CONTEXTO CULTURAL Y FILOSÓFICO
El s. XIV, siglo de crisis de la Edad Media, había supuesto el fracaso del sueño de conciliar razón y fe, y trajo consigo una mayor autonomía para la razón, liberada por fin de la obligación de racionalizar lo irracional. El antropocentrismo sustituye el teocentrismo. En casi toda Europa se perseguían las teorías filosóficas y científicas contrarias a los argumentos de autoridad de los textos sagrados o a las doctrinas admitidas por la Iglesia. Existía un catálogo de libros prohibidos, y la Iglesia tenía todavía la potestad de castigar a quien osara poner en duda sus dogmas.
LA CIENCIA MODERNA Y LA IMPORTANCIA DEL MÉTODO
Carácterísticas: carácter eminentemente práctico y afán de objetividad. FRANCIS Bacón es un ejemplo de este nuevo ideal científico. En la Edad Moderna el objetivo del conocimiento es práctico. Según Bacón, el propósito del conocimiento es llegar a dominar la naturaleza. Bacón criticó la ciencia medieval acusándola de preferir la especulación a la observación pura y someter a principios metafísicos las experiencias de los sentidos. Bacón, como Galileo y Descartes, insistía en que la validez de una idea no depende de quién la defienda sino de las pruebas que avalen su verdad. Bacón abogará por el método inductivo basado en la observación atenta y paciente, Galileo por el llamado método resolutivo-compositivo (hipotético-deductivo), donde tienen mucha importancia la experimentación y las matemáticas. Descartes defenderá el método racional deductivo que tiene como modelo el proceder de la geometría.
LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
Empezó con COPÉRNICO y su “De revolutionibus orbium coelestium” publicada el año de su muerte. Esta obra supónía un cambio de paradigma científico. Propuso una hipótesis revolucionaria, el heliocentrismo, que resultaba mucho más sencilla y útil para explicar los hechos observados, que se iría perfeccionando gracias a los descubrimientos de KEPLER sobre las órbitas de los planetas, y la teoría gravitatoria de Newton. Pero la Iglesia tenía aún mucho poder y los tribunales de la inquisición vigilaban cualquier manifestación que pusiera en entredicho los dogmas de la revelación o las teorías clásicas aceptadas por ella. Por eso ANDREAS OSIANDER, el editor de la obra de Copérnico, decidíó publicar el De revolutionibus añadiendo un prólogo en el que explicaba que las teorías contenidas en el libro no eran más que hipótesis para calcular más fácilmente los movimientos celestes, pero que no pretendían ser “verdaderas”, pero en 1616 sería incluido en el índice de libros prohibidos. Destacó también Galileo Galilei, quien dice que el universo es un libro escrito en caracteres matemáticos, y está convencido de que la observación, la elaboración de hipótesis, la deducción de sus consecuencias expresadas matemáticamente y la experimentación, son el método adecuado para el avance de la ciencia. Y este método resolutivocompositivo le llevó a importantes descubrimientos en el campo de la física y la astronomía. En 1615 publicó una carta a Cristina de Lorena en la que defiende el sistema copernicano. Un año más tarde, el De revolutionibus de Copérnico entraba a formar parte del Índice de libros prohibidos.
Galileo, publicó en 1632 sus Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo (aristotélico y copernicano). En 1633 los Diálogos fueron prohibidos y comenzó un proceso contra Galileo en el que no le quedó más remedio que abjurar de sus teorías, aunque fue condenado a pena de prisión perpetua, que más tarde se conmutó por reclusión en la villa de Arcetri. Más tarde publicó en Holanda, “Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias”, obra que sitúa a Galileo entre los grandes genios de la humanidad. La discusión entorno al problema del conocimiento humano, su validez, sus límites y su método será uno de los ejes fundamentales de la filosofía de la época.
Racionalismo Y Empirismo
El objeto central de la filosofía se traslada de la metafísica a la gnoseología. E interesa reflexionar acerca de la capacidad humana de conocer la verdad. Por eso uno de los problemas filosóficos más discutidos de la modernidad es precisamente el del valor y alcance del conocimiento humano. Y puesto que la Ciencia Moderna es el paradigma del conocimiento verdadero, el problema gnoseológico fundamental será determinar de dónde proceden los principios a partir de los cuáles las ciencias obtienen sus proposiciones. Caben dos posibles respuestas: 1. Los principios a partir de los cuales derivamos todo conocimiento científico proceden de la experiencia sensible. 2. Proceden del propio entendimiento. La primera es defendida por los empiristas, mientras que la segunda por los racionalistas. Bacón, el mismo que defendía un método objetivo para las ciencias y propónía acabar con los prejuicios que impiden el avance del conocimiento, describíó en su obra «Novum organum» los dos tipos de científicos que existían en su época. Utilizó para ello una metáfora que comparaba a los racionalistas (hombres de dogmas) con arañas, y a los empiristas (hombres de experimentos) con hormigas. Pensaba que el modelo ideal, que era una mezcla de ambos, el proceder de la abeja.
EL Racionalismo
Filosofía según la cual el conocimiento de la realidad puede ser construido a partir de ideas innatas que están en nuestra razón. Afirmaciones fundamentales del Racionalismo: 1. Nuestro conocimiento acerca de la realidad puede ser construido deductivamente a partir de ciertas ideas y principios, y 2. Que estas ideas y principios son innatos al entendimiento. Descartes es racionalista porque considera que la garantía de la verdad del conocimiento es racional. Afirma que “ni la imaginación ni los sentidos pueden asegurarnos nunca cosa alguna, como no intervenga el entendimiento”. Descartes duda del conocimiento proporcionado por los sentidos, y sin embargo admite el conocimiento científico acerca del mundo físico. Es evidente que admite implícitamente el conocimiento que procede de los sentidos, pero sólo si se ajusta a los principios de la razón, y si se obtiene aplicando con todo rigor las reglas del método.
SPINOZA: Expresa claramente la tesis racionalista que se identifica como uno de los supuestos básicos del Racionalismo. Estaba convencido de que la realidad tiene una estructura geométrica.
La obra más importante de Spinoza se titula “Ética demostrada según el orden geométrico”.
Leibniz: El más radical de los racionalistas, que afirmó que todas las verdades pueden ser conocidas a priori, por el razonamiento puro y sin que intervenga la experiencia.
EL Empirismo INGLÉS
Filosofía según la cual el origen y valor de todos nuestros conocimientos depende de la experiencia. El Empirismo existía ya antes de la Edad Moderna. Nos referiremos aquí al Empirismo inglés, cuya principal carácterística es el hecho de que supone una respuesta al Racionalismo del Siglo XVII y una lucha contra los conceptos de la metafísica tradicional en los que el Racionalismo había hallado su fundamento. Descartes había dejado sentada una concepción de la razón que el Empirismo criticará duramente. La razón es para Descartes una fuerza única (es igual en todos los hombres y todos la poseen en la misma medida), infalible (no puede fallar mientras aplique bien el método que le es propio) y omnipotente (extrae de sí misma su material y sus principios fundamentales que son innatos). Este concepto cartesiano de razón tuvo que buscar en la metafísica un fundamento que la legitimara como base del conocimiento, un fundamento capaz de proporcionar certeza. El Empirismo inglés terminará con ese concepto de razón.
LOCKE: La afirmación principal del Empirismo es que no existen ideas innatas: Nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos. Locke dedicó la primera parte de su “Ensayo sobre el entendimiento humano” a demostrar que no existen ideas innatas.
Locke toma nuestras ideas más complejas y las descompone en otras más simples a fin de descubrir de dónde proceden, para estudiar después cómo se combinan para dar lugar a las ideas más complejas. Una idea es para Locke, un contenido de conciencia. Para Locke, toda idea es una representación de un objeto exterior a la mente. Distingue entre ideas simples e ideas complejas. Entre las ideas simples las hay de sensación y de reflexión. Entre las ideas complejas, la más importante es la idea de substancia.
Hume: Máximo representante del Empirismo inglés. Su influencia en la historia de la filosofía ha sido enorme. Es un autor cargado de sentido común, que se niega a aceptar presupuestos dogmáticos y asume las últimas consecuencias de esa actitud, aun cuando tenga que renunciar por ello a la certeza.
Hume distingue dos tipos de contenidos de nuestra mente: impresiones e ideas. La diferencia entre unas y otras está en su grado de viveza. Esto se convertirá en método de decisión para saber cuáles de nuestras ideas tienen fundamento y cuáles no. Hume distingue entre el conocimiento de hechos y el conocimiento de las relaciones existentes entre las ideas.
El escepticismo humeano. La aplicación de este método lleva a Hume a criticar todos los conceptos de la metafísica tradicional: Dios, el mundo y hasta el propio yo. La conclusión de su filosofía es que no es la razón la guía de nuestra vida, sino la creencia.
EL DISCURSO DEL MÉTODO
“Discurso del método para conducir bien la razón y buscar la verdad en las ciencias” publicado por primera vez el 8 de Junio de 1637 en Leyden, Holanda, como prefacio de la Dióptrica, los Meteoros y la Geometría. La obra se publicó sin el nombre de su autor, por la libertad de expresión. Giordano Bruno había sido quemado vivo en la hoguera en el año 1600 por defender la infinitud del universo, y Galileo obligado a abjurar de sus teorías y condenado a prisión perpetua. Descartes había concluido ya su “Tratado sobre el Mundo”, en el que defendía el movimiento de la tierra. Mersenne le aconsejó que si lo publicaba lo hiciera incluyendo como prólogo el “Discurso del Método”, pero finalmente Descartes prefirió no arriesgarse. El tratado no se publicaría hasta 1664. El Discurso del método es una especie de autobiografía intelectual de Descartes, y está dirigida al gran público: escrita en francés y en un lenguaje y estilo sencillos. La parte cuarta, fue incluida por presiones del editor. Descartes no estaba convencido de hacerlo porque contiene sus ideas metafísicas, algo más difíciles de entender que el resto de la obra.
LAS REGLAS DEL MÉTODO PROPIO DE LA RAZÓN
Descartes es considerado el iniciador de la filosofía moderna. Es el primer hombre de alta capacidad filosófica cuyo criterio está influido de modo profundo por la nueva astronomía y la nueva física. Su propósito es construir de nuevo el edificio del saber desde los cimientos. A Descartes le interesa la ciencia, pero sobre todo la validez del conocimiento. Esa seguridad respecto del conocimiento es lo que se llama certeza, y en ese sentido podemos decir que la filosofía cartesiana es la búsqueda de un criterio de certeza. Su propósito es estudiar la estructura de la razón para encontrar así el método más adecuado para el conocimiento. Los modos de conocimiento propios de la razón son:
INTUICIÓN: La intuición es el conocimiento claro y distinto de una idea presente a nuestra razón de tal modo que no podemos dudar de ella. DEDUCCIÓN: es el modo de conocimiento por el cual derivamos conclusiones necesarias a partir de ideas conocidas con certeza. La deducción es una sucesión de intuiciones entre las cuales la razón encuentra conexiones.
Estas son las dos formas de conocimiento que utiliza nuestra razón, y las únicas que pueden proporcionarnos la seguridad de nuestros conocimientos. Descartes formula las Reglas Del Método:
1. Principio de evidencia: No admitir como verdadero lo que con toda evidencia no sea reconocido como tal. Hay que admitir como verdadero sólo aquello que se presente a nuestra mente de forma tan clara y distinta que no podamos ponerlo en duda. 2. Regla del análisis: Dividir cada una de las dificultades que se presenten en tantas partes cuantas hagan falta, hasta llegar a las más simples, comprensibles clara y distintamente. 3. Regla de la síntesis: Ordenar todos los conocimientos comenzando por los más simples e ir avanzando por pasos elevándose gradualmente hasta los más complejos. (Deducción) 4. Enumeración: Hacer de todo este proceso enumeraciones para estar seguros de no haber omitido nada.
LA DUDA METÓDICA
Todo el método cartesiano se apoya en el concepto de evidencia. Es evidente aquello de lo que no podemos dudar. Debemos someter a duda todos nuestros conocimientos para saber cuáles son indudables. Se trata de una duda metódica, y no escéptica. La filosofía de Descartes está presidida por la confianza en la posibilidad de alcanzar la verdad, y la duda es sólo un instrumento para ello. Mediante distintos argumentos de duda, va poniendo entre paréntesis la mayor parte de sus conocimientos; destruye el edificio del saber para construirlo de nuevo sobre verdades indudables. Debemos dudar de todo lo que proceda de los sentidos. Descartes se queda sin ninguna verdad indudable, excepto la de las matemáticas, que son evidentes. Pero incluso sobre las matemáticas hemos de ser precavidos porque cometemos errores en nuestros razonamientos (paralogismos).
LA PRIMERA VERDAD: EL COGITO
Descartes descubre algo de lo que no es posible dudar: la propia conciencia, el yo. Aunque exista ese genio maligno dispuesto a engañarme siempre, hay algo sobre cuya verdad no puede engañarme: mi existencia. «Pienso luego existo», he aquí una verdad que no puedo poner en duda. Descartes descubre así la evidencia del yo, un yo concebido como substancia pensante, como conciencia, como pensamiento. Puedo dudar de mi cuerpo, pero no de mi yo pensante; en eso consiste el yo.
Descartes descubre la evidencia del cogito, pero resulta ser un yo completamente desligado del mundo, un yo al que le es imposible salir de sí mismo. Así, la filosofía cartesiana, tratando de escapar de la duda, ha caído en el solipsismo, teoría según la cual el mundo se reduce a la conciencia, no es más que una representación del yo que lo piensa. Descartes buscaba una verdad sobre la que levantar el edificio sólido del conocimiento, y se encuentra con un yo sobre el que, al parecer, no se puede construir nada. Para salir del solipsismo, Descartes recurrirá a la idea de Dios. Si Dios existe, no es posible que permita que yo me engañe siempre.
La existencia de Dios será la garantía de que las cosas que comprendo clara y distintamente, son verdaderas.
LA EXISTENCIA DE Dios
El punto de partida para la demostración de la existencia de Dios es el yo y sus ideas. El yo posee ideas que existen en el entendimiento. Descartes analiza las ideas que encuentra en el yo y las clasifica en tres grupos: INNATAS:aquellas que han nacido conmigo. ADVENTICIAS:las que parecen venir de fuera. FACTICIAS:Las formadas por mí. Pero hay una idea innata, la idea de Dios, que no puede haber producido yo, pues tal idea contiene perfecciones que yo no poseo, y lo menos perfecto no puede ser causa de los más perfecto. Esa idea ha de tener necesariamente una causa, que no puede ser otra que el mismo Dios. Descartes utiliza argumentos de demostración de la existencia de Dios, como la prueba ontológica, y otra basada en el hecho de que soy imperfecto y por tanto no puede ser causa de mí mismo, pues me habría dado todas las perfecciones que concibo. Una vez reconocida la existencia de Dios, el criterio de evidencia encuentra su garantía. Dios, que es un ser perfecto y bueno, no puede permitir que me engañe. Por tanto la razón, siempre que se use aplicando con rigor las reglas del método, es un instrumento capaz de alcanzar la verdad. Descartes dice que “ni la imaginación ni los sentidos pueden asegurarnos nunca cosa alguna, como no intervenga el entendimiento“, (no rechaza la experiencia, pero sólo la razón proporciona certeza a lo que observamos). Esta es una idea muy importante en la ciencia moderna, saberes que necesitan de la experiencia, son científicas en la medida en que pueden ser explicadas matemáticamente, es decir, en la medida en que la razón da sentido a la experiencia. En esta nueva concepción moderna del universo, no hay lugar para el milagro ni para la sinrazón. En cuanto a la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño, señala que si nuestras ideas son evidentes, poco importa que estemos dormidos o despiertos.
LA EXISTENCIA DE Dios: UNA DEMOSTRACIÓN CIRCULAR
La existencia de Dios salva la filosofía de Descartes del escepticismo. Para demostrar la existencia de Dios utiliza razonamientos que considera ciertos, es decir, claros y distintos, cayendo en una argumentación circular: Si las ideas claras y distintas no son fiables a menos que conozcamos la existencia de un Dios que las garantice, entonces no podemos utilizarlas para demostrar su existencia, puesto que antes de dicha demostración no podemos emplearlas como premisa seguras. Descartes admite que nuestras certezas están garantizadas por la existencia de Dios, pero parece no darse cuenta de que ha podido demostrar que Dios existe dando por válida la regla de certeza. En 1642, el rector de la universidad de Utrecht lanzó formalmente la acusación de ateísmo contra Descartes. Pese a que en su obra se demuestra la existencia de Dios, éste queda reducido a un principio abstracto y metafísico. Y no hay lugar en la concepción del filósofo para el Dios de la Biblia. Trece años después de su muerte, todos sus libros fueron incluidos por la iglesia en el índice de libros prohibidos.
La filosofía de Descartes no es atea, pero es deísta sin lugar a dudas. Dios crea un mundo material que funciona de acuerdo con leyes mecánicas, racionales, y crea una conciencia, un pensamiento, capaz de conocer ese mundo.
INFLUENCIAS
La obra de Descartes señala el momento en que el pensamiento europeo rompe con el criterio de autoridad y abraza el ideal de la razón. Descartes es crítico con la Escolástica y con la filosofía de Aristóteles. Dos ideas del Racionalismo cartesiano que constituían también importantes pilares del platonismo: 1. La desconfianza en los sentidos como fundamento del conocimiento. 2. La afirmación de que son las ideas la fuente del conocimiento.
También de la filosofía medieval recibe Descartes alguna influencia. Sus demostraciones de la existencia de Dios están evidentemente emparentadas con la propuesta por Anselmo de Canterbury, a partir de la idea de un ser perfecto, Dios, se concluye su existencia. Está claro que Descartes no parte de los sentidos, pero sí hay una aplicación similar del principio de causalidad: dado un efecto, queda demostrada la existencia de su causa. Diferencia entre las demostraciones medievales y la de Descartes: aquellas tenían un propósito teológico, mientras que para Descartes el objetivo es filosófico. Descartes es el iniciador de la filosofía moderna y, en ese sentido, es mucho mayor la influencia que su obra tiene en la filosofía posterior que la que recibe del pasado. Con Descartes se plantea por primera vez el problema gnoseológico del idealismo. En el lenguaje común, el idealista es el que pone los ideales: sus ideas por encima de la realidad concreta que le rodea. En la Historia de la Filosofía el idealismo se inaugura con Platón, pero más tarde Descartes iniciaría, sin quererlo, una nueva forma de Idealismo, y después de Kant, la Filosofía alemana del Siglo XIX será conocida como “Idealismo Alemán”. Dos formas de idealismo: el metafísico (hace referencia a la realidad) y el gnoseológico (al conocer). Cuando hablamos de idealismo gnoseológico, nos referimos al pensamiento iniciado por Descartes al señalar la primacía del yo. No pensamos cosas, pensamos ideas. Descartes, el fantasma del idealismo, y de su forma extrema, el solipsismo, ha recorrido la Historia de la Filosofía. De este mismo idealismo fue acusado Kant.
Otro de los temas que Descartes plantea en su obra es el de la relación mente cuerpo. Para este autor, alma y cuerpo son substancias separadas. La filosofía actual, basada en los descubrimientos de las neurociencias, ha abandonado el llamado “Error de Descartes“. La ciencia ha probado suficientemente que la mente está en el cerebro, y la filosofía se ocupa de reflexionar acerca de ese extraño fenómeno que es lo mental como un proceso ligado a los procesos neuronales.