Nietzsche:transmutación de los valores (pdf)

CONTEXTUALIZACIÓN

A)

Crepúsculo de los ídolos, o cómo Se filosofa con el martillo (1889) es una de sus últimas obras que escribe con La creatividad que antecede a su colapso mental que terminará con su lucidez. El título original que tenía proyectada para esta obra era “Ociosidades de un Psicólogo”, y fue un compendio de sus “heterodoxias esenciales”. El titulo Parodia el título de la obra de Wagner “El crepúsculo de los dioses”. Aunque no Tenía proyectado editar nada hasta la que sería su gran obra (nunca editada en vida)
, “La transvaloración de los valores” (editada póstumamente como “La Voluntad de poder”), sin embargo dio varios trabajos a la imprenta, de los Cuales el texto que analizamos y “El Anticristo” son los más importantes. Otras Obras importantes del autor son: “El Nacimiento de la Tragedia” que es su Primer libro importante y que tanta polémica causó. En él expone no sólo la Génesis de un género literario, sino que siguiendo a Schopenhauer y Wagner Establece lo que llama una “Metafísica del Artista”. En este trabajo aparecen Los términos de Apolíneo y Dionisíaco, y con ellos nos dice que el Mundo es un Reflejo de la tensión de esas dos fuerzas estéticas que representan Respectivamente el orden, la medida, la luz, la razón, pero también la danza, La oscuridad, lo informe, lo irracional…Los Griegos supieron recrear un mundo Apolíneo porque tenían la valentía de no renunciar a ningún aspecto de la vida, Porque aceptaban el fondo dionisíaco de la existencia. Pero esta armónía Sucumbíó con Sócrates y la filosofía de Platón: desde ese momento la filosofía Solo se reconcilia con lo racional y se olvida del fondo dionisíaco. De este Período considerado “ROMántico” se retractó tras su ruptura con su amigo Wagner Y la renuncia de las tesis pesimistas de Schopenhauer. Otras obras de Transición y que pertenecen al denominado período “Positivista” son: “Humano Demasiado Humano”, “La Gaya Ciencia”, y “Sobre verdad y mentira en sentido Extramoral”. En estos textos ya empiezan a percibirse los grandes temas del Autor como crítico de la cultura. El hombre ha inventado la verdad para poder Sobrevivir porque no soporta la inseguridad y el miedo del caos del devenir. Pero esta huida es cobarde y es un atentado contra la vida, pues pone la Importancia en un Mundo inteligible pero vacío. Para él nuestras verdades son Interpretaciones, errores que se han cristalizado en el lenguaje. Pero el Origen del lenguaje es siempre metafórico, no refleja la realidad, sino que la Difiere. Por esto denuncia la cultura de tipo metafísico. Pero la obra más famosa De nuestro autor es “Así habló Zaratustra” que pertenece al período en el que Presenta sus grandes temas: La muerte de Dios, El Nihilismo, El Superhombre, El Eterno Retorno, La voluntad de Poder. Como primer profeta, pero como también el último, Zaratustra viene a traernos el mensaje de la Muerte de Dios. El ateísmo De Nietzsche no significa sólo que hayamos dejado de creer en un Dios único y Trascendente, sino que implica la pérdida de sentido de la verdad, del bien, de La justicia, de la belleza; pues Dios era la garantía de que estos valores Tenían un sentido en sí. Este “Nihilismo”, esta falta de sentido de los valores Más importantes hasta ahora dejan

sin referentes a la humanidad, Que se refugia en otros analogados funcionales: el progreso, la sociedad sin Clases, la moral, la ciencia…Es la reacción del Nihilismo pasivo. La historia De Occidente es la historia del Nihilismo, pues en realidad la cultura Occidental se había apoyado en la nada. Esto era un síntoma de degeneración de Los instintos, de decadencia. La superación del Nihilismo vendrá de la mano del Superhombre, su propuesta antropológica: el que dice sí a la vida, pero también A lo espantoso, a lo terrible. El Superhombre quiere el Eterno Retorno, quiere Vivir como si todo se tuviera que repetir infinitas veces. Si no existe nada Trascendente al devenir, si no hay un Mundo Inteligible, tampoco hay ya un Mundo aparente que simplemente pasa; por consiguiente, el momento es eterno. Una pluralidad finita de fuerzas que fluyen en un tiempo infinito están Condenas a repetirse en un número infinito de veces. Esto implica que el Mundo No tiene un fin, una meta, pues ésta ya debería haberse producido. Su Período De madurez está ya marcado por estos grandes temas, las obras más Significativas son: “Genealogía de la Moral”, “Más allá del Bien y del Mal” y Las arriba abordadas “Crepúsculo de los Ídolos”, “El Anticristo” y “Ecce Homo”. Sobre la base de sus grandes temas realiza una crítica feroz y mordaz sobre la Cultura. Así lo hace sobre la moral a la que considera una actitud de esclavos, Pues etimológicamente bueno significaba el noble, el héroe, el valiente, el Aristócrata; pero de ningún modo la humildad, la pobreza, la compasión. La Moral Cristiana quiso nivelar las montañas y los valles, por el odio y la Venganza que los más débiles sentían por los más fuertes. La moral de la Represión contra la vida es un síntoma de enfermedad y degeneración de los Instintos. La vida es expresión de la voluntad de poder, no debemos caer en el Pesimismo de Schopenhauer; decir no a la vida en el artista y el genio. La vida Quiere la afirmación, su conservación y expansión, busca el poder. Cualquier Igualación en la humanidad atenta contra la libertad. Por eso nuestro autor Cree en los grandes hombres y rechazó cualquier tipo de anarquismo o Socialismo, en los que apreciaba restos de Cristianismo

En cuanto a la estructura y Contenido de la obra siguiendo las tres metamorfosis anunciadas en Zaratustra, Equivale al león que rompe, pisotea y destruye todos los valores establecidos. Ruge contra la filosofía kantiana y contra el cristianismo que corrompen al Individuo. Pero también ruge contra la ideología nacionalista alemana. 


Nietzsche pretende derribar a martillazos las estructuras en las que los falsos ídolos se levantan, para eliminar el envenenamiento y la calumnia a la que la moral ha sometido al ser humano y que ha debilitado sus instintos. Un primer apartado nos ofrece cuarenta y cuatro breves y brillantes aforismos. Nietzsche ejercita su puntería contra la mujer, el Reich alemán, el filósofo, la moral, el arte, la ciencia: todos quedan tocados. El segundo apartado es una monografía acerca de Sócrates. Nietzsche vuelve aquí a su primera época: «el problema Sócrates» tema central de El nacimiento de la tragedia, es sometido una vez más a examen. Sócrates fue un plebeyo, nos dice Nietzsche; fue, además, feo; y por tanto, un criminal; en suma: un enfermo, un decadente. Sus instintos se disgregaban. Y la medicina inventada por él para

combatir el mal (la dialéctica, la racionalidad) no fue, a su vez, otra cosa que un síntoma de la dolencia que le corroía. Y Sócrates quiso morir, esto es: se suicidó por manos de los jueces atenienses. El apartado tercero, el que nos ocupa, «La razón en la filosofía», es, sin duda, central en esta obra. La idiosincrasia, lo peculiar pero también lo que tiene de idiota (etimológicamente idio-), del filósofo se resume en esto: en su odio a la noción misma de devenir y, en consecuencia, en su odio a la vida. La filosofía anterior (con la excepción de Heraclito) ha sido obra del resentimiento. La razón en filosofía es la causa de que nosotros falsifiquemos el testimonio de los sentidos. Nietzsche acaba este apartado con cuatro tesis, en las que resume toda su metafísica. Un ataque frontal a la «moral» en todas sus formas, desde el Nuevo Testamento hasta Schopenhauer, es el contenido del quinto apartado. La moral, dice Nietzsche, tiende a aniquilar las pasiones a causa de la estupidez existente en ellas. Tiende, pues a castrar al hombre; y es, en consecuencia, una rebelión contra la vida, algo que va contra la naturaleza. Pero, dice Nietzsche, con ironía, la medicina preconizada por la moral equivale a extraer los dientes para que éstos no duelan. El apartado sexto, dedicado a poner de manifiesto «los cuatro grandes errores», se halla en íntima conexión con el tercero. Los cuatro grandes errores son cuatro errores psicológicos que tienen graves consecuencias morales. Estos cuatro errores son: el error de la confusión de la causa con la consecuencia; el error de la causalidad falsa; el error de las causas imaginarias y el error de la voluntad libre. La moral y ¡a religión, dice Nietzsche, caen bajo este concepto de causas imaginarias. El apartado séptimo, dedicado a aquellos que ven su misión en «mejorar» a la humanidad constituye una ejemplificación concreta de lo que significa la moral corno contranaturaleza. La mejora perseguida por la moral y la religión ha consistido siempre en poner enfermos a los hombres, en debilitarlos, en castrarlos. A partir de este momento cambia de atmósfera la obra. Lo que viene a continuación es como un «segundo libro», con otros temas y con otro tratamiento. Hasta ahora Nietzsche se ha mantenido en un tono más bien teórico, discursivo. Ahora llega el instante de las confesiones, incluso de la autobiografía. «Lo que los alemanes están perdiendo» (apartado octavo) es la sección más melancólica de todo el libro. Nietzsche echa una mirada a su patria; la amargura que ésta le produce no le un pide ser justo. En pocas líneas traza Nietzsche uno de los mejores elogios de Alemania escritos nunca. Alemania tiene virtudes más viriles que las que ningún otro país de Europa puede exhibir. Mucho buen humor y mucho respeto de sí, mucha seguridad en el trato, en la reciprocidad de los deberes, mucha laboriosidad, mucha constancia. Y una moderación hereditaria, que más que del freno necesita del acicate. Añado que allí todavía se obedece sin que el obedecer humille… Y nadie desprecia a su adversario…» 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *