El fragmento pretende mostrar las conclusiones que se pueden sacar de la Alegoría de la Caverna, y en él ya no hace una narración simbólica, sino que más bien explica el mito y saca conclusiones. Comienza con la explicación del «mito de la caverna», que Platón ha expuesto anteriormente, y a consecuencia de ello nos muestra la división entre los dos mundos: el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible.
Posteriormente afirma que el alma humana sigue un proceso de ascenso hacia el Mundo Inteligible, en el cual alcanza al final y con gran dificultad a la Idea de Bien.
Esta Idea de Bien se caracteriza por ser, por un lado, la causa de las cosas bellas, y por otro lado, principio de verdad e inteligencia.
Y finalmente, termina afirmando la importancia que tiene la Idea de Bien para obrar con sabiduría, tanto en el ámbito privado como en el público.
Considero como idea fundamental de este fragmento, la que muestra la superioridad de la Idea de Bien como causa de todas las cosas y principio de verdad e inteligencia.
La razón de ello reside en que el fragmento está encaminado a mostrar esta conclusión.
Este fragmento pertenece al la República, probablemente el diálogo más importante de la magna obra platónica. La importancia de la República reside en que en ella aparecen la casi totalidad de los temas sobre los que Platón reflexiónó, como: la formulación de la Teoría de las Ideas, junto con su concepción del hombre como compuesto de alma y cuerpo, así como una profunda reflexión sobre temas ético y políticos, sin olvidar que también expone sus teorías sobre la educación.Al afirmar que la República pertenece al período de madurez, quiero destacar que es éste el período donde aparece la formulación de la Teoría de las Ideas tal y como normalmente se expone, es decir lo que se denomina exposición dogmática. Quiere esto decir, que Platón no expuso siempre su teoría de las misma forma.
Así sintetizando podemos distinguir: un período anterior al de madurez, donde el pensamiento platónico no estaba claramente definido y no había aportado grandes novedades respecto a su maestro Sócrates, y otro crítico donde establece una revisión de algunos aspectos de su pensamiento. El texto comienza mostrándonos la realidad desde una perspectiva dual
. Por un lado está lo que captamos por los sentidos, es lo que Platón denomina Mundo Sensible, y por otro lado lo que captamos mediante la intelección o Mundo Inteligible
.
Carácterísticas que platón otorga a estos mundos son las siguientes :
el mundo de las ideas o mundo inteligible mundo de entidades perfectas ,inmutables, eternas.
El mundo de las cosas , o mundo sensible , es un mundo de entidades imperfectas cambiantes y perecederas, mundo que captamos con los sentidos.
PROBLEMAS DEL MÉTODO :Para la construcción de la nueva filosofía, Descartes considera necesario encontrar un nuevo método, puesto que el que le ofrece la tradición, el silogismo de Aristóteles, sólo sirve para aclarar verdades ya conocidas, al estar la conclusión implícita en las premisas, pero no para descubrir nuevas verdades. Este nuevo método, dado que todas las ciencias son una, será uno y el mismo para todas ellas. Descartes tomará el nuevo método de las matemáticas, ciencia por la que sentía una gran admiración por la solidez y firmeza de sus principios, y el orden y rigor de sus demostraciones. Descartes pretenderá alcanzar en su filosofía un grado de certeza semejante al de las matemáticas. Define el nuevo método como un conjunto de reglas ciertas y fáciles que hace imposible –para quien lo aplique exactamente– tomar lo falso por verdadero, y que hace que –de modo progresivo y gradual– el entendimiento llegue al conocimiento de todas las cosas accesibles a la inteligencia humana.
Estas reglas son cuatro:
la regla de la evidencia que cosiste en no admitir como la verdadera ninguna idea que no se sepa con absoluta certeza.La regla del análisis, la regla de la síntesis y la regla de la enumeración
COGITO:
La duda llevada hasta este extremo de radicalidad parece abocar irremisiblemente al escepticismo. Esto pensó Descartes durante algún tiempo hasta que, por fin, encontró una verdad absoluta, inmune a toda duda, por muy radical que sea ésta: la existencia del propio sujeto que piensa y duda. Si pienso que el mundo existe, tal vez me equivoque en cuanto a la existencia del mundo, pero no cabe error en cuanto a que yo lo pienso; igualmente, puedo dudar de todo menos de que yo dudo. Mi existencia, pues, como sujeto que piensa (que duda, que se equivoca, etc.), está exenta de todo error y de toda duda posible. Descartes lo expresa con su célebre frase: «Pienso, luego existo» Mi existencia como sujeto pensante no es sólo la primera verdad y la primera certeza: es también el prototipo de toda verdad y de toda certeza. ¿Por qué la existencia del sujeto pensante es absolutamente indubitable? Porque se percibe con toda claridad y distinción. De aquí extrae Descartes su criterio de verdad o certeza: todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y El «cogito» consiste en la afirmación indubitable de mi existencia como sujeto que piensa, como «yo» pensante. Descartes dirá que el «yo», el sujeto que piensa y, por lo tanto, existe, es una sustancia pensante. El «yo» o sujeto cuya existencia es indudable es una sustancia cuya esencia es el pensamiento. Esto es lo que se me presenta como absolutamente evidente en el «cogito»