Conciencia:

Totalidad de ideas, símbolos y valores, normas de interpretación y representación, a través de las cuales los hombres de cualquier época, tiempo y cultura se conocen a sí mismos y a la realidad en que viven. Según Marx, los contenidos que habitan la conciencia (ver “formas ideológicas” y “superestructura”) vienen determinados por la realidad social de cada momento histórico y producen en el individuo una percepción falsa o invertida de la realidad que le toca vivir en ese momento. Por ello es por lo que Marx habla de “falsa conciencia”, es decir, una conciencia que funciona con ideas que convienen a intereses de otros, en este caso los intereses de la clase dominante.

Condiciones materiales de la existencia:

Son según Marx las condiciones que garantizan la continuidad de la existencia de la especie humana sobre el planeta. Estas condiciones se centran en la producción material de alimento, vestido y alojamiento, y supone la organización de una infraestructura económica que garantice dicha producción.

Estructura económica:

Marx denomina “infraestructura” o “estructura económica” a la base de todo el proceso de producción, que está constituida por la suma de las fuerzas productivas más las relaciones de producción.

Formas ideológicas:

Las ideas que los sujetos tengan de sí mismos o de su propia realidad son producto de su alienación ideológica y por tanto son falsas. Volvemos con esto a la idea central de este texto, en virtud de la cual el contenido de lo que habita en la conciencia de los seres humanos de cualquier época debe ser explicado por las condiciones en que se desarrolla la producción material de la vida de dichos seres.

Relaciones de propiedad:

Son las distintas formas de propiedad que se definen en el ordenamiento jurídico-económico de una determinada sociedad. Para Marx, a lo largo de la historia, se dan básicamente dos formas de propiedad: la propiedad privada y la pública o colectivizada. El tipo de propiedad instituido en cada momento da lugar a las correspondientes  clases sociales que configuran una sociedad. 

Fuerzas productivas:

Para llevar a cabo la producción material de la vida, los hombres necesitan un objeto de trabajo o materia sobre la que trabajar (tierra, madera, hierro, agua,…) y utilizar determinadas herramientas (arado, rueda, flecha, arco,…) y técnicas (caza, pesca, agricultura, fundición,…). Al conjunto de objetos de trabajo, herramientas y técnicas necesarios en la producción material de la vida, Marx les denomina “medios de producción”, y a la actividad humana empleada en este proceso, “fuerza de trabajo”. Marx reservará el apelativo “fuerzas productivas” a la suma de los medios de producción más la fuerza de trabajo.
Hegel, Georg Wihelm Friedrich (1770-1831): Filósofo alemán, máximo representante del idealismo que en su pensamiento alcanza el grado de idealismo absoluto. A su muerte, el pensamiento hegeliano se dividió en dos corrientes constituidas por sus propios discípulos. Una de estas corrientes, la llamada “derecha hegeliana”, pretendía una conciliación de la filosofía de Hegel con la teoría religiosa cristiana, mientras que la otra corriente, la “izquierda hegeliana”, utilizó el concepto hegeliano de dialéctica como instrumento de crítica filosófica de la religión. Fue con esta segunda corriente con la que entra en contacto el joven Marx quedando muy influido por sus ideas.

Modo de producción:

Es la manera concreta en que los hombres de un determinado periodo histórico, y de una determinada cultura, producen su vida material y social. Este concepto incluye la infraestructura y la superestructura. Según Marx, a lo largo de la historia se han dado los siguientes modos de producción: 1) Comunismo primitivo –sociedades paleolíticas y neolíticas-; 2) Esclavismo –grandes civilizaciones prehistóricas, Egipto, Grecia y Roma-; 3) Feudal –Edad Media-; 4) Capitalista –en sus tres versiones históricas: financiero o renacentista, industrial, s. XIX y XX, y de mercado mundial o globalización, finales del s. XX y XXI-.

Producción social de su existencia:

Para Marx el hombre necesita producir los elementos indispensables para satisfacer las necesidades básicas y materiales de su vida. A esto Marx lo denomina “producción material de la vida”. Ahora bien, en esta producción material, los seres humanos establecen relaciones entre ellos, relaciones de intercambio, de cooperación, que dan ligar a una vida social. Esto es lo que Marx denominará “producción social de la vida”.
Proudhon, Pierre Joseph (1809-1865): escritor y político francés, uno de los principales representantes del anarquismo europeo del siglo XIX. Proponía la destrucción del Estado y su sustitución por un sistema federal de administración popular y de democracia directa. En el plano económico-social formuló un sistema de libre intercambio entre productores y consumidores, basado en la propiedad personal de los medios de producción.

Relaciones de producción:

En la producción material de la vida, los hombres no trabajan aisladamente, sino compartiendo y asignando a cada uno determinadas tareas y estableciendo entre ellos unas especiales relaciones que Marx llama “relaciones de producción”. Éstas pueden ser de dos clases: técnicas y sociales. Las relaciones técnicas de producción se pueden definir como las formas de control o dominio que los individuos que intervienen en la producción ejercen sobre los medios de trabajo en particular (instrumentos, máquinas) y sobre el proceso de trabajo en general. Las relaciones sociales de producción son aquellas que se establecen entre los propietarios de los medios de producción (medios de trabajo+objeto de trabajo) y los productores directos. Son relaciones de explotación. En el capitalismo estas relaciones se dan entre los capitalistas y los obreros. El capitalista es el propietario de los medios de producción y el obrero debe vender su fuera de trabajo, es decir, su energía para trabajar para poder vivir.

Sociedad civil:

Es el conjunto  de relaciones socioeconómicas y fuerzas productivas. El concepto de sociedad civil aparece a medida que se desarrolla el capitalismo, cuando las relaciones socioeconómicas se independizan del Estado y se hacen “libres”. La sociedad civil se distingue del Estado. Son dos espacios claramente diferenciados en la sociedad burguesa, pues mientras en la sociedad civil las relaciones que mantienen los individuos entre sí son libres y consentidas, en el Estado son obligadas y coercitivas. El Estado para Marx, en cuanto instancia superestructural, no es sino un mecanismo de dominación de clase. 

Superestructura:

Para Marx es el conjunto de creencias, costumbres, leyes, instituciones, educación, religión, y en general todas las ideas que habitan en la conciencia de los seres humanos (derecho, filosofía, moral, arte,…). En definitiva, la superestructura está constituida por todo el entramado ideológico capaz de producir una conciencia social que convenga a los intereses de la estructura económica. (Se trata de lo que Marx denomina en el texto “formas ideológicas”). Conviene señalar que si bien la estructura económica condiciona y determina a la superestructura, también ésta influye, aunque en menor medida, sobre la primera. Se establece, pues, entre ellas una relación dialéctica.

Superestructura jurídica y política:

Marx divide la superestructura en dos partes, la superestructura ideológica y la jurídico-política, estando ésta última constituida por el conjunto de normas que regulan la forma del Estado, así como las instituciones políticas y jurídicas. Al igual que la superestructura ideológica, la jurídico-política también está determinada por la infraestructura.