La coherencia entre los principios del conocimiento, los instrumentos del conocimiento y el resultado de conocimiento del proceso de conocimiento

LOS SOFISTAS

Se denomina «sofistas» a un conjunto de pensadores griegos que florecen en la segunda mitad del s. Los sofistas tienen el gran valor de ser los primeros maestros de la cultura occidental, son los primeros que se preocupan de la formación retórica de los ciudadanos para la vida pública. Por tanto, debe haber un cambio paralelo en la educación y ese cambio lo realizan los sofistas. La primera tiene que ver con el desarrollo de las teorías físicas anteriores y la segunda, con el sistema democrático establecido en Atenas ofrece un espectáculo, aunque fascinante, descorazonador por la diversidad de teorías.

Sócrates

Sócrates era un hombre de ciudad. Sócrates no solo atrajo hacia sí simpatía y admiración, sino también envidias y recelos. No escribíó ninguna obra, tal vez porque consideraba que el diálogo, la comunicación directa, interpersonal era el único método válido para la filosofía. Carácterísticas de su modo de entender y practicar el diálogo son la ironía y la mayéÚtica.
Hemos de subrayar su actitud antirrelativista y su intelectualismo moral. Para ello se hace necesario definir con rigor. Aristóteles dice que la aportación de Sócrates es la del razonamiento inductivo y la definición universal y ambas se refieren al principio de la ciencia. Definir es poner límites a una cosa, decir lo que es, dar con su esencia.
Se inaugura un nuevo saber entendido como definir. El inicio del diálogo lo ponía una pregunta general ¿qué es la justicia?, después se entraba en una fase inductiva en la que se analizaban ejemplos diferentes, luego se buscaba lo que había de común y se daba una definición. Es virtud en un sentido distinto del usual, se aproxima más al que tiene la palabra al hablar de virtudes de las plantas o de un virtuoso del violín. La virtud es la disposición última y radical del hombre, aquello para lo que ha nacido propiamente, es decir, su Bien.
Y esta virtud es ciencia, se puede enseñar.

PENSAMIENTO DE PLATÓN

LA Teoría DE LAS IDEAS

Ese problema se soluciona, según Platón, postulando la existencia de un mundo de ideas, independiente del que vivimos, que tiene autonomía y existencia propia y que es causa del nuestro. Ese mundo de ideas es un mundo de esencias inmutables, puros conceptos que siempre son ellos mismos, mientras que el mundo en el que estamos inmersos es un mundo de cosas materiales, sometido al cambio continuo, al nacimiento, a la extinción y a la destrucción, pero construido a imitación del mundo ideal. Esta propuesta platónica viene contenida en lo que, dentro de la tradición y literatura filosófica, se conoce con el nombre de teoría de las ideas, que es, probablemente, una de las construcciones teóricas más ingeniosa que existe. La idea es la definición universal que abarca en su seno a muchos entes particulares, los cuales imitan y participan de la definición. Al decir o pensar «silla» no hay referencia particular a esta o aquella silla, sino a lo que significa y su idea vale para cualquiera de las sillas que existen. La definición, que debe describir perfectamente la esencia de algo, es la idea o la forma. La problemática de las ideas se presenta como la necesidad de presuponer un modelo que nos permita saber qué son las cosas.
Descubrir ese mundo ideal se convierte en la misión del filósofo, si aspira a la verdad. Ese mundo ideal es, por tanto, un mundo intelectual que sólo el alma pueden descubrir. Ese proceso que llena a los hombres a reconocer como falso el mundo sensible y a someterse, por verdadero, al mundo racional lo abarca la educación. Tanto el proceso educativo y sus contenidos como la ciencia final adquirida -esto es, el conocimiento de las ideas- reciben el nombre de dialéctica. Ese mundo de esencias es para Platón la única realidad existente y a la que se debe dirigir el conocimiento que aspire a la verdad.

La idea del Bien

La idea del bien constituye en el sistema platónico algo así como el cierre y fundamento a partir del cual todo el resto de las ideas cobran sentido. La idea de bien es aquélla que posibilita que las cosas sean como tienen que ser, para decirlo sencillamente, que estén bien hechas. Es algo así como la idea de las ideas, ya que si las cosas sensibles son lo que son –aun en su imperfección– por ser copias de las ideas, las ideas deben también su ser a algo que las ordena, las sostiene. Al igual que el sol ilumina las cosas sensibles, las hace visibles posibilitando ver al ojo humano, así la idea de bien «proporciona la verdad a los objetos del conocimiento y la facultad de conocer al que conoce», al alma.

Crítica aristotélica a la teoría de las Ideas

Varios libros de la Metafísica de Aristóteles están dedicados a la revisión de la teoría de las Ideas. Esta actitud hace necesaria la existencia de la esencia, que es lo que Platón sitúa en un mundo separado. Él va a intentar solucionarlo trasladando la dualidad de mundos platónica al interior de las cosas mismas.

1. Duplicar la realidad es duplicar los problemas. Ya no sólo hay que explicar la complejidad del mundo que nos rodea, sino, además, la del nuevo mundo teórico que se postula.

2. No explica el cambio en el mundo material. Si el mundo material se explica por el mundo ideal, y en el mundo ideal no hay cambio, entonces no hay forma de explicar el cambio a partir del mundo ideal.

3. Por si esto fuera poco, si las esencias de las cosas están separadas de éstas, eso significa que no son propiamente sus esencias. La esencia de las cosas no puede estar separada de las cosas mismas. Claro que buscar la esencia de las cosas es el trabajo de la ciencia, pero es dentro de las cosas, y no fuera, donde percibimos esa esencia

Así, podemos considerar a Aristóteles platónico en la medida en que está a favor de la búsqueda de universales, y defiende que el conocimiento versa sobre lo universal. Ésta es la esencia de la cosa, y es eterna . Así, pues, para Aristóteles, lo real es el ser que tiene una unidad intrínseca entre materia y forma, la sustancia individual.

LA Teoría DEL CONOCIMIENTO DE PLATÓN


Esto le sirve de prueba a Platón para afirmar que todo el conocimiento es recuerdo de algo anterior. De acuerdo con este mito, el alma , que es el cochero, se paseó una vez por los cielos y pudo contemplar las esen-cias o ideas, pero en la disputa que entre sí mantienen entre sí los caballos que la transportan y que debe gobernar le hacen caer a este mundo sensible, siendo encarcelada en el cuerpo humano. Una vez anclada el alma en la vida humana, es a través de los sentidos cómo el cuerpo pone al alma en contacto con las sombras de este mundo. No obstante, en estos contactos primeros el alma inicia el recuerdo , lentamente, de lo que ya una vez vio en su viaje celestial.

El conocimiento, en grados sucesivos, lo recupera el alma al recordar hasta alcanzar nuevamente el mundo de las esencias. Por lo tanto, si conocer es recordar, entonces Platón afirma la existencia de ideas inna-tas. El hombre al nacer en el mundo material ya viene con una carga de conocimiento a causa de su existencia anterior. Todos los hombres, o mejor, todas las almastienen el germen de todas las ideas y de ahí que Platón pensara en la importancia de la educación, especialmente la de los políticos.

LOS GRADOS DE CONOCIMIENTO

Platón jerarquiza el ascenso gradual hacia las esencias, que arranca con el conocimiento sensible, en cuatro estadios sucesivos, que se corresponden perfectamente con los cuatro grados de la realidad. Es la línea del conocimiento tal y como aparece al final del libro VI de la República, y de la cual el mito de la caverna es una ilustración:Los estadios sucesivos que el alma en su ascenso gradual recorre hasta alcanzar el mundo de las esencias o ideas, que es el conocimiento verdadero o episteme, son los siguientes:

EIKASIA: os objetos que ocupan las mentes de los hombres cuando se encuentran en esa condición están simbolizados por las sombras en el muro interior, e incluyen todo el conjunto de creencias que se basan en la aceptación poco crítica de las apariencias, tanto las «apariencias» físicas como morales; admitir que el sol y la luna tienen más o menos el mismo tamaño porque así lo parece, es estar en esta condición, y también lo es suponer que es justo vengarse de los enemigos porque está bien visto.

PISTIS: Es representado en la parábola por el hombre que mira a los muñecos y al fuego. Representa seguramente la etapa en la cual un hombre evita escrupulosamente tragarse los engaños . Un artesano que no es engañado por una baratija pulida está presumiblemente en esta etapa, e igualmente un hombre honrado que no aceptaría ninguna excusa ante una fechoría. Las dos etapas superiores a éstas pertenecen a episteme o «estudio del mundo inteligible»,o en otras palabras, también hay dos niveles de pensamiento teórico.
DIANOIA: El primero está representado en la parábola por el tiempo durante el cual el prisionero, al que se ha soltado, puede mirar las sombras y reflejos al aire libre, pero no puede mirar los objetos reales, y el segundo por el proceso gradual mediante el cual es capaz de ver objetos, incluso las estrellas y la luna, y finalmente el sol. Parece claro que esta etapa se corresponde con el estudio de las ciencias matemáticas , que Platón denomina ciencias preparatorias .
NOESIS: Los objetos reales que el prisionero observa en el exterior de la caverna simbolizan las ideas que son captadas por el auténtico filósofo, estando, desde luego, representado el bien por el sol. De modo semejante, la idea de bien es como el sol del mundo inteligible. Al igual que el sol ilumina las cosas sensibles y las hace visibles y otorga la facultad de ver al ojo humano, así la idea de bien «proporciona la verdad a los objetos del conocimiento y la facultad de conocer al que conoce».

La dialéctica

La dialéctica es el procedimiento utilizado por el filósofo para alcanzar la comprensión última del mundo de las ideas. A diferencia del método matemático, la dialéctica no se limita a una parcela del mundo inteligible y su saber no se basa e hipótesis no justificadas. Al hacer dialéctica se pregunta «qué es cada cosa» . Platón nos dice que se desarrolla «hacia arriba» en dirección a un «primer principio no-hipotético» y que culmina en la comprensión del bien.
El dialéctico rechazar hacer uso de la información sensible en su investigación del mundo ideal. De esta forma, el intento de lograr una definición de una idea específica, nos llevará a intentar definir una idea «superior» o menos específico. De esta forma se puede progresar «hacia arriba» logrando una comprensión cada vez mayor de los principios generales más elevados, más generales del orden racional. Y así nos vamos aproximando a la comprensión por medio de la razón de la idea del bien.
Esta sería la llamada dialéctica ascendente, en busca de las ideas. La dialéctica es la visión de las ideas como consecuencia de la educación recibida. Esta dialéctica descendente es la que habrá de permitir, puesto que ya habrán sido conocidas las ideas, organizar la vida de los hombres conforme a la idea de Bien.

LA Antropología Platónica

Para Platón el hombre es un alma espiritual y eterna encerrada, encarcelada en un cuerpo. Mientras tengamos cuerpo, nos dice Platón, estamos muertos, porque somos fundamentalmente nuestra alma, y el alma mientras se halle en un cuerpo está como en una tumba y por lo tanto insensibilizada. Nuestra muerte corporal en cambio es vivir, porque al morir el cuerpo el alma se libera de la cárcel. El alma no es sólo la parte más importante del hombre, sino que, además, el alma del hombre es inmortal.

Los argumentos que utiliza Platón para demostrar la inmortalidad del alma, para demostrar que sigue existiendo el alma cuando el hombre ha muerto, y que sigue teniendo capacidad de conocer –entendimiento–, y de obrar, son varios. De todos ellos, el más conocido es el de la simplicidad del alma. Sólo se pueden disolver –y la muerte es disolución–, aquellas cosas que por naturaleza son compuestas, dado que sus elementos se pueden disgregar de la misma forma que se compusieron. Lo simple, y el alma lo es –al ser espiritual–, no se puede disgregar y se encuentra siempre en el mismo estado, sin estar sometido a cambios.

Las almas, tras ser moldeadas iguales, eternas y atemporales por el Demiurgo, se encarnan en un cuerpo concreto. Después de la muerte, el alma está peregrinando durante unos mil años, en los que se encarna sucesivamente en varios cuerpos, eligiendo su destino.

Partes o clases de alma

En la teoría platónica hay tres tipos fundamentales de individuos: los que buscan la sabiduría, los que ambicionan honores y los que ansían las ganancias. He aquí la prueba de ello. En consecuencia, son tres las partes del alma: la concupiscible o apetitiva, la irascible y la racional. La parte irascible, por su propia naturaleza, suele ponerse del lado de la razón, pero también puede aliarse con la parte inferior del alma, si se somete a los perniciosos efectos de una educación equivocada.
Para Platón, en el hombre justo, la parte racional, sostenida por la irascible, domina a la parte concupiscible; sólo este orden permite al individuo alcanzar su verdadero bien, su más auténtica felicidad y autorrealización

LA Teoría Política DE Platón

La teoría política de Platón establece una correspondencia entre cada hombre particular y la ciudad. Cada ser humano posee tres almas (cada uno en diferente proporción):

• Alma concupiscible o apetitiva: que persigue satisfacer deseos físicos (hambre, sexo,…)

• Alma irascible: que persigue fama, honor por medio de actos de valor.

• Alma racional: que persigue el conocimiento, la verdad Estas tres almas permiten satisfacer la totalidad de las necesidades físicas y corporales del ser humano. 

Cada una deestas almas alcanza su excelencia cuando desarrolla ciertas virtudes: Alma concupiscibleModeración en el disfrute de los placeres físicos. Alma irascible Fortaleza, coraje, valor Almaracional Prudencia para tomar las decisiones correctas.La ciudad , según Platón, tiene las mismas necesidades que cada hombre particular. Laciudad nace porque no somos autosuficientes, necesitamos de muchas cosas parasobrevivir y necesitamos de los demás para vivir humanamente. De esta forma lasnecesidades materiales de la ciudad quedarán satisfechas. Pero la riqueza genera envidias,y la ciudad deberá defenderse de las amenazas internas y externas No necesitan trabajar, la ciudad les mantiene. La comida, el alojamiento, todas susnecesidades materiales se las proporciona la ciudad. Su tarea es estar bien preparado cuando la ciudad les necesite. Una vez superados sus estudios y prácticas, tendrán a cargola dirección de la ciudad, tarea que realizarán con prudencia.Alma concupiscible Productores Producen y venden objetos materiales Alma irascible Guardianes Protegen la ciudad de las amenazas Alma racional Gobernantes Dirigen la ciudad con prudencia.

2. Los regíMenes políticos

Luego de haber trazado en la República el esquema de la sociedad bien ordenada, Platón se centra en las constituciones que se apartan del ideal, a las que se puede, por tanto, considerar como formas degeneradas de éste, que corresponden al predominio de partes del alma que deberían estar sometidas al gobierno del alma racional. Las cuatro formas de constitución degenerada (timocracia, oligarquía, democracia, tiranía) pueden entenderse como un proceso de decadencia progresiva a partir de la corrupción de la constitución óptima

Aristocra

El régimen más perfecto, porque es la inteligencia la que, a través de un monarca o de unos hombres superiores, por su educación y altruismo, domina en el Estado. Esa inteligencia generosa permite establecer el equilibrio entre las clases sociales.Es interesante la idea de generosidad y entrega a los otros que yace en la teoría platónica. El egoísmo no es sólo un defecto moral, sino que es algo más profundo: el olvido de lo que es vivir como ser humano y entre seres humanos.A partir de este régimen superior, los otros regíMenes manifiestan una inevitable decadencia.

Timocracia

Domina en esta forma de gobierno el elemento pasional sobre el racional. Se ambicionan honores y riquezas. Predomina la clase militar y sus representantes oprimen a las clases inferiores. Pero, igual que la aristocracia, acaba corrompíéndose porque:

Oligarquí

«¿Y cómo se pasa de la timocracia a la oligarquía?» «Porque la riqueza almacenada destruye a esos gobernantes que empiezan por inventarse nuevos modos de ganar y gastar dinero y llegan a violentar las leyes de modo que cuando en una ciudad se admira a la riqueza y a los ricos, se menosprecia a la verdadera virtud y a los buenos». Este deseo insaciable de riqueza corrompe a los ciudadanos y acaba corrompiendo al régimen entero.

Democracia

Así, escribe Platón, «la democracia surge cuando los pobres, tras lograr la victoria, matan a unos, destierran a otros, y comparten con los que quedan el gobierno y los cargos públicos, que la mayor parte de las veces se distribuyen, en este tipo de régimen, por sorteo».

Tiranía

El pueblo acaba aceptando, por ello, al tirano que parece establecer un orden, aunque sea falso, «y, para seguir dominando y empobreciendo mental y materialmente al pueblo, el tirano suscita guerras para que el pueblo tenga necesidad de jefes y para que los ciudadanos empobrecidos se obsesionen por sus propias necesidades y no conspiren contra él».

ARISTÓTELES: SOCIABILIDAD Y REGÍMenes POLÍTICOS

Pero, puesto que las familias no se bastan a sí mismas, ha nacido el municipio, que es una comunidad más amplia, destinada a garantizar de forma orgánica y sistemática las necesidades de la vida. Pero, si la familia y el municipio son suficientes para satisfacer las necesidades de la vida en general, no bastan para garantizar las condiciones de una vida perfecta, es decir, de la vida moral. Esta forma de vida, a la que podemos llamar espiritual, sólo puede ser garantizada por las leyes, por las magistraturas y, en general, por la organización compleja de un Estado.

LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO

En el momento en que las «polis» van a desaparecer para siempre, Aristóteles trata de mantenerlas a toda costa porque piensa que son las instituciones que mejor pueden ofrecer a los ciudadanos la seguridad, requisito básico de la vida en sociedad. Por este motivo, Aristóteles no se dedica a elogiar ninguna organización concreta de Estado, sino a analizar las posibles organizaciones del estado. Estas tres formas de gobierno pueden degenerar y degeneran cuando los gobernantes persiguen su propio provecho y no el del conjunto de los ciudadanos. La forma de gobierno ideal para Aristóteles es una mezcla de aristocracia y democracia, porque evita los extremos.

10rque evita los extremos.

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