LA EXPLICACIÓN ARISTOTÉLICA DE LA REALIDAD: LA METAFÍSICA.
Platón distinguía dos mundos. Esta división le parecía a Aristóteles inaceptable, ya que
para él solo existe un mundo, el que vivimos. Está constituido por seres concretos y
particulares. Por tanto, Aristóteles critica el dualismo ontológico de Platón. ¿Cómo es
posible que las ideas o esencia de las cosas estén separadas de las cosas mismas? Esto
le lleva a su doctrina de la inmanencia de las ideas, es decir, que las ideas están en el
interior de las cosas comunicándoles su esencia o naturaleza. Aristóteles coloca el
mundo platónico de las ideas dentro de la realidad empírica y las ideas no pueden
estar separadas de las cosas.
Aristóteles distingue dos modos de ser:
SUSTANCIA: Lo que existe en sí y no en otro. Es algo perfecto, concreto,
determinado y distinto de cualquier otra sustancia.
(Ej. El hombre es algo
(Ej. El hombre es algo
diferente de cualquier otro animal y cada uno de nosotros es diferente a los
demás, esto es, cada uno tiene entidad en sí mismo que le hace distinguible de
cualquier otro).
ACCIDENTE: Es lo que no existe en sí, sino en otro. Mientras que la sustancia
tiene entidad en sí misma, en la sustancia se sustentan y apoyan todas las
demás cosas que cambian, todos los accidentes. (Ej. El agua es sustancia, lo que
cambia es el color, frío, olor …,es decir, los accidentes). Por tanto, los
accidentes dependen de una sustancia para existir.
A su vez Aristóteles divide la sustancia en:
– Sustancia PRIMERA, que es el ser concreto e individual (esta mesa, este árbol,
Juan…)
– Sustancia SEGUNDA, que es la esencia común y universal de una pluralidad de
individuos (Ej. No es esta mesa sino la mesa, no es Juan sino el hombre).
A Aristóteles lo que verdaderamente le interesa son las sustancias primeras, los
individuos o seres concretos e individuales. Estos seres están constituidos por dos
elementos básicos:
MATERIA (HYLÉ): la materia la denomina Aristóteles materia primera o prima,
que es algo indeterminado y el elemento constitutivo de las cosas. La materia
prima ni se genera ni se destruye, sino que es eterna e incognoscible. Además
de esta materia prima, distingue la materia segunda, que es algo determinado
y es donde se dan las propiedades físicas.
FORMA (MORFÉ): la forma sustancial es lo que hace que algo sea lo que es.
A esto se le denomina teoría Hilemórfica que dice que toda sustancia corporal es un
compuesto de materia y forma. Estas no se pueden separar ya que constituyen un
compuesto inseparable en la realidad. Solo se pueden separar por el pensamiento.
Aristóteles da prioridad a la forma sobre la materia. La forma es la esencia del
individuo.
3. LA FÍSICA: EL PROBLEMA DE MOVIMIENTO.
Para Aristóteles la física es la ciencia que estudia aquellos seres que están dotados de
movimiento y tienen existencia real. El objeto de la física es el ser natural en oposición
al ser artificial. El ser natural es aquel que tiene un principio interno o inmanente de
movimiento. Mientras que el ser artificial recibe el movimiento del exterior.
Aristóteles distingue dos carácterísticas en la naturaleza:
ESPONTANEIDAD: el ser natural tiene una actividad intrínseca y propia.
FINALIDAD: el ser natural tiende a un fin.
El modelo aristotélico de la naturaleza es teleológico y esta teleología es
inmanente ya que el fin al que tiende el ser natural es interno a él mismo y este fin
es su propia perfección.
La física como ciencia debe explicar el por qué o la causa de los seres. Para
Aristóteles existen 4 causas (la teoría de las causas):
CAUSAS INTRÍNSECAS (dentro de): Aquí se encuentran:
-Causa material: es aquello de lo que está hecho una cosa.
-Causa formal: es aquello que hace a una cosa ser lo que es.
CAUSAS EXTRÍNSECAS (fuera de): Aquí se encuentran:
-Causa eficiente: es la actividad por la cual una cosa llega a ser lo que es.
-Causa final: es el fin para lo cual está hecha una cosa.
El ejemplo que pone Aristóteles es una escultura de Júpiter en bronce.
-Causa material: bronce. –Causa formal: Júpiter. –Causa eficiente: el escultor. –Causa
final: para culto o adorno.
¿CÓMO RESUELVE ARISTÓTELES EL PROBLEMA DE MOVIMIENTO?
Para Parménides el movimiento era algo imposible puesto que equivalía al paso del ser
al no ser, el no ser era impensable. Por lo tanto, no habrá movimiento.
Para Aristóteles, además del ser y no ser, existe un término medio que es el poder ser
o ser en potencia, es decir, es el ser que todavía no es algo, pero puede llegar a serlo.
Ej: una bellota es una bellota en sí misma, pero en potencia puede llegar a ser encina o
por otro lado no llegar a ser nada. También puede ser comida por un cerdo. (no ser)
Según él, hay dos modos de no ser una cosa:
El no ser absoluto.( una bellota no puede ser nunca un olivo).
El no ser relativo, no es, pero se puede ser. (la bellota puede llegar a ser
encina)
Además, Aristóteles distingue entre ser en acto y ser en potencia. Ser en acto es el
ser que ya es algo en la actualidad y ser en potencia es el ser que todavía no es
algo pero puede llegar a serlo. Y define el movimiento como el paso de la potencia
al acto.
Para Aristóteles existen diversas formas de cambio o movimiento:
1. CAMBIO SUSTANCIAL: afecta a la sustancia. (cuando la bellota se hace encina)
2. CAMBIO ACCIDENTAL: son las restantes. Afecta a los accidentes.
CAMBIO CUALITATIVO: cuando se produce un cambio que afecta a una
cualidad. (si nos teñimos el pelo)
CAMBIO CUANTITATIVO: cuando se produce una alteración en la
cantidad. (si engordamos)
CAMBIO LOCAL: es la más importante. Se produce cuando hay una
variación de lugar (si vamos a Sevilla).
Dice Aristóteles que en todo cambio o movimiento, se dan tres elementos: algo que
permanece, algo que desaparece y algo nuevo que aparece.
En los cambios accidentales, lo que permanece es la materia-sujeto; lo que desaparece
es una forma o modificación accidental y lo que aparece es otra forma o modificación
accidental. Por lo tanto, no hay problema en estos cambios.
En los cambios sustanciales, es decir, donde se genera o se destruye una sustancia,
¿qué es lo que permanece?. Permanece un sustrato indeterminado o materia prima y
desaparece una forma sustancial o el ser una cosa. Y lo que aparece es otra cosa.
Aristóteles analizando el movimiento, va a demostrar la existencia de un Primer
Motor, con el siguiente razonamiento: “Todo lo que se mueve es movido por algo”.
Esto significa que todo móvil necesita de un motor y a su vez, si este motor es móvil,
necesitará de otro motor, y así sucesivamente. Esta serie de motores no puede ir hasta
el infinito, ya que entonces, la serie entera carecería de movimiento, y por lo tanto hay
que llegar a un Primer Motor que es inmóvil y que es la causa del movimiento. A este
Primer Motor lo identifica Aristóteles con el acto puro sin materia ni potencia. Este
Primer Motor no puede mover a los móviles físicamente, puesto que es inmaterial,
sino como objeto de deseo, como objeto de atracción. La actividad de este Primer
Motor es pensar lo mejor que hay o existe y, puesto que lo mejor que existe es él
mismo, entonces el Primer Motor es el pensamiento que se piensa a sí mismo.
COSMOLOGÍA ARISTOTÉLICA. Aristóteles tiene una concepción del cosmos, en la que
distingue dos mundos:
MUNDO SUBLUNAR: se encuentra entre la Tierra y la luna. Es el mundo donde
nosotros estamos y está compuesto por cuatro elementos: tierra, aire, fuego y
agua. Según él, la tierra está en el centro del universo (geocentrismo) y quieta
(geoestatismo). En este mundo se dan los cambios sustanciales y accidentales.
MUNDO SUPRALUNAR: va desde la luna hasta la cúpula de las estrellas fijas. Es
ingenerable e incorruptible, ya que los astros además de los cuatro elementos,
tienen un quinto elemento que se llama éter. Dice que hay en el Mundo
Supralunar 55 esferas que se mueven circularmente. La tierra sigue estando en
el centro del universo.