Kant. Crítica razón pura:
En esta obra se responde a la pregunta: ¿Qué puedo conocer?”, mediante un estudio de la naturaleza y límites del conocimiento.
Pero el conocimiento es primariamente Experiencia, comienza y termina en la Experiencia. De este modo, el análisis del conocimiento no es otra cosa que el análisis de las Condiciones de Posibilidad de la Experiencia. A esta investigación le llama Kant “Idealismo Transcendental” o “Filosofía Transcendental”. El análisis sigue estos pasos: Los Juicios.
Lo primero es localizar el lugar donde se muestra el conocimiento, y es te lugar es allí donde se dice de algo que es de esta manera o de la otra, donde se afirma algo acerca de un Sujeto. Dependiendo del tipo de relación entre sujeto y predicado, y de la relación de ambos con la Experiencia, tenemos varias clases de Juicios:
Analíticos o Lógicos: el sujeto ya contiene al predicado, por lo que no aporta conocimiento.
Sintéticos: el predicado no se encuentra en el sujeto, por lo que incrementan el conocimiento.
A priori: por no depender del hecho de la Experiencia, son necesarios. El hecho de la Experiencia (el que aparezca el fenómeno A o B, etc. Nunca es necesario). Todos los J. Analíticos son A priori.
A posteriori: dependen de que se produzca un fenómeno en la Experiencia. Todos los J. A posteriori son Sintéticos.
Hasta aquí como en el Empirismo (Relaciones de ideas = Juicios analíticos a priori) y Cuestiones de hecho (Juicios sintéticos a posteriori). Lo original de Kant es que él ve que la certeza de la Ciencia no se encuentra en estos dos tipos, sino en los Juicios Sintéticos a priori. Estos juicios incrementan nuestro conocimiento de un modo necesario por ser construidos independientemente del hecho de la Experiencia. Así son los juicios de la Matemática y los Principios de la Física. Si la Metafísica es o no una Ciencia como las anteriores, habrá de poseerlos también. Esto último queda pendiente hasta saber en qué consiste la Validez de estos Juicios. A eso se dedica la siguiente parte de la Crítica.
Estética transcendental
El conocimiento es primariamente Intuición o afección. La intuición o sensación es la referencia inmediata a los objetos del Mundo. Su facultad es la Sensibilidad. La Intuición es siempre una variedad o multiplicidad de sensaciones o impresiones. Y siempre acontece bajo la forma y condiciones del Tiempo (toda intuición sucede antes, después, etc. Que cualquier otra intuición) y, las intuiciones externas, bajo la del Espacio (las intuiciones externas aparecen delante o detrás, arriba o abajo, etc. Que las otras intuiciones). Los juicios de la Aritmética se basan en la estructura y propiedades del Tiempo (multiplicidad y sucesión necesaria, etc.), y los de la Geometría en la forma del Espacio (Pluralidad de los puntos, las dimensiones, etc.). El Tiempo y el Espacio son necesarios para todos los objetos de la Experiencia, son la Forma Pura o Condición de Posibilidad de la Intuición, o también Intuición Pura.
Lógica transcendental
La intuición por si sola no basta para conocer: hace falta recorrer y enlazar su multiplicidad de acuerdo a una regla de unidad que me permita reconocer en las intuiciones un objeto, y no sólo un caos subjetivo de sensaciones. Esa regla de unidad para una variedad de impresiones es el Concepto. El concepto, a diferencia de la imagen, representa a todos aquellos objetos que admitan la misma regla de unidad: es universal.
El concepto ha de remitirse a la intuición, porque ella suministra el material parA enlazar. A esa referencia es a lo que llamamos un Juicio o Proposición, en los cuales afirmo que “esto” (intuición) es “A”, o “B”, etc. Y según la relación que haya entre Sujeto y Predicado en el juicio tenemos los diferentes tipos de juicios que constituyen el Pensamiento humano. El Entendimiento es la Facultad de los Juicios y de los Conceptos. Kant descubre que en cada juicio se supone un concepto muy general que lo hace posible. A estos Conceptos que subyacen a los juicios como su Condición de posibilidad les llama Conceptos Puros del Entendimiento o Categorías. Las Categorías son necesarias para pensar todos los objetos de la Experiencia. Por eso Kant las considera la Forma Pura o Condiciones de Posibilidad del Entendimiento. Lo que acabamos de exponer constituye la “Analítica Transcendental”.
Metafísica transcendental
La Experiencia, en cuyos límites se mueve el conocimiento humano, es la suma de intuición y concepto bajo el Tiempo y de acuerdo con las Categorías. Pero el concepto puede ser utilizado también “lógicamente”, sin referencia a una intuición. Entonces nos situamos fuera de la Experiencia, pues nos falta la intuición de los objetos del Mundo. Pero podemos derivar los conceptos de otros más generales, es decir: podemos ir de los conceptos menos generales a los más generales, o Principios. Esto es lo que hace la mera Razón. Al final, alcanzamos unos conceptos de los que derivan los demás, y que a su vez ya no derivan de ningún otro anterior y más general. A estos Principios incondicionados les llama Kant Ideas de la Razón y son: Dios o la Totalidad de lo real; el Alma, o la totalidad de los Pensamientos; y el Mundo, o la Totalidad de los Fenómenos. El saber que se ocupa de estas Ideas es la Metafísica: la Teología racional construye tesis acerca de Dios, la Psicología racional es el saber acerca del Alma y el Pensamiento. Las objeciones de Kant a la Metafísica son dos:
-No es conocimiento en sentido estricto, ya que, por limitarse a derivar los conceptos de un modo puramente lógico, sus juicios son analíticos (estériles para el conocimiento, pues no aportan en el predicado nada que no esté contenido en el sujeto).Para pensar mediante juicios a Dios, etc. Debe recurrir a las Categorías (sin las cuales ningún objeto puede ser pensado). Pero Kant ha demostrado anteriormente que estas sólo pueden ser utilizadas dentro de los limites de la Experiencia, es decir: solo refiriendo un con concepto a una intuición. Pero la Metafísica prescinde de la intuición, no se refiere al Mundo de los objetos. Por lo tanto, hace un uso ilegítimo de las Categorías más allá de la Experiencia donde estas son legítimamente utilizadas.
-Si bien la Razón humana no puede saber acerca de Dios, del Alma, etc. La tendencia a sobrepasar los límites de la Experiencia en busca de respuestas para esas preguntas es una carácterística esencial de la Razón humana. La Metafísica carece de legitimidad como Ciencia, pero expresa el lado más profundo de las inquietudes humanas, aunque nada podamos saber con certeza en este ámbito.
Ley moral. Crítica razón práctica
Debe ser autónoma, libre e independiente de la Experiencia. A esta ley le llama Kant Imperativo categórico, para diferenciarla del Imperativo hipotético: el primero me obliga sin más, mientras que el segundo me obliga si quiero conseguir un fin (“Si haces A, conseguirás B”). Se enuncia así: “Actúa de tal modo que la máxima de tu Voluntad pueda convertirse en Principio de una Legislación universal”. Toda máxima que sea compatible con el Imperativo categórico es moral: la Ley Moral opera como un patrón para determinar la moralidad de nuestra conducta. La moralidad de las acciones humanas reside en un lugar inaccesible al conocimiento: la Intención. Por esta razón el hombre no puede saber si está actuando libremente, es decir, moralmente. Sucede además que, de hecho el hombre no puede ser bueno, moral. Por ser el Hombre Sensibilidad (el objeto del conocimiento comienza afectándome sensiblemente, del mismo modo que el objeto de mi decisión comienza por provocar en mi un sentimiento), siempre está dando entrada a motivos impulsores de carácter empírico, subjetivo. Por eso el hombre siempre está dejando atrás la Libertad que le caracteriza como sujeto de sus decisiones. A pesar de lo cual el Hombre no puede ni debe “expulsar al Héroe de su Alma”.
Al conjunto de los motivos impulsores le llama Kant Egoísmo; a su satisfacción, le llama Felicidad. Pero la Ley Moral humilla al hombre récordándole que esta renunciando a su ser propio, a la Libertad y Moralidad de la Voluntad. La Ley Moral nos humilla por cuanto despierta nuestro Respeto. Y a la conciencia de la Ley Moral junto al Respeto que despierta es a lo que llama Kant Persona .Tres son los Postulados de la Razón Práctica: la Libertad, la Inmortalidad del Alma y la existencia de Dios. Son postulados, es decir, supuestos que admitimos porque así lo exige la naturaleza de la Moralidad, pero que no podemos demostrar en el conocimiento. El primer postulado es la Libertad: sin ella simplemente no hay conducta moral, sino únicamente comportamiento dentro de las leyes de la Naturaleza. La Libertad es también la base sobre la que el hombre determina la virtud o bondad de sus acciones: si la conducta es libre (compatible con el Imperativo categórico) entonces es buena. La virtud debe ser recompensada, y esto sólo puede suceder postulando la Inmortalidad del Alma.
La Inmortalidad del Alma y la necesidad de que alguien reparta el premio para el justo hacen necesario postular la existencia de Dios.