Ortega contexto histórico

Durante el período que duró la vida de Ortega, España pasó por cuatro etapas políticas distintas: la Restauración de la monarquía después de la I República, la Dictadura del general Primo de Rivera, la II República y la Guerra Civil y los primeros años del franquismo. Europa fue testigo del auge de los totalitarismos y tuvo un gran protagonismo en la I y II Guerra Mundiales. Ortega comienza a publicar en los primeros años del siglo XX, por lo que puede decirse que su vida intelectual abarca la primera mitad de este siglo; sin embargo su nacimiento coincide con el final del Siglo XIX. La España de finales del XIX, es la que contempla la decadencia del Imperio y la que se debate entre la reconstrucción basada en el viejo poder de la aristocracia terrateniente y de una burguésía que pretende realizar su revolución con evidente retraso histórico sobre el resto de las burguésías europeas, y que tuvo su momento estelar en la revolución de 1898 y en el efímero triunfo de la primera república.El Siglo XX contempla también la entrada en la escena del conflicto social a las clases populares – campesinos y obreros industriales- que pugnan por conquistar su poder a través de los partidos obreros y de las organizaciones de masas (anarquistas y socialistas).  A Ortega habría que situarle, junto a Azaña, Madariaga, Américo Castro, Marañón y Pérez de Ayala, dentro de la llamada Generación del 14 que lucha por abrir España a los vientos de la cultura europea. El compromiso de este grupo por la causa de la República, será un ejemplo en el que se anudan la política y la cultura.El mundo social en el que crece Ortega, es un segmento de la burguésía urbana, liberal en lo político, conservadora en lo social y que acepta la idea de que el poder político debe estar en manos de una élite intelectual.La Guerra Civil española, condenó a Ortega al exilio y alejamiento, más espiritual que material, y le obligó a ser no sólo filósofo, sino también periodista, conferenciante, fundador de varias empresas culturales y educador.

En el aspecto cultural, podemos decir que España vive una verdadera “Edad de plata”, baste citar algunos de los nombres más sobresalientes en los distintos campos de la cultura: Menéndez y Pelayo, Giner de los Ríos, Joaquín Costa, García Lorca, Salinas, Ramón y Cajal, Falla, Gaudí, Sorolla, Picasso, Dalí. Ortega se relaciona especialmente con Maeztu, Baroja,J. Ramón Jiménez.. Contribuye a hacer la Universidad y más concretamente la Facultad de Filosofía, junto con García Morente, Zubiri y otros. En el ámbito de la ciencia, y ya en el campo internacional, se pueden rastrear los síntomas del cambio desde años anteriores. En 1900 se publica “La interpretación de los sueños” de Freud, y “Las investigaciones lógicas” de Husserl. En la primera década del Siglo XX surge la teoría de la relatividad de Einstein. Ortega asiste al enorme impulso de las ciencias biológicas e históricas, a la crisis de los fundamentos de las matemáticas, así como a la crisis de la física clásica y nacimiento de la nueva física. Europa empieza a tomar conciencia de que la ciencia puede servir al bienestar del hombre, pero también puede aumentar la capacidad de destrucción de la especie humana. Mientras tanto la situación española en este periodo es analizada por Ortega en su obra “La España Invertebrada”, donde diagnostica el desmembramiento del tejido social español en todos los niveles sociales.


Contexto Filosófico

La respuesta filosófica que Ortega va a dar a esta situación es la apertura de una polémica sobre el valor de la ciencia. Esta polémica reducía el auge del positivismo y daba valor a las corrientes de pensamiento vitalistas, a las posiciones antiidealistas y antiracionalistas. Son los casos de Nietzsche, Bergson y Husserl.La filosofía de Ortega se encuentra entre las corrientes de oposición al idealismo, que surgen en la segunda mitad del Siglo XIX, y más en concreto, en el ambiente de renovación filosófica de los primeros años del Siglo XX. Teniendo en cuenta que la crisis de la ciencia, es síntoma de la muerte de un cierto tipo de racionalidad, en un plano estrictamente filosófico, la crisis del idealismo, comenzó a plantearse en el Siglo XIX, en el conjunto de las reacciones antihegelianas, y tiene una definida expresión en las filosofías vitalistas. El vitalismo es una reacción contra el idealismo.Si bien es este el aire que respira Ortega, no debemos etiquetarlo de vitalista en todo su sentido, ya que su vitalismo se anuda con la razón, dando lugar al raciovitalismo.
El texto que trabajamos, “La doctrina del punto de vista”, corresponde al capítulo X de su obra “El tema de nuestro tiempo”, publicada en 1923, que es la lección de inauguración de su curso en la Universidad de Madrid, en el año académico 1921-1922

El tema central de la obra podría quedar expuesto en dos temáticas:

1.- Es necesario la superación del Racionalismo, que busca un conjunto de verdades eternas e inmutables. Pero hay que tener cuidado con no caer en un relativismo, al afirmar que la función selectiva es propia del hombre que deforma la realidad que le llega.

2.- El perspectivismo, que afirma que no hay un solo punto de vista absoluto sobre la realidad, sino diversas perspectivas complementarias.

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