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*Educación
Ejercicio por el que el maestro guía al alma para que recuerde por sí misma la verdad que ya tiene en sí (innatismo). Esta concepción se opone a la sofista, que la define como “transmisión” de unos contenidos y técnicas (retórica)
Fuego
Imagen que representa al sol. El fuego hace posible todo lo que sucede en la caverna: sin el fuego no habría vida ni conocimiento. Del mismo modo, el sol hace posible la vida de los demás seres sensibles
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Escarpada y empinada cuesta
Imagen que representa la dificultad que supone pasar del conocimiento sensible, la opinión (interior de la caverna), al conocimiento de lo inteligible, la ciencia (exterior)
Las cosas de arriba
Expresión con la que Platón se refiere a los seres del exterior de la caverna. Esta imagen representaba a los seres inteligibles
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Prisioneros
Aquellos que viven encadenados en la caverna. Representan las almas ignorantes
Sombras proyectadas
Imagen con varios sentidos. Pueden ser las sombras de los objetos que pasan detrás del tabique o las sombras de los prisioneros. Ambas representan a las imágenes, el tipo inferior de seres sensibles. En segundo lugar, pueden ser las sombras de los seres del exterior, que representan a los objetos matemáticos, los seres inteligibles inferiores.
++*Sócrates: T. La vida del alma ignorante y la de la educada
*Imagínate: T. Epistemológico *Y si a: Ontoepistemológico
++Justificación desde la posición filosófica del autor:
Las tesis identificadas en el fragmento cobran pleno sentido si las situamos en el marco del pensamiento platónico. Así podremos justificar por qué Platón defiende unas posiciones y se enfrenta a otras.
Como vimos en el contexto, la filosofía de Platón es una respuesta a la ético-política de su tiempo. La alternativa al relativismo ético y al convencionalismo político de los sofistas es un Estado basado en el conocimiento de verdades absolutas. En este Estado ideal, la independencia entre ética y política es evidente, pues según Platón, solo alcanzaremos un Estado justo cuando cada ciudadano cumpla con la función para la que está naturalmente dispuesto, es decir, cuando sea justo. Pero para determinar cuándo alguien actúa bien, habrá que analizar su naturaleza, pues la definición de bien, frente a lo que defendían los sofistas, no surge del acuerdo social, sino de la naturaleza del individuo.
Pues bien, Platón define al ser humano como un alma unida temporal y accidentalmente a un cuerpo que es su cárcel y del que tiene que escapar (ascetismo) si quiere abandonar la ignorancia. Como hemos indicado en la cuestión 2.B, la antropología dualista de Platón se muestra mediante la imagen de los prisioneros (calmas) encadenados (cuerpos). Los conflictos entre, por un lado, nuestra razón, y nuestros deseos y pasiones por otro, llevan a Platón a concluir que el alma tiene una estructura tripartita: racional, irascible y concupiscible.
La ética platónica está en sintonía con esa antropología. El ser humano actuará bien cuando cada parte del alma se comporte conforme a su virtud: cuando la concupiscible sea moderada, la irascible valiente y la racional sabia, se conseguirá un individuo justo. Ahora bien, puesto que la sabiduría es esencial para la justicia, la vinculación entre educación y ética se hace evidente. Por eso, el Estado ideal se tiene que construir sobre la sabiduría, que consiste en el conocimiento de las verdades absolutas, lo que nos lleva a la onto-epistemología platónica y nos permite volver al texto.
Al comentar el fragmento vimos que los prisioneros representan a los hombres ignorantes, que solo conocen imágenes. Por tanto, es necesario superar las apariencias para alcanzar la verdad: el mundo inteligible. Este mundo formado por seres inmateriales, necesarios, universales y, por tanto, siempre verdaderos. Hay dos tipos: los objetos matemáticos, los inferiores, y las ideas, los superiores. Estas están organizadas jerárquicamente y culminadas por la idea del Bien. Así, el Bien no surge del acuerdo o de la votación democrática, sino que es un ser objetivo que hay que descubrir racionalmente.
En consonancia con esta ontología, Platón distingue entre opinión y ciencia. De la primera hemos hablado al comentar el fragmento. La ciencia, el saber verdadero, solo se alcanza conociendo las ldeas de las que acabamos de hablar. Por eso, solo quienes conozcan esas Ideas, los sabios, dirigirán un Estado ideal (intelectualismo moral) que se dedicará a que los ciudadanos alcancen la justicia, y sus almas vuelvan a su lugar natural, el mundo de las Ideas. Este es el objetivo último del Estado platónico.
++Sócrates: / relación del tema o del autor…
Comparamos a Platón con el pensamiento sofista en su vertiente política. Para los sofistas, la legitimidad (validez) de las leyes y estrusturas del Estado es consecuencia del acuerdo entre los ciudadanos. Por eso, la virtud política consiste en el éxito a la hora