EPÍGRAFE I: descripción de la caverna
La metáfora de la caverna debe entenderse como una alegoría o representación de la condición de la naturaleza humana, cuando se encuentra en la ignorancia (ausencia de educación y auténtico conocimiento) y la esclavitud (costumbres, opiniones, falsas creencias).
Es importante descifrar el significado de los diversos elementos de la alegoría:
Los prisioneros, el prisionero liberado, las cadenas, los objetos del interior de la caverna (sombras y estatuas), el fuego.
Hay que analizar las actitudes de los prisioneros ante la situación de ignorancia y esclavitud: perplejidad, aferrarse a los prejuicios, dolor ante el proceso de liberación.
Es importante también, establecer una relación entre el lenguaje metafórico de los elementos de la alegoría y la distinción entre mundo sensible y mundo inteligible (dualismo ontológico)
Y entre opinión y conocimiento científico (dualismo epistemológico)
.
EPÍGRAFE II: ascensión hacia el mundo de arriba
El proceso de liberación del prisionero debe entenderse como una imagen del proceso que debe seguir el filósofo en su educación como gobernante:
salida de la caverna (mundo de la ignorancia) hasta la contemplación del sol (mundo donde es posible la sabiduría). La liberación es un proceso difícil y lleno de obstáculos, puesto que supone un cambio profundo en el prisionero liberado tanto en sus actitudes como en su forma de comprender (conocer) la realidad. El proceso de liberación no finaliza hasta que el prisionero liberado (el filósofo) no desciende de nuevo a la caverna para liberar a los que allí permanecen (debe organizar la ciudad una vez conocida la verdad), su misión es tan difícil e incomprendida que hasta podría costarle la vida; alegoría también de la dificultad del saber como de la acción política.
EPÍGRAFE III: interpretación dE LA ALEGORÍA de la caverna
La idea de Bien que Platón representa mediante la metáfora del sol, constituye el fundamento último de la toda su filosofía:
a) es el fundamento de toda realidad (interpretación ontológica) de las Ideas y del mundo inteligible, y también de las cosas materiales y sensibles.
b) es el fundamento de la posibilidad de alcanzar la verdad (interpretación epistemológica), de poder conocer la realidad de modo racional e inteligible.
c) es el fundamento de la vida moral y de la organización social (interpretación ética y política de la alegoría de la caverna). El gobierno de la ciudad exige el conocimiento previo de la idea de Bien.
EPÍGRAFE IV: concepto de educación (PAIDEIA)
Analizaremos las teorías que sobre la educación tienen los filosos Sofistas y Platón.
Para los Sofistas la educación es a la vez un proceso de transmisión de conocimientos (del maestro) y de aprendizaje por parte de los estudiantes. Además, para los sofistas la educación tiene sólo un fin práctico, nunca es un fin en si mismo la búsqueda de conocimientos, que favorece el éxito en las relaciones sociales y en la actividad política. Por ello será importante la enseñanza de la retórica: el arte de hablar bien para convencer.
Para Platón, por el contrario, la educación es el arte de conducir al ser humano (al alma) hacia el mundo de las ideas consiguiendo el recuerdo de estas ideas que ya poseía en el alma (teoría de la reminiscencia)
, y que olvidó. Exige, por lo tanto, la participación activa de la persona que se educa. La educación supone para Platón una terapia o tiene también un carácter correctivo: facilitar que el alma aparte su visión de lo sensible y cambiante para dirigirla hacia lo verdadero e inmutable, las ideas. El objetivo de la educación para el filósofo es formar ciudadanos capaces de gobernar, y sólo podrán hacerlo una vez que siguiendo el proceso educativo, hayan descubierto la verdad, el Bien.
EPÍGRAFE V: justificación de la teoría del filósofo-gobernante
Platón desarrolla aquí la interpretación política de la alegoría de la caverna.
Aquellos que han sido educados en la filosofía deben gobernar y dirigir el Estado, abordando el problema del gobierno de la polis desde dos perspectivas:
Por una parte, realiza una reflexión sobre el papel de la ley y la justicia en el Estado que tienen la función de establecer la armónía entre las clases sociales. El Estado, desde la posición organicista de Platón, tiene como función garantizar la prioridad del bien común (felicidad de la ciudad entera) sobre los intereses individuales.
Por otra parte, expone las razones que obligan a gobernar a los filósofos, que no son mas que las de solidaridad frente a la ciudad: están en deuda con la misma porque son los más sabios, porque desprecian los honores y riquezas materiales, y porque gobernar se considera un deber y un servicio aún a costa de sacrificar parcialmente la felicidad personal (la dedicación al estudio y la filosofía).