Kant. Respuesta a la pregunta que es ilustración. 10 Éticas materiales (anteriores a Kant) Ética kantiana, ética formal. Finalistas: son éticas que proponen fines para alcanzar la felicidad y establecen medios a esos fines. No finalista: la ética kantiana no propone fines en la realización de la acción moral. Hipotéticas: estas éticas formulan sus fines a modo de condiciones: si haces…, entonces consigues… Categóricas: se formulan los principios morales sin ningún tipo de condición, sino que cualquier persona en el uso de su razón aceptaría. Heterónomas: son éticas que surgen como resultado de elementos ajenos, distintos a la propia razón, esto es, de la experiencia de un individuo distinto de mí. Autónoma: la ética kantiana es resultado de propia razón y del uso que este realiza de la misma. Materiales: son éticas cargadas de contenido preciso, concreto que nos informan del camino a seguir para conseguir la felicidad. Formal: es una ética vacía de contenido, donde no se nos propone reglas ni principios concretos a seguir.
razón puedan aceptar, por eso la ética kantiana tiene unas pretensiones de universalidad. 9.2. EL DEBER. Uno de los conceptos esenciales de la filosofía práctica de Kant es el concepto de deber. Para Kant el deber es la realización de una acción por respeto a la ley.
¿Qué significa esto? Kant no busca solamente que cumplamos las leyes (legales y morales), sino que además le interesa determinar las intenciones de nuestra propia acción. Por esta razón, no basta con cumplir la ley sino que la realización de una acción debe responder al dictamen de la propia ley moral, sin esperar beneficios o perjuicios como consecuencias de la propia acción. Así, por ejemplo, cuando un individuo paga a Hacienda por no ser multado, Kant considera que esta acción es incorrecta ya que no obedece el cumplimiento de la acción por respeto a la propia ley sino que busca evitar una consecuencia desagradable para él. 9.3. EL IMPERATIVO CATEGÓRICO. Además del concepto del deber en Kant, éste formula a lo largo de su obra los denominados imperativos categóricos. Los imperativos categóricos son mandatos universales que cualquier persona en el uso de su razón aceptaría. Entre las diversas formulaciones de estos imperativos podemos citar: Obra de tal manera que tu acción se pueda convertir en ley universal. Esto es, que cualquier persona en tu lugar hubiera realización la misma acción. Obra de tal manera que consideres a los hombres como fines en si mismos, y nunca como medio. Obra de tal manera que logres el soberano bien para el mundo.
¿Qué significa esto? Kant no busca solamente que cumplamos las leyes (legales y morales), sino que además le interesa determinar las intenciones de nuestra propia acción. Por esta razón, no basta con cumplir la ley sino que la realización de una acción debe responder al dictamen de la propia ley moral, sin esperar beneficios o perjuicios como consecuencias de la propia acción. Así, por ejemplo, cuando un individuo paga a Hacienda por no ser multado, Kant considera que esta acción es incorrecta ya que no obedece el cumplimiento de la acción por respeto a la propia ley sino que busca evitar una consecuencia desagradable para él. 9.3. EL IMPERATIVO CATEGÓRICO. Además del concepto del deber en Kant, éste formula a lo largo de su obra los denominados imperativos categóricos. Los imperativos categóricos son mandatos universales que cualquier persona en el uso de su razón aceptaría. Entre las diversas formulaciones de estos imperativos podemos citar: Obra de tal manera que tu acción se pueda convertir en ley universal. Esto es, que cualquier persona en tu lugar hubiera realización la misma acción. Obra de tal manera que consideres a los hombres como fines en si mismos, y nunca como medio. Obra de tal manera que logres el soberano bien para el mundo.
9.4. LOS POSTULADOS DE LA MORAL : LIBERTAD, INMORTALIDAD DEL ALMA Y Dios. En la Crítica de la razón pura, Kant ha establecido que el tema del alma y Dios no son fenómenos que se den en la experiencia por lo que no son asequibles al conocimiento científico. Dios y la inmortalidad del alma aparecen en el análisis de la razón práctica. La libertad, la inmortalidad del alma y Dios son postulados de la razón práctica. El término postulados de la razón práctica hay que entenderlo en sentido estricto, como algo que no es demostrable, pero que es supuesto necesariamente como condición de la moral misma. En efecto, la exigencia moral de obrar por respeto al deber supone la libertad, la posibilidad de obrar por respeto al mismo venciendo las inclinaciones contrarias a la propia razón. Analicemos cada uno de los postulados por separado: • La libertad: si no existe la libertad no hay posibilidad para la moral. La libertad es condición indispensable para la razón autónoma a la hora En el fondo Kant pretende a través de su ética conseguir una ética que sea válida para todos los hombres, que a través del uso de de actuar. • La inmortalidad del alma: para alcanzar la perfección, la virtud sólo se puede lograr si en el horizonte existe una perspectiva de inmortalidad. Esto es, una tarea que debe requerir la participación de toda la humanidad. • Dios: es el modelo, el máximo ideal para la naturaleza humana. En Dios se logra la perfección de la acción moral, se unen esencia y existencia.
La idea de progreso en Kant. Kant entiende la categoría de progreso fundamentalmente en dos dimensiones: Progreso científico-técnico y su derivación económica. Progreso social de las relaciones que mantienen los hombres entre sí. El progreso en los dos ámbitos supone que mantienen los hombres entre sí. El progreso en los dos ámbitos supone para el hombre una conquista creciente en dos aspectos que le resultan hostiles: la naturaleza externa y su propia naturaleza interna. Ahora bien la dimensión social del hombre se desarrolla, a su vez, en dos dimensiones: la legalidad y la moralidad. • El progreso en la legalidad: la dinámica del conflicto. La legalidad entendida como la adecuación de la conducta externa a la ley. La Historia obedece a un fin desplegado por la misma Naturaleza: este fin es el establecimiento de una totalidad legal, esto es, el establecimiento de una constitución interior y exterior común perfecta. El motor que la Naturaleza dispone para conseguirlo es la discordia: la insociable sociabilidad humana. • El progreso de la moralidad: la dinámica de la Ilustración. La moralidad se fija en el motivo –intención- que subyace a la acción externa, sólo una acción será moralmente buena si el motivo que impulsa al cumplimiento de la ley es el sentido del deber, a saber, la obediencia misma –desinteresada- a la ley moral.
El progreso de la razón ilustrada –único progreso que concluirá en la mayoría de edad del hombre- sólo quedará garantizada si se dan las condiciones de libertad y pensamiento y expresión suficientes para que la razón avance. La razón ilustrada en Kant, es una racionalidad crítica de carácter social, cuyo ámbito de ejercicio lo encuentra en la posibilidad de pensamiento y en la discusión pública y libre de ideas. En conclusión: la razón es razón compartida –razón social- la verdad se descubre y se hace en el diálogo libre y crítico. La ilustración sólo será alcanzada desde el libre uso público de la razón. Aquello que configurará la sociedad como un todo moral no será la revolución, sino el lento progreso de la ilustración. • Interrelación legalidad-moralidad en la Historia. El desarrollo del ámbito de la legalidad y el de la moralidad encierra una aparente contradicción por un lado el motor del progreso de la legalidad es la insociable sociabilidad humana fundada en el interés egoísta, particular que permite el avance de la historia. Por otra parte el progreso moral exige la observancia de la ley moral que anula el interés egoísta y plantea el interés –máxima- en términos universales. Kant intenta solucionar esta contradicción de la siguiente manera: • Relación temporal: El progreso legal crea las condiciones del progreso moral: para que el hombre sea el motor de su historia con conciencia y libertad. • La relación entre moralidad y legalidad es mucho más profunda: Kant piensa que no es posible llegar a la constitución de una perfecta legalidad, si esa legalidad no está apoyada en la moralidad de los individuos que componen la sociedad de que se trate. Al fin y al cabo Kan mantiene la convicción de que la sociedad humana es moralizable.