Nietzsche
- CONTEXTO
Nacíó en Prusia s. XIX y murió en Alemania s. XX. Vivíó una época dominada por la burguésía. Sus valores “vacíos” serán objeto de la crítica nietzscheana. Los nacionalismos del Siglo XIX dan origen a la formación de nuevos estados como el Imperio Alemán o el Reino de Italia.
En el terreno antropológico nietzscheano se observa la influencia de Darwin, ya que su concepción humana está de acuerdo con la selección natural.
La Europa burguesa estaba envuelta en un ambiente decadente, sin ideales ni ilusiones. Esto provocó en el autor una amargura por la falta de valores sólidos expresado en su Nihilismo.
El movimiento filosófico dominante es el positivismo, formulado por Comte.
Nietzsche no está de acuerdo, para él la realidad no es objetiva, es un conjunto de interpretaciones. Como reacción al positivismo surgen el historicismo (por Dilthey) y el vitalismo (por Nietzsche).
El psicoanálisis de Freud concede un gran importancia al instinto y a la libido.
Influye en Schopenhauer quien defiende la idea del mundo como representación, que es básicamente voluntad de existir. No obstante éste se distancia de su pesimismo, propugnando el impulso de la vida.
Tres etapas: período ROMántico, período positivista (Humano, demasiado humano) y otro crítico (Así habló Zaratustra, El crepúsculo de los ídolos o cómo se filosofa con el martillo).
Estudió teología y filología clásica.
El crepúsculo de los ídolos o como se filosofa con el martillo.
- PENSAMIENTO.
- La voluntad de poder.
Le influyó mucho El mundo como voluntad y representación de Schopenhauer donde defiende que la realidad en todo ser vivo es la voluntad irracional de vivir. Este principio universal se concreta en las voluntades individuales que luchan por vivir frente al mundo y sus fenómenos, que son una mera representación, una ilusión; todo esto causa dolor y esclaviza al ser humano. La razón está al servicio de una voluntad indefinidamente insatisfecha. El único medio de liberarse es la belleza y la negación.
Nietzsche adopta el concepto de “voluntad de vivir”, pero lo transforma en “voluntad de poder”. Ésta consiste en una autoafirmación de la propia vida, aceptando incluso el dolor porque forma parte de ella. El arte, como expresión de la belleza, es liberación y manifestación de la voluntad de poder, puesto que es un acto creativo, afirmación de lo subjetivo.
- Lo apolíneo y lo dionisíaco.
Son los dos Principios que componen la realidad, tomados de la tragedia griega: Apolo (vida racional) y Dionisos (vida instintiva).
Los presocráticos defendían una visión dionisíaca del ser humano. Sin embargo, Sócrates, Platón y el cristianismo han pretendido imponer un orden racional en el mundo, sustituyendo esa imagen por una apolínea, que predomina en la historia de la cultura occidental.
- Crítica a la cultura occidental.
Para Nietzsche, está cultura es dogmática y decadente. La racionalización se ha impuesto a la vida; es una civilización enferma.
Para desenmascarar esta ficción utiliza el método genealógico, es decir, busca el rastro original de los conceptos básicos que la componen y denuncia los instintos que subyacen en ellos para destruir los valores tradicionales; este análisis es lo que Nietzsche llama “filosofía a martillazos”.
- Crítica a la moral: aplica el método genealógico a los valores morales. Investiga la etimología de los conceptos y descubre que en todas las lenguas el término “bueno” tuvo originalmente los significados de “distinguido” y “noble”, mientras que “malo” tenía el sentido de “vulgar” y “plebeyo”. La transmutación de los valores tiene lugar con la rebelión de los plebeyos hacia los nobles; los primeros se autodenominan buenos y consideran a los otros malos. Los responsables de este hecho son los judíos y los cristianos, que resentidos, han ido adoctrinando a los pueblos sobre la bondad que reside en la debilidad. Esta inversión de valores es llamada “moral de los esclavos”, predominante en la cultura occidental. En cambio, la “moral de los señores” defiende la autoafirmación del ser humano, la superación, clara expresión de la voluntad de poder, una fuerza creadora de valores.
- Crítica a la metafísica: la historia de la filosofía consiste en un error que comienza con Sócrates, el cual impuso un pensamiento lógico y racional, infravalorando el mundo sensible e inventando otro inteligible que representa una negación de la vida en sí, un síntoma de evasión ante la incapacidad de afrontar las dificultades. Por tanto, la metafísica nos oculta la verdadera realidad. Más tarde, el cristianismo justifica el sufrimiento y condena el instinto, por lo que la salvación que oferta consiste en renuncia a la vida.
- Crítica al lenguaje: el lenguaje es un instrumento occidental para conocer objetivamente la realidad, pero en su origen se trata de una forma de expresión de la experiencia vital que el ser humano ha intentado fijar como concepto: es una metáfora. Por eso, el lenguaje es limitado e impide el pensamiento. La generalización de las metáforas se convierte en la verdad, un convencionalismo que nos ayuda a confrontar el caos de la realidad.
- Crítica a la ciencia: afirma que la lógica es un invento humano que intenta someter lo individual a lo universal para hacernos sentir seguros y posibilitar la ciencia. Todo lo que se queda fuera de esta norma es considerado mentira.
- Crítica a la metafísica: la historia de la filosofía consiste en un error que comienza con Sócrates, el cual impuso un pensamiento lógico y racional, infravalorando el mundo sensible e inventando otro inteligible que representa una negación de la vida en sí, un síntoma de evasión ante la incapacidad de afrontar las dificultades. Por tanto, la metafísica nos oculta la verdadera realidad. Más tarde, el cristianismo justifica el sufrimiento y condena el instinto, por lo que la salvación que oferta consiste en renuncia a la vida.
- Crítica al lenguaje: el lenguaje es un instrumento occidental para conocer objetivamente la realidad, pero en su origen se trata de una forma de expresión de la experiencia vital que el ser humano ha intentado fijar como concepto: es una metáfora. Por eso, el lenguaje es limitado e impide el pensamiento. La generalización de las metáforas se convierte en la verdad, un convencionalismo que nos ayuda a confrontar el caos de la realidad.
- Crítica a la ciencia: afirma que la lógica es un invento humano que intenta someter lo individual a lo universal para hacernos sentir seguros y posibilitar la ciencia. Todo lo que se queda fuera de esta norma es considerado mentira.
- Conclusión nietzscheana: no hay valores absolutos. Para cada individuo es verdad lo que aumenta su voluntad de poder. No existen los hechos, sino las interpretaciones. El único conocimiento posible es el subjetivo.
- Diagnóstico: muerte de Dios y Nihilismo.
- Crítica a la moral: aplica el método genealógico a los valores morales. Investiga la etimología de los conceptos y descubre que en todas las lenguas el término “bueno” tuvo originalmente los significados de “distinguido” y “noble”, mientras que “malo” tenía el sentido de “vulgar” y “plebeyo”. La transmutación de los valores tiene lugar con la rebelión de los plebeyos hacia los nobles; los primeros se autodenominan buenos y consideran a los otros malos. Los responsables de este hecho son los judíos y los cristianos, que resentidos, han ido adoctrinando a los pueblos sobre la bondad que reside en la debilidad. Esta inversión de valores es llamada “moral de los esclavos”, predominante en la cultura occidental. En cambio, la “moral de los señores” defiende la autoafirmación del ser humano, la superación, clara expresión de la voluntad de poder, una fuerza creadora de valores.
Surge el Nihilismo como proceso de la conciencia humana a partir de la muerte de Dios, con dos facetas: Nihilismo pasivo (consiste en la angustia y desorientación fruto del hundimiento de los valores tradicionales) y Nihilismo activo (consiste en la destrucción de los antiguos valores y la creación de otros nuevos).
El superhombre
En su obra Así habló Zaratustra, inventa un personaje al que pone el mismo nombre de un profeta persa que se le sirve para predicar una nueva filosofía.
Zaratustra, figura correspondiente al Nihilismo pasivo, profetiza la llegada del superhombre, un ser nuevo que lleve a cabo la inversión de los valores tradicionales. Para ello es necesario que éste recupere la inocencia humana original. Para eso, hacen falta tres transformaciones espirituales: el camello (acepta el deber), el león (afirma el querer) y el niño (proclama la vida).
- El eterno retorno.
Una interpretación posible es como concepto temporal cíclico, contrario al lineal aceptado en la cultura occidental; el tiempo es eterno y también los acontecimientos que tiene lugar en el.
Otra posibilidad es la interpretación del devenir por parte del superhombre: la máxima afirmación de la vida, una concatenación de acontecimientos sin finalidad. La consecuencia es que el superhombre es aquel que asume el destino y desea su retorno, porque al fin y al cabo es libre manifestación de su voluntad de poder.
- VALORACIÓN ACTUAL.
Teniendo en cuenta su trayectoria filosófica, una vez desenmascarada la cultura occidental, éste proclama “Dios ha muerto” y no se trata solo del Dios cristiano sino de todo lo que representa o sustituye.
En la actualidad, podemos ver esto reflejado en el ateísmo (muerte de Dios), ya que cada vez es mayor la ausencia de religión. La pérdida de influencia social del cristianismo, etc.