Filosofía ontología Platón Aristóteles

Metafísica y antalogia:


La metafísica es la rama de la filosofía que estudia la realidad:
Cual es la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad. ¿Los objetos que muestran los sentidos son reales? ¿Todo cambia o algo permanece bajo los cambios? Lo que existe, ¿podría no haber existido? La realidad es múltiple y diversa, siempre cambiante. Pero todas las cosas que existen tienen en común algo: su existencia, son algo y no nada. Todas las cosas reales comparten el ser. Para Aristóteles la principal cuestión filosófica es la pregunta sobre el ser. La rama de la metafísica que pretende averiguar lo que las cosas son, el ser de las cosas, es la ontología. El término “realidad” procede del latín realitas, que a su vez deriva del término res, que tuvo diversos significados “cosa material”, “hecho”, “causa”. La realidad no solo es algo que es sino también algo que produce efectos.

Contingente y necesario

Hablamos de realidad contingente cuando nos referimos a algo que es actualmente, pero que puede dejar de serlo y que pudo no haber sido, como nuestra propia existencia. El término necesario se reserva para lo que existe y no puede no existir, ni dejar de existir ni ser de otra manera. Lo necesario sería lo absolutamente real y en filosofía se ha atribuido tradicionalmente a Dios. Para Aristóteles, por
ejemplo, Dios es un ser necesario porque sería el motor inmóvil, origen del movimiento en el Universo.

Permenides y Heraclito

Hablamos de realidad contingente cuando nos referimos a algo que es actualmente, pero que puede dejar de serlo y que pudo no haber sido, como nuestra propia existencia. El término necesario se reserva para lo que existe y no puede no existir, ni dejar de existir ni ser de otra manera. Lo necesario sería lo absolutamente real y en filosofía se ha atribuido tradicionalmente a Dios. Para Aristóteles, por ejemplo, Dios es un ser necesario porque sería el motor inmóvil, origen del movimiento en el Universo.

Teoría ideas

Platón. Los materialistas afirman que, en el fondo, todo lo que existe es material. Buena parte de los filósofos presocráticos como Tales, para quien el arjé es el agua, AnaxíMenes, que creía que todo estaba hecho de aire, y los atomistas Leucipo y Demócrito eran materialistas. La posición contraria al materialismo es el idealismo, corriente filosófica que afirma que la realidad última es espiritual y está formada por ideas. Para Platón (427-347 a. C.) las realidades con mayor peso ontológico son las ideas, las cuales solo pueden ser captadas por el intelecto. La Idea sería el verdadero ser de las cosas, su esencia. Las cosas sensibles son copias imperfecta de estos modelos inmateriales. El auténtico conocimiento lo proporciona la razón, no los sentidos, al captar las ideas, es decir, lo que las cosas son y no lo que parecen ser. Los objetos sensibles no son irreales pero, ontológicamente, tienen menos realidad que las ideas. Las Ideas son las causas metafísicas del mundo físico.

Realidad sustancial Aristóteles

Aristóteles (384-322 a. C.) exprésó el sentido radical de la realidad en el concepto de sustancia. La sustancia expresa lo que hace a cada cosa ser lo que es,aquello que constituye su realidad más propia e individual, su esencia. La sustancia es el ser en sentido pleno. En las cosas hay otras propiedades que pueden adquirirse o perderse, manteniendo la sustancia idéntica: son los accidentes de la sustancia. Los
accidentes no existen por sí mismos sino que son sostenidos por la sustancia. Nosotros vamos cambiando con el tiempo, nuestro peso, educación, rasgos faciales… Pero seguimos siendo el mismo. Aristóteles ofrecíó su propia explicación al problema del cambio. Distingue entre ser en potencia y ser en acto. Un ser en acto es algo que existe en plenitud, es la sustancia tal y como se nos presenta en un momento determinado. Un ser en potencia es algo que puede llegar a ser pero todavía no es. El ser en potencia contiene la capacidad de convertirse en algo. Una bellota puede llegar a convertirse en roble si se dan las condiciones adecuadas, en acto es una bellota pero es un roble en potencia.

Dialecta Helegiana

La realidad, pues, es estructura. Cada cosa es en función de las demás. Pero las interacciones entre las cosas generan cambios, procesos. La realidad es dinámica y eso significa que “da de sí”, como decía Xabier Zubiri, es decir que se desarrolla, cambia, crea nuevas cosas. La estructura de la realidad, al ser dinámica, se despliega en el reino de las posibilidades. La realidad está en continua evolución. Cada cosa, como estructura, tiene su propio dinamismo. Podemos hablar del dinamismo de la realidad personal, mediante la cual las personas desarrollan en su vida las capacidades que tienen, o del dinamismo de una sociedad, que desarrolla sus posibilidades en la historia. Historia y vida son dos categorías desde las cuales la filosofía pretende comprender y ordenar la experiencia de la realidad.
Hegel denomina dialéctica al cambio continuo de la realidad provocado por un enfrentamiento entre elementos contrarios
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Realidad vital Ortega

La consideración de la vida como categoría básica de la realidad procede de W. Dilthey (1833-1911). Para él, la vida es el “lugar” original del que hay que partir, el subsuelo primigenio del que brota toda reflexión. Esta visión de la realidad como realidad vital es compartida por Ortega y Gasset (1883- 1955) que entiende aquí la vida en sentido biográfico y no simplemente biológico. “Yo soy yo y mi circunstancia” decía, entendiendo por circunstancia “lo que es vivido por mí”. La vida se desarrolla en un lugar y época concretos. Y es desde la vida de cada uno desde donde se interpretan el resto de cosas,“toda realidad tendrá que serlo primero en mi vida, su realidad primaria consistirá en cómo es vivida por mí”.

Positivismo Comte

El Positivismo es una corriente filosófica que sostiene que el único saber auténtico es el científico. Para su fundador, Auguste Comte (1798-1857) el interés por la cuestiones metafísicas es solo una etapa, ya superada, en el desarrollo de la humanidad. Los seres humanos siempre se han planteado preguntas sobre el mundo que les rodea. Los peligros e incertidumbres de la vida nos han impulsado a buscar respuestas a nuestras inquietudes. El modo en el que han tratado de responder a estas preguntas ha ido variando a lo largo del tiempo y sigue la ley de los tres estados.(teológico, metafísico y positivo).

Nietzsche y critica a metafísica

Friiedrich Nietzsche (1844-1900) era un filósofo vitalista. Defendía la importancia de desarrollar una
vida plena e intensa, lo cual contrasta con lo que la filosofía ha defendido mayoritariamente como norma de conducta. Para Nietzsche, la metafísica ha creado un mundo ficticio de esencias, dioses y verdades, que ha servido para despreciar el mundo real en el que vivimos. De este modo, las personas han menospreciado todo lo sensible, terrenal y corpóreo. Desde Parménides, la metafísica sólo ha dado valor a lo eterno e inmutable, a la vida espiritual frente a la vida terrenal. Ha pospuesto la resolución de las injusticias al más allá. Por eso, para afirmar la plenitud de la vida, debemos rechazar la metafísica.

Lenguaje d la metafísica

A comienzos del Siglo XX, las ideas del filósofo Ludwig Wittgenstein (1889-1951) contribuyeron a agudizar la crisis de la metafísica. Para Wittgenstein, la mayor parte de los problemas filosóficos no eran más que sinsentidos causados por un mal uso del lenguaje. Trató de analizar lo que tiene sentido decir en su influyente libro Tractatus lógico-philofophicus.

¿Ha muerto la metafísica?

Desde que Parménides planteó en el siglo VI a. C. Su teoría sobre el Ser, en la filosofía se han sucedido  todo tipo de interpretaciones metafísicas sobre la realidad. Para algunos autores la realidad es permanente, y para otros es cambiante. Unos mantienen que la realidad es única y otros que es múltiple. Hay teorías que afirman que todo lo real es material y otras que defienden que lo real es espiritual. Esto contrasta con lo que sucede en la ciencia, donde la mayoría de los científicos están de acuerdo. Así, mientras que la ciencia avanza de forma sólida, la metafísica sigue enredada en los mismos problemas que preocupaban a Platón y Aristóteles sin encontrar respuestas definitivas. Por ello, hay quienes, desde la propia reflexión filosófica, consideran que la metafísica ya no es necesaria, que las ciencias naturales o sociales bastan para comprender la realidad.

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