Solo en la sociedad puede realizarse como un ser humano y llegar a satisfacer todas sus necesidades. El estado actualiza la potencialidad cívica del ser humano. Aristóteles insiste en que la naturaleza humana es esencialmente social frente a los sofistas o los contractualistas modernos que consideraban que la sociedad es fruto de un acuerdo en función de su utilidad
. Para Aristóteles, el estado se configura como una comunidad de ciudadanos que participan en la administración pública. Aristóteles no habla de un modelo ideal de gobierno, si no de formas legítimas o ilegítimas de ejercerlo
. Elabora una clasificación de las formas políticas de gobierno tomando como doble criterio el número de gobernantes y la consideración del bien común. Conjugando/combinando ambos criterios, establece 3 formas legítimas de gobierno y 3 ilegítimas (3 buenas y 3 malas) las cuales resultan ser desviaciones de las primeras.
Se consideran formas legítimas aquellas en las que el gobierno se ejerce buscando el bien común y se consideran ilegítimas las que buscan beneficio exclusivo de las que gobiernan. Para Aristóteles no hay un modelo ideal, si no que teniendo en cuenta las diversas condiciones de los pueblos, puede ser mas aconsejable uno que otro siempre que sea legítimo. No obstante, considera que lo más aconsejable seria un modelo híbrido entre la aristocracia y la política, basado en un apoyo mayoritario de las clases medias a un gobierno dirigido por aquellos ciudadanos que destaquen en sabiduría y virtud. En todo caso, conviene no olvidar quedaban fuera de la ciudadanía los esclavos, las mujeres, los campesinos y los extranjeros griegos (metecos). Aristóteles afirmaba que la igualdad no era natural. La naturaleza alaba a unas libres y a otros esclavos. Según Aristóteles la mujer es también inferior al hombre por naturaleza, ya que tiene una capacidad racional menor.
2.Teorías contractualistas
2.1.Convencionalismo sofista
En contraste con lo que pensaba Aristóteles, la teoría del contrato social (contractualismo), afirma que la sociedad no es natural, si no que es una creación humana artificial, tal y como pensaban los sofistas. Para los sofistas las leyes de la ciudad no se basan en la naturaleza, si no que son fruto de un acuerdo de una convencíón. Distinguiéndose así entre las leyes naturales (phisis) y leyes humanas (nomas). El gobierno tradicional de los aristócratas, afirmaba que las leyes de la ciudad las cuales garantizaban su poder, eran producto de los dioses y por tanto no se podían discutir, siendo tan inmutables como las leyes naturales. Los sofistas insistían en el origen humano del nomos y consideraban que las leyes debían elaborarse por medio del diálogo y el acuerdo entre todos los ciudadanos, de este modo su relativismo se convirtia en el fundamento filosófico de la democracia.
2.2Contractualismo moderno
El convencionalismo sofista quedó olvidado hasta que en el Siglo XVII y 18 surge el denominado contractualismo moderno. Esta teoría distingue entre estado de naturaleza y sociedad civil o estado. Los individuos en estado de naturaleza, vivían aislados unos de otros, tratando de sobrevivir de forma independiente. Sin embargo, en algún momento llegarán a una conclusión de una utilidad de vivir juntos, de este modo, la sociedad civil daría comienzo tras un pacto voluntario que es entendidoSe trata de una hipótesis teórica que sirve para explicar el origen de la sociedad y para plantear el modo más adecuado de organizarlo.
2.2.1. Hobes, el absolutismo
El filósofo inglés Thomas Hobes (sXVII) escribe el estado de naturaleza como un estado de guerra permanente, sumido en la violencia y el egoísmo. Los individuos son iguales por naturaleza y no hay ninguna norma que limite sus deseos. Hobes expresa esta situación con la frase «homo homini lupus» (el hombre es un hombre para el hombre).Según Hobes el paso social fue posible cuando todos los individuos renunciaron a la guerra de unos contra otros y aceptaron someterse a un único poder supremo. Este poder supremo es lo que caracteriza al soberano, que es quien impone las leyes y las hace cumplir, constituyendo así el estado. A partir de ese momento los individuos renuncian a la igualdad originaria y a todos sus posibles derechos naturales a cambio de que el soberano garantice la seguridad de todos. La teoría de hobs sirvió como justificación de la monarquía absoluta predominaba en la época, añadiendo un factor puramente racional a la justificación tradicional basada en el designio divino.
2.2.2 Locke el liberalismo
Filósofo empirista inglés, parte también del análisis de un supuesto estado de naturaleza, en el que los hombres eran libres e iguales. Pero a diferencia de Hobes, afirma que existía una ley natural o derecho primitivo que reconocía en todos los individuos los derechos fundamentales a la vida, a la libertad y a la propiedad privada. El estado nace también como resultado de la voluntad de los individuos. Por medio del pacto social, ceden algunos de sus derechos al estado aunque siguen siendo libres, iguales e independientes, y deciden vivir juntos asumiendo obediencia al gobierno legítimo de la sociedad. Sin embargo, el poder de los gobernantes no es absoluto ni ilimitado y su principal función es garantizar el respeto de los derechos naturales de los ciudadanos. El propio estado, debe respetar también esos mismos derechos naturales, en especial el derecho a la propiedad privada. La intervención del estado debe reducirse al mínimo, dejando que los ciudadanos organicen lo más libremente posible su vida. Para evitar los abusos del poder, propuso una primera división de poderes. Defendíó que los ciudadanos tengan siempre el poder de crear y modificar las leyes por medio del poder legislativo, que debe estar en sus manos. Además pueden cambiar al gobierno (el gobierno es el poder ejecutivo) si a juicio de los ciudadanos incumple los términos del pacto social. La teoría contractualista de locke se considera como en punto de partida del liberalismo, tanto político como económico.
2.2.3 Rousseau – democracia
Este filósofo ilustrado del s. XVIII no compartía la visión pesimista del estado de la naturaleza propuesta por Hobes. Rousseau pensaba que el ser humano en su estado de naturaleza era bondadoso y feliz.