Hegel tesis

  1. Las influencias recibidas

Para hablar de las influencias que recibe Marx, en primer lugar debemos hablar del primer filósofo importante que aparecíó en Europa tras la muerte de Kant. Este filósofo fue Hegel.
Nacíó en 1770, en Stuttgart. Conocíó la filosofía de Rousseau y Kant, y siendo joven, junto a compañeros como Schelling o Holderlin, que luego se convertirían en grandes escritores, recibíó con una gran alegría la toma de la Bastilla. Se traslado a la ciudad alemana de Jena, donde escribíó su gran obra, La fenomenología del espíritu. Posteriormente, dará clase en Heidelberg y Berlín. Su filosofía, de gran éxito en su momento, defendíó la creación de un gran Imperio prusiano, que sería el germen de la idea de un gran Imperio alemán. Murió de cólera en 1831.

Hegel es considerado el último filósofo de la historia que crea un inmenso sistema filosófico que se denominará Idealismo. Se verá tremendamente influido por las ideas ROMánticas.

 Pertenece a un grupo de pensadores que después de la Ilustración, se plantearon un tema importante. Ya sabemos, porque los ilustrados nos lo han enseñado, que lo que decían en la Edad Media de que la historia tiene una finalidad dada por Dios es falso. No es cierto que la historia tome el rumbo dirigido por Dios. Los filósofos, gracias a la Ilustración, ahora saben que la razón es la que puede dominar y domina la realidad. Todo lo que sea irracional (como por ejemplo el feudalismo, o las supersticiones) puede ser sustituido por nuevos sistemas racionales.

Así, Hegel se va a plantear: ¿tiene algún sentido la historia? Sí tiene un sentido, es un sentido racional. La historia se dirige a la libertad de los seres humanos (influencia del Romanticismo). El sentido consiste en dirigirse al espíritu que poseía la cultura griega, y que se perdíó: la coincidencia de la mentalidad individual, de cada persona, con los ideales de la polis, de la comunidad. Para Hegel, la historia es el desarrollo del espíritu, de lo que él denomina la Razón. Pero no se refiere al espíritu tuyo o mío, sino a un Espíritu Absoluto, que se encuentra en toda la realidad, que consistiría en el desarrollo de la humanidad hacia un fin. 

TEXTO 1

Una de las cuestiones que se plantea Hegel es ¿cómo se desarrolla el Espíritu Absoluto? ¿Cómo se va desarrollando la historia para dirigirse al fin? La respuesta es la dialéctica, que consiste en un proceso evolutivo formado por tres momentos: la tesis, la antítesis y la síntesis. El ejemplo que pone Hegel no es especialmente bueno. Una bellota (tesis) está preparada para ser encina. Pero sólo es encina, si se suprime o se niega como bellota (antítesis). Las bellotas de esa nueva encina (síntesis) encierran una realidad nueva, que ha superado la primera bellota, la semilla, y el árbol nacido de ella. Lo que quiere decir Hegel, es que en la historia, y esto lo podemos ver perfectamente en el desarrollo de sistemas políticos o artísticos, un momento determinado (tesis) siempre es seguido de un momento opuesto (antítesis). Del enfrentamiento entre la tesis y la síntesis, surge una tercera realidad, la síntesis, que supera a los dos anteriores. Un ejemplo lo vemos en el arte. El ROMánico será superado por un arte completamente opuesto, el gótico. Del enfrentamiento de estas dos formas de ver el arte surgirá, como síntesis, el Renacimiento. ¿Y no se podría esto aplicar a los sistemas políticos que se suceden en los países, cuando de una etapa conservadora se suele pasar a una nueva etapa progresista, y posteriormente a una postura más moderada? ¿Y no podría ser que cuando somos niños vemos a los padres como dioses (tesis), y al ser adolescentes los vemos como demonios (antítesis), hasta que es en la madurez cuando los vemos de una forma más lógica (síntesis)?

Como vemos, la dialéctica integra todo lo que ocurre para darle un sentido dialéctico, racional por tanto. Por eso, una de las afirmaciones más famosas de Hegel será “Todo lo racional es real, y todo lo real es racional”. Esto es, no hay nada en el desarrollo de la historia que podamos considerar fuera de la dialéctica, fuera de la razón. Todo lo que ocurre forma parte de un sistema racional.

A partir de estas ideas, Hegel, como hemos dicho, creará un inmenso sistema filosófico desde el que explicará la ciencia, el arte, la lógica, la religión, la política, la ética, el conocimiento, la historia… Como hemos señalado antes, es considerado el último gran sistema de la historia de la filosofía. Hegel es el último gran filósofo que va a hacer una filosofía que abarque todos los temas. A partir de él, cada filósofo se va a centrar más en temas concretos.

La segunda gran influencia del pensamiento marxista será el liberalismo económico.
Los filósofos y economistas liberales como Adam Smith y David Ricardo, sucesores de las ideas políticas y económicas de los empiristas, defenderán por encima de todo que la economía se debe regir por la ley del libre mercado (oferta y demanda), cuyo funcionamiento se regula por una “mano invisible) la interacción de los intereses particulares y la competencia. El bienestar común dentro de la sociedad surgirá de la búsqueda individual del beneficio propio y de la competencia entre los miembros de la sociedad.

La tercera gran influencia de Marx será el Socialismo Utópico.
Frente al individualismo que defendían los economistas liberales, se genera una corriente que defiende los derechos de las clases más desfavorecidas. El término socialista aparece hacia 1830 y recoge un conjunto de teorías        que luchan por la liberación del proletariado. La mayoría de las posturas socialistas anteriores a Marx serán denominadas por él “utópicas”, para diferenciarlas de su propia teoría, que él concibe como científica.

Los socialistas utópicos defendían la creación de sociedades ideales, en las que no existiera la explotación. Muchas de estas teorías serán modelos a imitar por comunas y experimentos anarquistas posteriores. Los principales filósofos que forman esta corriente serán Saint Simón, Fourier y Owen.

Junto al socialismo utópico, Marx recibirá una gran influencia del anarquismo de Proudhon y Bakunin, aunque diferirá con ellos en el rechazo que los anarquistas tienen del estado al que consideran el origen de todas las injusticias de la sociedad. Marx será un duro crítico del anarquismo y del socialismo utópico, ya que ambas doctrinas carecen de rigor crítico. Se limitan a realizar una labor superficial, pero no critican las bases que producen las injusticias sociales. La revolución no puede ser una revolución simplemente moral o ética, como querían los socialistas utópicos. Debe ser una revolución científico-práctica.

TEXTO 4

Finalmente, podemos señalar la influencia de un grupo de filósofos que se conocen como la Izquierda Hegeliana.
Cuando murió Hegel, sus discípulos se dividieron en dos grandes bandos: la derecha y la izquierda. La derecha hegeliana intentó continuar la filosofía de Hegel en relación a la defensa de un estado totalitario. Esta derecha hegeliana tendrá una gran influencia en lo que años después se convertirá en el gran Imperio Alemán. Por otro lado, la izquierda hegeliana se centrará en desarrollar la idea de la dialéctica, intentando usar esa idea para defender una transformación de la sociedad. El principal autor de la dialéctica hegeliana será Ludwig Feuerbach (1804-1872).

Feuerbach partirá en su filosofía de Hegel, pero al mismo tiempo le va a criticar. Mientras que para Hegel todo es Espíritu Absoluto, para Feuerbach todo es materia. Lo originario de la realidad no es un espíritu que, como decía Hegel, se desarrolla a lo largo de la historia, sino que lo originariamente real es lo material.

Además, Feuerbach defiende que la religión no es un paso de la evolución dialéctica del espíritu, como decía Hegel. La religión no es más que una expresión del deseo humano. El secreto de la religión es la antropología. ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente, que la religión no es más que la creación por parte de los hombres de un ser superior en el que coloca los atributos y cualidades humanas, llevadas a la perfección. Es una especie de alienación, es decir, de salir el ser humano de si mismo, para crear un ser diferente a él (el concepto de alienación, como veremos, será decisivo en Marx). La conclusión de Feuerbach es que el ser humano debe superar a Dios para volver a recuperar esas cualidades humanas que puso en él.

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