Ejemplos de juicios a priori

EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTO A PRIORI:


Kant emplea el término ‘conocimiento’ con un significado para designar todas las representaciones que participan en la vida cognoscitiva del ser humano. Así lo define como “representación referida conscientemente a un objeto” (incluye como conocimientos a intuiciones, conceptos y juicios) Como sólo el juicio puede conferir una referencia objetiva a la intuición y al concepto, en sentido estricto conocimiento es el juicio.El conocimiento puede ser empírico o a priori.
Conocimiento empírico se obtiene a partir de las impresiones sensibles (es particular y contingente) Puede consistir en intuiciones empíricas (consisten en la presentación sensorial directa de las cosas), conceptos empíricos se obtienen por comparación, reflexión y abstracción a partir de las intuiciones empíricas, juicios empíricos se refieren a hechos o situaciones conocidos por medio de la percepción sensible. El conjunto de los juicios empíricos (sintéticos a posteriori), enlazados en un sistema es lo que llamamos experiencia.
El término “experiencia” en Kant designa un tipo de conocimientos o, más exactamente, el sistema de los conocimientos de este tipo. A veces utiliza el término “experiencia” de un modo que podríamos llamar metonímico para referirse al material sensible en que la experiencia descansa, prescindiendo del orden que lo convierta en conocimiento. En este sentido, la experiencia se confina al mundo de las percepciones sensibles. Así entendieron la experiencia los empiristas. Para estos la experiencia es sinónimo de la percepción sensible. Los racionalistas afirmaban que la razón humana podía elaborar el edificio del saber al margen de la experiencia. Para los empiristas todos los contenidos de conocimiento procedían de la experiencia que constituía, así mismo, el límite del conocimiento. Kant formado en el racionalismo, pero con la lectura de Hume, despertó del «sueño dogmático» que el racionalismo significaba. La posición escéptica de Hume le llevó a reflexionar acerca del conocimiento y su posibilidad. Aunque Kant no va considerar que todo nuestro conocimiento tiene su origen en la experiencia, sí va a considerar la experiencia como su límite. El conocimiento a priori no es para Kant un conocimiento relativamente a priori, sino un conocimiento que sea a priori respecto de toda experiencia.
Conocimiento a priori no significa conocimiento presente en el espíritu antes de que este empiece a experimentar cosa alguna; significa conocimiento no derivado de la experiencia, aunque no aparezca como tal sino con ocasión de la experiencia. No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, pero aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso se origina todo él de (a partir de) la experiencia. Distinguimos con Kant intuiciones a priori, conceptos a priori y juicios a priori. La intuición a priori es una representación de la sensibilidad en la que no hay material procedente de la sensación. Los conceptos a priori son representaciones que el entendimiento forma espontáneamente y que aplica para sintetizar la multiplicidad de los fenómenos. Los juicios a priori son aquellos cuya verdad se descubre con anterioridad e independencia de la experiencia (universales y necesarios) Los juicios a priori pueden ser analíticos (si el concepto del predicado está incluido en el concepto del sujeto) o sintéticos (si el concepto del predicado no está incluido en el concepto del sujeto). Los juicios sintéticos a priori son aquellos en los que el predicado no está incluido en el concepto del sujeto, y cuya verdad no se descubre a partir de la experiencia. Según Hume sólo el conocimiento acerca de relaciones de ideas, que es analítico y que no procede de la experiencia puede ser universal y necesario. Este conocimiento se da en el ámbito de las matemáticas. Nuestro conocimiento acerca de las cuestiones hecho, el propio de la física y de la vida ordinaria, procede de la experiencia y no puede ser universal ni necesario.Kant está de acuerdo con Hume pero él cree que es posible formular juicios sintéticos a priori universales y necesarios más allá del ámbito de las matemáticas. Para justificar la posibilidad plantea su revolución copernicana que consiste en lo siguiente: en lugar de suponer, que los principios del conocimiento derivan de los objetos y, en consecuencia, que nuestra mente se estructura a partir de los objetos, suponer en cambio que esos principios constituyen nuestro modo de conocer, determinando ellos a los objetos, es decir, que es nuestra mente la que estructura los objetos. Desde la posición tradicional resultaba imposible saber algo a priori de los objetos, porque si éstos determinan nuestro conocer, no es posible saber nada de ellos hasta que no “nos sean dados” (dados a la experiencia). Con la propuesta de Kant, sí que podemos saber algo a priori de los objetos: todo aquello que deriva de nuestras estructuras cognoscitivas. Para Kant es evidente que existen juicios sintéticos a priori en matemáticas y en física, pero asume como tarea de la Crítica de la razón pura indagar cómo son posibles, qué hace posible formular en matemáticas y en física juicios sintéticos a priori y si es posible formular juicios sintéticos a priori en metafísica.

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