Materialismo:

término que se aplica a la posición adoptada por los sistemas filosóficos que Afirman que todo lo que existe es materia, o es reductible a materia. Sobre lo que sea la materia se han defendido distintas posiciones, por lo que, al margen de Este acuerdo inicial de que todo lo que existe es materia o se reduce a materia, las filosofías Materialistas pueden dar lugar a interpretaciones de la realidad diferentes, e incluso Divergentes. El atomismo antiguo de Leucipo y Demócrito se ha presentado tradicionalmente Como la expresión más propia de una filosofía materialista. El materialismo resurge con fuerza En la filosofía moderna (con Hobbes, por ejemplo) y se afianza con los filósofos de la Ilustración, ocupando un lugar preferente en el pensamiento contemporáneo, en especial en El pensamiento de Karl Marx.

Mecanicismo:

doctrina según la cual el mundo puede ser explicado en términos puramente Mecánicos: todo lo que existe son los cuerpos y sus movimientos. Por “cuerpo” se entiende Aquello que ocupa un lugar en el espacio, y por “movimiento”, el desplazamiento de un cuerpo En el espacio. A su vez, los movimientos son explicados por que un cuerpo choca con otro, tira De él, o le empuja. Los atomistas griegos (Leucipo y Demócrito) fueron los primeros Mecanicistas, volviendo a resurgir el mecanicismo en la época moderna gracias a Descartes, Convirtiéndose en uno de los principios fundamentales de la mecánica clásica desarrollada por Galileo y Newton. La mecánica clásica fue el paradigma físico del mundo moderno y se basa en Luna visión del mundo real constituido por cuerpos extensos (sustancias), que se mueven en un Espacio euclidiano de tres dimensiones y que interaccionan unos con otros conforme a leyes Deterministas estrictas, que pueden ser expresadas en término matemáticos: mecanicismo (todo funciona por el movimiento de los cuerpos), determinismo (todo sucede por leyes Causales estrictas)y matematización o cuantificación ((todo puede ser expresado mediante Leyes matemáticas) son los tres pilares de la mecánica clásica

.Mecanismos de defensa:

son mecanismos inconscientes y preconscientes a través de los cuales el Yo se Defiende de las demandas del Ello o de las presiones insoportables del Superyó. Algunos de ellos son los Siguientes: 1) La represión (veáse). 2) La proyección (consistente en achacar a otro individuo, o incluso a un objeto Inanimado, un deseo nuestro pero que no es admisible para nuestra conciencia: es el mecanismo que opera en las Paranoias y en las fobias. 3) La racionalización o justificación (consiste en buscar una explicación racional para Autojustificarse, ocultando así los verdaderos motivos de nuestro comportamiento, de modo que el Yo pueda Salvar su autoestima: las razones que se aportan son verosímiles, pero no verdaderas). 4) La negación (consiste en Negarse a ver aquello que resulta desagradable a la conciencia: hacer como si no existiera) 5) La identificación (es El mecanismo opuesto a la proyección y consiste en atribuirnos aquellas cualidades deseables que poseen los Demás). 6) La reacción (consiste en acentuar aquellos aspectos de la propia personalidad en los que el sujeto Precisamente se siente deficiente). 6) La sustitución (consiste en sustituir aquello que consideramos indeseable Por otros objetivos deseables). La sustitución puede ser por sublimación (cuando se sustituyen deseos reprobables Por otros superiores (Freud llega a afirmar que todas las creaciones artísticas, morales y religiosas proceden de la Transformación del instinto sexual), por compensación (se trata de compensar una debilidad que se tiene en un Determinado campo con un gran progreso en otro ámbito diferente) o por supercompensación (superar una Deficiencia hasta llegar incluso a destacar en aquello en que se era inferior). Respecto a estos mecanismos hay que Decir que todos solemos hacer uso de ellos y que ello no supone ninguna anormalidad psicológica: los problemas Surgirían al hacer un uso excesivo de ellos, dando entonces lugar a las formas de conducta patológicas.

Mito del carro alado:

alegoría empleada por Platón para explicar su concepción del alma.
Ésta Habita originalmente en el Mundo de las Ideas, dedicada a su contemplación. La alegoría Consiste en comparar al alma con un carro tirado por dos caballos y un auriga: uno de los Caballos es dócil y sigue las instrucciones del auriga, pero el otro, arrastrado por los deseos, se Muestra díscolo y, finalmente, hace caer el carro. En este mito aparece desarrollada en forma Simbólica la naturaleza tripartita del alma: el caballo dócil simboliza la parte irascible o volitiva Del alma (donde radica la voluntad y el valor); el caballo díscolo simboliza la parte Concupiscible o apetitiva del alma (donde radica el deseo de placeres); y, por último, el auriga Simboliza la parte racional del alma. La conclusión es que nuestra razón debe controlar los Deseos con la ayuda de la fuerza de voluntad. Una vez caída al mundo terrestre o sensible, el Alma se verá obligada a encarnarse en un cuerpo, hasta conseguir purificarse (desprendíéndose de las ataduras de lo sensible y orientándose a la contemplación de lo Inteligible) y volver así al Mundo de las Ideas al que pertenece.