Definiciones:
Yo:La primera verdad del sistema filosófico cartesiano, yo o cosa pensante, que nace de la duda, del cogito, del pensamiento: “cogito, ergo sum”.
Descartes sostiene que res cogitans o sustancia pensante consiste en pensar, en realizar actos de pensamiento: dudar, entender, concebir, afirmar, negar, imaginar… Cuando dejo de pensar dejó de existir. El yo, cosa pensante, se identifica con el alma, y como se trata de un espíritu no necesita materia (cuerpo) para existir, ni ningún mundo. Por ello es totalmente libre del cuerpo.
Evidencia: Realidad que se muestra directamente y sin intermediación a un sujeto y, principalmente, a la percepción sensible. Evidente es, asimismo, la proposición que se considera cierta y que no necesita de otra proposición para ser demostrada. En la era moderna prevalece el significado epistemológico de la evidencia. Descartes piensa que la verdad de una proposición evidente de percibir directamente, con la simple visión del entendimiento. Dicha afirmación concuerda con la intuición. Así, el paso, mediante deducción de una proposición a otra evidencia. Según Descartes, las dos carácterísticas de la evidencia son la claridad y la distinción.
Duda: Actitud del entendimiento según la cual se considera falsa toda proposición que no se muestre con total evidencia.
Cuerpo: Res extensa, sustancia dotada de extensión, es decir longitud anchura profundidad. Ser que puede moverse, se puede medir, tematizar. Al unirse con el alma, forma el ser humano, puesto que este, según Descartes, es una sustancia formada por dos substancias.
Dios: En filosofía, Dios es el ser supremo, que existe necesariamente, primera causa y creador de todas las cosas. Según el discurso del método, Dios es omnisciente, todopoderoso, infinito, perfecto,eterno, acción pura…
Cierta: Cuando hablamos de la certeza de Descartes, hablamos de la primera verdad; es decir, el “cogito, ergo sum”. El cogito “ pienso, luego existo” no es producto de un silogismo, sino una intuición dotada de claridad y distinción; es un acto psíquico y puede ser percibido directamente y sin mediación. Cuando pienso existo como cosa pensante. La certeza nace de la duda gnoseológica. La primera certeza es el cimiento en el que fundamenta la estructura de todo el sistema filosófico cartesiano, y la cuestión estriba en hallar la primera certeza subjetiva que nos permita alejarnos de las causas de la duda. Y que sea algo semejante al ratio seminalis de las certezas que se logren con posterioridad.
Sentido: Al inicio de la primera parte del Discurso del Método, Descartes, comienza hablando del buen sentido como una facultad que permite al ser humano distinguir la verdad del error. Además, es la cosa mejor repartida del mundo ya que según Descartes, todos los hombres están satisfechos con el que poseen.
Alma: en el aristotelismo y en la escolástica, la principal substancia a los seres materiales animados. La forma que da vida. En el caso del ser humano, según la escolástica, espiritual, inmaterial, simple e inmortal. El Racionalismo cartesiano subraya aún más la espiritualidad del alma humana. Para Descartes, el alma, res cogitans, es la cosa pensante, y su atributo, su carácterística propia, constante en tranformar el pensamiento en acto, es decir, dudar, afirmar, negar…
Sustancia: procedente de la palabra latina sub-stare, es decir, lo que se halla debajo de algo afianzando su existencia.
La definición cartesiana de la substancia es: osa que no necesita de nada ni nadie para existir, excepto De Dios. Hay 3 tipos de substancia, res cogitans (cosa pensante o alma), res infinitas(Dios, infinito)y res extensa (cosa extensa o cuerpo).EXISTENCIA.- Es el hecho de ser. Es una cualidad necesaria del ser perfecto, porque su perfección implica su existencia, ya que si no a la perfección le faltaría una cualidad. Los demás seres son contingentes (“son, pero podrían no ser”), por tanto, su existencia no es necesaria..SER PERFECTO.- Se refiere a la sustancia infinita; es decir, a Dios. En rigor, Dios es la única sustancia, puesto que es el único ser que existe por sí mismo, según Descartes. El atributo de Dios es la infinitud y, puesto que como tal es perfecto e inmutable, no admite modificaciones. Por tanto, no tiene modos. Descartes demuestra la existencia de Dios partiendo de la sustancia pensante, al decir que el pensamiento piensa ideas y que estas pueden ser de tres tipos: adventicias, facticias e innatas. La infinitud no es una idea adventicia y, según Descartes, no puede ser facticia, por lo que tiene que ser innata. A partir de esta premisa Descartes demuestra la existencia de Dios mediante los argumentos gnoseológico, causal y ontológico
Las pasiones y la libertad
Descartes distingue entre acciones y pasiones del alma.
Las acciones dependen de la voluntad; las pasiones son involuntarias y están constituidas por sentimientos o emociones causadas por espíritus vitales. La fuerza del alma consiste en vencer las pasiones; mientras que su debilidad consiste en dejarse dominar por las pasiones.
Las pasiones son contrarias entre sí. Ello no significa que las pasiones sean dañosas, tienen la función natural de incitar al alma a contribuir a las acciones que sirven para conservar el cuerpo. En ese sentido, la alegría y la tristeza son las dos pasiones fundamentales. Con la tristeza, el alma se da cuenta de las cosas que dañan al cuerpo y la alegría advierte al alma sobre las cosas útiles para el cuerpo.
A las pasiones acompaña un estado de servidumbre del cual el ser humano debe procurar liberarse, porque lo esclaviza y despoja de su libertad.
El ser humano debe dejarse guiar por la experiencia y la razón, y sólo así puede distinguir el bien y el mal y evitar excesos. Este dominio sobre las pasiones es la prudencia.
Para Descartes, la capacidad del ser humano para dudar presupone la libertad. Esta libertad es una evidencia anterior al cogito ergo sum, e incluso a la duda metódica.
Intuición y deducción. Análisis y síntesis
Descartes sufre un profundo desengaño por la educación recibida en su juventud, y lamenta haber dado por válidas falsas verdades. Este desengaño constituye el punto de partida de un nuevo método basado en la razón. Descartes utiliza un método constituido por cuatro reglas.
Intuición y deducción no forman parte de este método, sino que son operaciones de la mente.
Segunda regla: análisis – intuición
La segunda regla: “Dividir cada una de las dificultades que se analizan, en tantas partes como se pueda y requiera su mejor resolución”.
La división tiene por objeto obtener “naturalezas simples” que son percibidas mediante la intuición. La intuición es la percepción simple e inmediata del espíritu, y es tan clara y distintiva que no deja lugar para la duda.
Tercera regla: síntesis – deducción
La tercera regla del método es la regla de la deducción y síntesis: “Conducir ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender hasta el conocimiento de los más complejos”.
La deducción consiste en la comprensión de las cosas, como consecuencia necesaria de otras cosas conocidas con certeza y no necesita de la evidencia. Si bien no es tan segura como la intuición, ofrece una gran fiabilidad y nos permite pasar de una verdad a una nueva verdad.
La existencia de Dios y el mundo
Descartes, en lugar de fundamentar el conocimiento de Dios en el conocimiento del mundo, primero trata de demostrar la existencia de Dios. Para demostrar su existencia, Descartes parte de la res cogitans. Descartes pretende demostrarlo utilizando varios argumentos:
Primera prueba: sustancia infinitaEntre las ideas que tenemos está la idea de Dios. Dice Descartes: “Por Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable…, por la que todas las demás cosas han sido creadas”. Dios existe porque, si la idea de Dios está en mí y soy una sustancia finita, no tendría la idea de la sustancia infinita.
Segunda prueba: ser perfectoLa segunda prueba de la existencia de Dios está basada en la idea de perfección. Si yo creara la perfección sería perfecto, y como no la creo, no lo soy.
Tercera prueba: argumento ontológicoSi tengo en mi mente la idea de Dios y lo concibo como el ser más perfecto que pueda pensarse, entre sus perfecciones habrá de encontrarse la existencia, pues de lo contrario no sería el ser más perfecto que pueda pensarse.
Una vez demostrada la sustancia infinita, Descartes intenta demostrar la existencia de las cosas materiales, y para ello acude a las ideas que habitan en su interior. Entre esas ideas encuentra las ideas de las cosas sensibles: Nuestras ideas, puesto que se refieren a cosas reales, no pueden menos de ser verdaderas. Dios es la garantía de que las ideas adventicias tienen una correspondencia en el mundo exterior.