FILOSOFÍA
La realidad como enigma
El ser humano vive en un mundo ya dado rodeado de acontecimientos que no dependen de su voluntad
y por eso, para sobrevivir necesita conocer el mundo en el que vive.
Dependiendo del lugar y la época histórica en la que nazcan, el mundo de los humanos es muy
diferente. Para los humanos primitivos el mundo era la naturaleza, era algo extraño y cambiante que se
presentaba como un misterio para ellos. Necesitaban desentrañar el enigma de la naturaleza e intentar
conocerla para sobrevivir.
A los humanos actuales les resulta difícil entender esta necesidad de orientarse en la naturaleza puesto
que entre ellos se ha interpuesto un medio artificial. La relación de los seres humanos actuales con la
naturaleza no es directa, les resulta menos extraña y peligrosa, más fácil de entender gracias al
desarrollo científico. Solo cuando ocurren catástrofes o acontecimientos que salen de lo cotidiano
provocando desastres, aparecen actitudes que se acercan a las de los humanos primitivos y se vive la
naturaleza como algo que requiere ser desvelado.
La racionalidad hasta la revolución científica
En el siglo VI a. C. La distinción entre ciencia y filosofía no era tan precisa como en la actualidad. Los
primeros filósofos fueron también los primeros científicos y no consideraban filosofía y ciencia como
algo distinto.
En el mundo griego, la diferencia entre la filosofía y la ciencia radicaba en el objeto que estudiaban; la
filosofía se ocupaba de la totalidad de la realidad y la ciencia de áreas de esta realidad. Sin embargo, el
instrumento para estudiar ambos elementos era el mismo: la razón puesto que se pensaba que los
sentidos no eran de fiar.
Las relaciones entre ciencia y filosofía se mantuvieron hasta la revolución científica de los siglos XVI al
XVIII. Después de esto se comenzó a utilizar el método experimental a partir de la observación
mantenido hasta la actualidad.
La filosofía en el mundo griego
Los primeros filósofos griegos entre los que hay que destacar a Tales de Mileto, Parménides y Heráclito,
identificaban la realidad con la naturaleza puesto que era su mayor enigma. La filosofía se consideraba
cosmológica.
En el siglo IV a. C., Sócrates; Platón y Aristóteles dieron un giro a la filosofía centrándola en el ser
humano, pasó a ser antropológica dejando a la naturaleza en segundo plano. La aristocracia griega no
necesitaba trabajar para sobrevivir, su visión del ser humano era elitista y la virtud se identificaba con el
conocimiento y la sabiduría.
En el siglo III a. C., con la desaparición de las polis, la filosofía siguió centrada en el ser humano y trató de
proporcionar “consuelo” a los griegos tras la pérdida de la independencia.
Filosofía y libertad
El ser humano no posee respuestas programadas y necesita decidir cómo va a realizar su libertad, cómo
va a vivir su vida. La reflexión filosófica es la única capaz de orientar racionalmente la existencia humana
y sería absurdo pensar que lo más importante del ser humano ha de organizarse sin intervención de la
Razón
El conocimiento sensible
Tradicionalmente se h hablado de cinco órganos de los sentidos, pero la psicología distingue bastantes
más dando origen a diferentes clasificaciones:
Exteroceptores: están en el exterior e informan de estímulos externos, corresponden a los
cinco sentidos tradicionales.
Interoceptores: son internos y captan los estados del organismo como la sed.
Nociceptores: se sitúan en cualquier parte del cuerpo e informan de estímulos perjudiciales
para el organismo como el dolor.
En cualquier caso, el conocimiento sensible está vinculado a la sensación y la percepción.
1. La sensación es la excitación que produce un estímulo ya que es físico y no se considera
conocimiento. Una energía física provoca la estimulación de un órgano sensorial y un impulso
eléctrico se desplaza hasta el cerebro para descodificar el mensaje. El resultado de esto es uno
de los elementos de lo que se conoce sensiblemente. Se puede decir, por tanto, que no es el
ojo el que ve, sino que se ve a través del ojo.
2. La percepción es un proceso en el que las cosas se manifiestan como tales en un acto de
experiencia. Es conocimiento puesto que en ellas las sensaciones han sido organizadas, se les
ha dado un sentido porque los impulsos adquieren una forma determinada y la sensación se
transforma en percepción. En la formación de percepciones no solo intervienen sensaciones
sino también otros factores como las expectativas o las experiencias pasadas. La percepción no
es un proceso independiente o aislado de la mente.
El modelo naturalista
Esta forma de entender la filosofía es la mayoritaria desde el nacimiento de la filosofía en Grecia hasta el
Renacimiento. La filosofía de esta época es naturalista o realista puesto que afirma que lo que existe son
aquellas cosas que componen la naturaleza ya que esta era para los filósofos la realidad auténtica.
En la naturaleza auténtica persiste invariable por debajo de las mutaciones y el cambio. Todas las
realidades se manifiestan en continua transformación, sin embargo, para la razón, el cambio no tiene
valor, la auténtica realidad no está inmediatamente dada ya que lo inmediato es la apariencia que
oculta la auténtica realidad: la naturaleza de las cosas, la esencia.
Platón es el que representa mejor esta forma de pensar con su alegoría de la caverna. En ella describe a
unos esclavos que nacen encerrados en una cueva que creen que las sombras y el eco que se transmiten
desde el exterior componen la realidad auténtica cuando no es así. Lo mismo les ocurre a las personas
que confían en el conocimiento proporcionado por los sentidos. No descubren la auténtica realidad.
Esta filosofía es también intelectualista ya que se piensa que la realidad posee una estructura inteligible
que se puede conocer y comprender. La filosofía intelectualista alcanza su auge con Aristóteles en su
teoría de la verdad como correspondencia, la que sostiene que un enunciado es verdadero si lo que
describe corresponde a los hechos tal como se conocen.
La investigación científica moderna
Desde la revolución científica, las ciencias son aquellas que utilizan el método experimental formado por
cuatro fases:
a) Observación de hechos: Se encuentra en la base del método experimental y trata de explicar y
comprender los hechos integrándolos en un sistema teórico inteligible partiendo de la
observación. Es muy dudoso que la acumulación de datos empíricos sea el fundamento del
método experimental ya que la abundancia de hechos se considera un obstáculo para el
progreso científico. Por ello, son más importantes los hechos problemáticos que se encuentran
en contradicción.
b) La creación de hipótesis: Las hipótesis se pueden definir como suposiciones que dan razón de
los datos observados, aunque ellas no sean observables. Según los primeros empiristas, las
hipótesis explicativas venían por la simple acumulación de datos observados. Sin embargo, las
explicaciones de los hechos no se encuentran a la vista, es necesario suponerlas.
c) Aplicación de sistemas matemáticos: Una vez supuesta una hipótesis, es necesario
desarrollarla mediante sistemas matemáticos para conocer de manera precisa las
consecuencias implícitas. Existen dos tipos de comprobaciones distintas:
a. Ver si todos los hechos observados quedan explicados por las hipótesis.
b. Ver si hay nuevos hechos que no han sido observados aún, pero al ser consecuencia de
las hipótesis es necesario que se den en la realidad para que estas tengan valor.
d) La experimentación: Es el último paso y ha servido para dar nombre al método. Las hipótesis
han de ser confirmadas por la experiencia para tener validez científica. En esto consiste la
verificación. Son las hipótesis las que obligan y dirigen el proceso de la experimentación puesto
que no tienen simplemente un papel teórico, sino también uno práctico. Al contrastar las
consecuencias de estas con lo que ocurre en la realidad se pueden plantear tres situaciones:
a. La experimentación confirma la hipótesis al demostrar que los hechos descubiertos se
dan en la realidad, entonces se convierte en una ley científica que tiene validez
mientras no se encuentren hechos que la contradigan.
b. La experimentación refuta esos hechos: en este caso se ha de abandonar la hipótesis
y sustituirla por otra.
c. No es posible confirmar las consecuencias de la hipótesis por carecer de medios
técnicos.
Las leyes científicas que se refieren a un mismo objeto, constituyen una teoría científica.
El problema de la inducción
El método experimental supone un modo inductivo de razonar. El científico observa unos hechos y las
hipótesis elaboradas se contrastan con la realidad en una serie de casos limitada. Sin embargo, las leyes
elaboradas por los científicos no son universales, se sabe que el razonamiento inductivo no proporciona
seguridad. Este es uno de los problemas que plantea el método experimental: el problema de la
inducción. Para resolver este problema hay que tener en cuenta que una teoría científica no es una
afirmación aislada, sino un sistema teórico constituido por unas proposiciones contrastadas con la
realidad mediante experimentos y, por lo tanto, no se puede dudar de su validez. No ocurre lo mismo
con el sistema teórico del que forman parte estas proposiciones ya que puede ser válido o no. Un
sistema teórico será válido mientras no se descubran hechos que lo contradigan. Muchas teorías
científicas contrastadas con la realidad, han tenido que ser sustituidas.
Las teorías científicas se consideran como tales cuando explican los fenómenos que las han hecho nacer
y están contrastadas con la realidad mediante experimentos. Esto no significa que lo que dicen, coincida
con la realidad, lo que buscan los científicos es hacer inteligibles unos hechos para poder manejarlos. El
único contacto con la realidad son los experimentos por lo que, son provisionales para siempre. Lo que
hacen es explicar los hechos observados con respecto a un ámbito y dar origen a afirmaciones que se
pueden comprobar. Si se descubren nuevos hechos que no quedan explicados por la teoría o se realizan
experimentos que la contradice, la teoría deja de ser científica y se ha de elaborar una nueva.
Apariencia y realidad
Uno de los temas más discutidos desde Platón es el de las relaciones entre apariencia y realidad. El
Empirismo y el Racionalismo han ofrecido una visión opuesta de lo aparente y lo verdadero.
La posición racionalista tiene su origen en Grecia con Platón y Descartes en lo que se refiere al
conocimiento. La tesis principal del idealismo y del Racionalismo es que la experiencia sensible es fuente
de errores que no ofrecen una base sólida para apoyar el conocimiento. Los sentidos pueden crear
ilusiones que no se corresponden con la realidad como cuando el agua distorsiona las imágenes.
El ser humano debe desconfiar de todo lo que aportan los sentidos porque el verdadero conocimiento
solo puede proceder de la razón y la ciencia.
El Empirismo moderno representado por John Locke y David Hume, sostiene que el ser humano solo
puede conocer a través de la experiencia sensible e interna. Eso significa que las ideas y razonamientos
solo pueden ser verdaderos si se basan en la experiencia. Por eso, para Hume, los conceptos metafísicos
son una falsedad puesto que no tienen apoyo en ninguna sensación.
Para el Empirismo, lo que aporta el conocimiento sensible es la verdadera realidad mientras que las
ideas del Racionalismo son falsedades carentes de valor cognitivo. El mayor intento de síntesis entre
Empirismo y Realismo lo llevó a cabo Kant con su Racionalismo crítico que tuvo como modelo de
conocimiento la física de Newton, pero su propuesta de una razón transcendental le acercó a una
especie de idealismo y le alejó de los postulados empiristas.
El Materialismo griego
Demócrito defendíó un materialismo atomista y mecanicista que aceptó y desarrolló el epicureísmo.
Para este filósofo la realidad está compuesta por átomos indestructibles que no poseen cualidades de
ningún tipo, son todos de la misma naturaleza. Las únicas diferencias que existen entre los átomos son
de carácter cuantitativo.
En su pensamiento el vacío es inseparable del concepto de átomo. Sin vacío no hay movimiento posible.
Los átomos se mueven con un movimiento connatural y dan origen a todos los cuerpos del universo y
explican todos los fenómenos que ocurren en él.
El materialismo histórico
Es carácterístico del pensamiento de Marx y consiste en el estudio de los modos de producción desde
que el hombre aprendíó a servirse de instrumentos. Marx insiste en el carácter material de la existencia
humana y de su relación con el mundo, pero no se preocupa por comprender la formación de las
sociedades y los cambios de naturaleza dialéctica que tienen lugar en ellas.
Para el materialismo histórico toda sociedad es una estructura compuesta por tres niveles: el
económico, que determina los otros dos, el político y el ideológico. En cada época histórica, toda la
superestructura social es una simple consecuencia de la forma de producción, es decir, de la
infraestructura económica de la sociedad. En todos los regíMenes de producción las relaciones de los
hombres con los medios de producción los divide en dos clases: la de los propietarios y la de los
trabajadores directos que dependen de ellos.
Estas dos clases sociales tienen intereses y prácticas opuestas, por lo que están permanentemente en
lucha. La historia de la humanidad es la de la lucha de clases que se enfrentan para mantener su
dominación y establecer un nuevo modo de producción en el que las primeras desaparezcan y las
segundas adquieran el papel dominante.
Esa lucha acabará cuando los medios de producción dejen de ser propiedad de unos pocos y
pertenezcan a la sociedad.