Conocimiento y Realidad. (Kant)
1.Hacia el proyecto de una crítica de la razón pura
Durante los años de la formación de Kant, el Racionalismo (la razón es la fuente principal del conocimiento humano en general y la realidad se puede conocer mediante la razón de una manera científica) había calado en la universidad alemana de la mano de Christian Wolff, quien pretende elevar la Metafísica como una ciencia capaz de ofrecer un conocimiento racional puro (sin conocimientos empíricos) acerca de todo lo posible.
Wolff divide la Metafísica en dos partes: la metafísica general (tratado del ser), la cual trata del ser en general, sus estructuras y atributos; y en la metafísica especial, bajo la cual Wolff agrupa 3 ciencias que versan (tratan) sobre distintas regiones de lo real. Estas ciencias son la psicología racional (tratado del alma), que investiga el alma como totalidad de los hechos de la conciencia; la cosmología racional (tratado del mundo), la cual investiga el mundo o universo como totalidad de los hechos naturales y, finalmente la teología racional (tratado de Dios), que investiga racionalmente a Dios como origen y fundamento de toda realidad posible.
En el pensamiento y producción de Kant hay:
Una primera etapa precrítica, en la que Kant se mueve bajo el Racionalismo. La ciencia moderna parecía dar la razón a esta perspectiva (excepto Newton que interpretaba su filosofía natural como ciencia experimental e inductiva (de inducción)).
Los filósofos racionalistas (s. XVIII) y entre ellos Kant intentarán ajustar la física newtoniana a sus esquemas y ganarla para su causa.
La etapa crítica, por su parte, inicia con la publicación de la Crítica de la Razón Pura, que fue un hecho decisivo para su producción y toda la filosofía moderna. Su origen estaba en la lectura del Tratado sobre la naturaleza humana de Hume. Los planteamientos de Hume hacen que Kant pierda la confianza en la capacidad de la razón para alcanzar conocimiento sin apoyo de la experiencia, por lo que Kant abandonará su sueño de construir una metafísica científica sin contenidos empíricos acerca de grandes objetos de la razón.
Pero, el punto de partida de la reflexión de Kant durante este giro crítico está en el Factum de la ciencia, por el cual existen una serie de conocimientos bien establecidos cuyo carácter científico no se puede negar (matemática, física y la metafísica que no había sido capaz de constituirse como ciencia). A través del Factun Kant da un giro decisivo a la filosofía (el giro crítico), su reflexión está dirigida a aclarar las condiciones de posibilidad de nuestro conocimiento (a medida que está dado debe ser posible), esto es una filosofía trascendental (perdurable/significativa). Así, su proyecto de una crítica de la razón pura trata sobre las capacidades y los límites de la razón en la búsqueda del conocimiento formulándose tres preguntas (de naturaleza trascendental):
1.¿Cómo es posible la matemática como ciencia?
2.¿Cómo es posible la física como ciencia? Y 3. ¿Es posible la metafísica como ciencia?
2.¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori (no necesitan de experiencia sensible)?
Según Kant un juicio es una operación mental en la que se realiza una proposición (propuesta/oración) acerca de un objeto. Normalmente son siempre verdaderos o falsos y nos ofrece dos criterios para clasificar juicios:
- La relación del juicio con la experiencia, que recurre a la procedencia de juicios y su forma de verificación.
- Juicios a priori: No proceden de la experencia, siendo anteriores a ella. Y tampoco necesitan de la experiencia para ser confirmados como verdaderos. Por lo que su forma de verificación no depende de la experiencia. Estos juicios son verdaderos o válidos siempre mostrándonos verdades necesarias y universales.
Juicios a posteriori
: Al contrario de los anteriores su procedencia y verificación está en la experiencia (particular (única para cada persona)). Por ello nos muestran verdades que no pueden ser ni universales ni necesarias.
- Relación del sujeto con predicado, que recurre al modo en que los juicios son construidos.
- Juicios analíticos (del análisis): En ellos el concepto del predicado está incluido en el sujeto y no aporta nada nuevo a lo contenido en éste. Su contrario es impensable o imposible. Un ejemplo podría ser «Todo soltero es un no casado».
Juicios sintéticos
: En ellos el concepto del predicado no está incluido en el sujeto, por lo que aporta información nueva y su contrario siempre es pensable o posible. Un ejemplo podría ser «La pared es blanca».
Mezclando juicios podemos obtener juicios analíticos a priori, los cuales son universalmente válidos pero no dan ningún tipo de conocimiento. Por otro lado, los juicios sintéticos a posteriori amplían lo que sabemos (dan conocimiento), pero no dan conocimiento universal y necesario. Y, finalmente los juicios sintéticos a priori (su existencia afirmada por Kant), amplían nuestro conocimiento sin necesitar de la experiencia, por lo que sí que dan conocimiento universal y necesario.
Según Kant todo conocimiento comienza con la experiencia, pero no todo él procede de ella.
Él explica que todo conocimiento consta (se compone) de una materia dada a posteriori, que es ordenada en virtud de una forma dada a priori por nuestra conciencia. Para Kant son estas formas a priori las que explican la posibilidad de la ciencia. De este modo las anteriores tres preguntas son reformuladas:
- ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en matemática?.
- ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la física?.
- ¿Son posibles los juicios sintéticos a priori en metafísica?.
3.La síntesis a priori en la sensibilidad y los fundamentos de la matemática: La estética trascendental
El proyecto kantiano habla de dos facultades en nuestra capacidad de conocer: la sensibilidad (nos permite recibir impresiones de objetos de forma inmediata en forma de intuiciones sensibles) y el entendimiento (capacidad de pensar los objetos con intervención de conceptos).
Por su parte, la estética trascendental parte de la crítica de la razón pura que se pregunta si existen elementos universales y a priori en nuestra sensibilidad. La respuesta de Kant a esta pregunta es lo mencionado anteriormente sobre que la materia de nuestras intuiciones sensibles es estrictamente particular y empírica, pero la forma en que organizamos esa materia es, en cambio, a priori y universal (común a todos los individuos). Según Kant estas formas a priori que organizan las experiencias son el espacio (cualquier objeto sensible se nos daen una posición con respecto a los demás) y el tiempo. Ambos conforman la estructura que constituye a priori toda nuestra experiencia (la hace posible). También son objeto de intuición pura pues los captamos de modo inmediato y con independencia de todo contenido empírico. Según Kant, esto constituye la cientificidad de la matemática: la geometría, la cual utiliza la intuición pura del espacio para elaborar sus juicios sintéticos a priori; y la aritmética, la cual utiliza la intuición pura del tiempo para elaborarlos. El primero de la sensibilidad externa y el segundo de la sensibilidad interna y externa.
Al objeto que emerge de la suma a priori de las impresiones (como materia diversa) mas el espacio y el tiempo (como formas a priori de la sensibilidad) lo denomina Kant fenómeno.
4.La suma a priori en el entendimiento y los fundamentos de la ciencia natural: La analítica (análisis) trascendental.
La lógica trascendental parte de la crítica de la razón pura que estudia el funcionamiento a priori del entendimiento.
En su primera parte Kant examina los elementos y los principios a priori del entendimiento, sin los que ningún objeto puede ser pensado. Así llega a la pregunta de “¿Qué hace falta para pensar un objeto, para comprenderlo?”. Su respuesta a esta pregunta era incluirlo en un concepto. El entendimiento, por su parte, genera conceptos por su actividad espontánea y los usa para pensar los objetos, pero también tiene capacidad de juzgar, pues al asociar un objeto a un concepto construimos un juicio.
Kant afirma la existencia de conceptos a posteriori (los cuales permiten elaborar juicios de experiencia como “´la casa tiene tejado”) y de conceptos a priori (como los de “sustancia”, “causa” y “existencia”). En eso los principios de Kant chocan un poco con los de Hume, quien considera que estos conceptos son derivados de la experiencia. En cambio, Kant considera que dichos conceptos no derivan de la experiencia y que además son precisamente los que hacen posible que tengamos experiencias.
Sin la actividad del entendimiento o sin los doce conceptos puros del entendimiento (categorías), lo recibido por la sensibilidad no podría brindarnos conocimiento alguno.
El núcleo de la teoría del conocimiento kantiana consiste en que el conocimiento necesita de la suma de las intuiciones de la sensibilidad y los conceptos del entendimiento. Sin sensibilidad ningún objeto nos sería dado y, sin entendimiento, ninguno sería pensado. Por ello no hay conocimiento posible sin esta síntesis de materia y forma.
5.La teoría del conocimiento de Kant: El idealismo trascendental
Sin las operaciones de la estética y la analítica trascendental no sería posible el conocimiento de ningún objeto de experiencia, esto significa que nuestro conocimiento sólo puede tener por objeto a los fenómenos. Al objeto en sí mismo, independiente de nuestra experiencia, lo denomina Kant noúmeno. Este concepto tiene una utilidad puramente negativa ya que sirve para señalar los límites de nuestro conocimiento y tampoco lo podemos conocer.
Kant definíó su sistema como un idealismo trascendental: en su filosofía las condiciones de posibilidad del conocimiento tienen su origen en el sujeto, que es el que impone la forma del conocimiento a los contenidos de la experiencia. Para Kant, la subjetividad es trascendental porque hace al conocimiento universal y necesario mediante sus intuiciones y conceptos puros.
Según él su filosofía supone un giro copernicano, porque deja de buscar las fuentes de la ciencia en el objeto y las localiza en la subjetividad misma.
6.¿Son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica?: La dialéctica trascendental
La dialéctica trascendental es la parte de la lógica trascendental que critica las contradicciones entre el entendimiento y la razón cuando formulan juicios sobre objetos que no nos son dados por la experiencia.
Por su parte, la razón es la facultad que unifica el conocimiento según principios cada vez más generales. Esta guiada por el interés teórico, por lo que busca siempre remontarse desde lo particular a lo general, de lo condicionado a lo incondicionado. Para ello hace uso de los razonamientos, en los cuales nuestros juicios se enlazan entre sí dando lugar a una unificación del conocimiento sobre principios cada vez más generales. El producto último de esta unificación de la experiencia son las tres ideas de la razón pura o conceptos puros del alma: el alma (unidad absoluta de los fenómenos de la experiencia interna), el mundo (conjunto y unidad absoluta de los fenómenos de la experiencia externa) y Dios (suprema condición de posibilidad de todo lo que puede ser pensado). Estos son conceptos a priori y pueden tener un uso regulativo y un uso constitutivo que da lugar a problemas.
Para acabar, de los resultados de la dialéctica trascendental obtenemos que la metafísica general de Wolff sobrevive reconvertida en filosofía del sujeto trascendental, mientras que la metafísica especial queda desacreditada como ciencia. De esta forma queda resuelta la cuestión de si la metafísica es posible como ciencia racional. Otro resultado o consecuencia será que Alma, mundo y Dios no son objetos de conocimiento porque no hay ningún fenómeno que les corresponda, pero sí pueden ser pensados como noúmenos.
La ética (Kant)
1. LIBERTAD Y CONCIENCIA MORAL
-La razón humana tiene un uso teórico que responde el interés racional por conocer el mundo que nos rodea y un uso práctico para determinar nuestra voluntad y conducta.
-Hume — Razón era una facultad instrumental, en cambio, para Kant es una legislativa capaz de determinar fines racionales para la acción humana.
-Según Kant — La libertad es un postulado (demanda/solicitud) necesario de la vida moral.
Los seres humanos tenemos conciencia de la ley moral, somos conscientes de que podemos obrar mal o bien.
2. CONTRA LAS ÉTICAS MATERIALES
-Kant califica las éticas anteriores a la suya como éticas materiales — Pretenden ofrecernos contenidos morales.
-Kant dirige 3 críticas a las éticas morales:
- Son empíricas: Nos dicen qué fines debemos perseguir, nos ofrecen un contenido empírico que no nos está dado a priori. Para Kant solo podemos llegar a los principios universales de la moralidad con la razón pura práctica.
- Son heterónomas: Kant —
Libertad consiste en la autonomía — somos libres cuando nos regimos por normas que nos hemos dado a nosotros mismos racionalmente. Cuando actuamos heterónomamente lo hacemos en virtud de fines dados externamente.
Son condicionales: Éticas materiales sólo nos obligan bajo la condición de que persigamos los fines que nos proponen. Kant –obligación moral debe ser universal e incondicionada
3. LA ÉTICA FORMAL KANTIANA: EL DEBER Y LA BUENA VOLUNTAD
-La ética de Kant será una ética de carácter formal, a priori, autónoma e incondicionada.
-Kant –distingue una materia y forma:
- Materia: Es lo que la norma prescribe («no robarás», «amarás al prójimo», etc.).
- Forma: Motivación con que seguimos la norma.
Para Kant:
-Al actuar movidos por nuestras inclinaciones –no actuamos moralmente.
-Si hay algo incondicionalmente bueno en el mundo es la buena voluntad → Es buena en sí misma, aunque no sea capaz de consumar sus intenciones — Actúa por puro respeto al deber, en esos casos podemos hablar de una voluntad autónoma.
4. LA FORMA DE LA LEY MORAL: EL IMPERATIVO CATEGÓRICO
-Pregunta: ¿Qué forma ha de tener la ley moral?
-Respuesta:
- Las máximas privadas: Determinamos nuestra conducta sin pretender imponer su validez a los demás, tienen valor subjetivo y obviamente no pueden erigirse (fundarse/establecerse) en ley moral.
- Principios imperativos: Denominados por Kant como principios prácticos con valor objetivo. La ley moral obviamente ha de ser, un imperativo –hay de 2 tipos:
- Hipotéticos: Tienen la forma «Si quieres A, entonces haz B». Expresan un deber («haz B»), pero este deber solo es objetivamente válido para las personas que quieren conseguir un fin fijado empíricamente («Si quieres A»). No pueden erigirse en ley moral, porque son heterónomos y no son universales.
- Imperativo categórico («Haz A»): Es la forma que tendrá que tener la ley moral universal — Un imperativo incondicionado, que obliga a toda voluntad racional, independientemente de los fines que la inclinación le determina y de las restricciones que las circunstancias le imponen.
-Por tanto el imperativo moral → Ley exclusivamente formal, que emana directamente de la razón, y que prescribe el procedimiento mediante el cual debe determinarse nuestra voluntad si queremos actuar moralmente.
-No prescribe contenidos determinados –universalidad no consiste en poner de acuerdo a todos los seres humanos sobre un fin concreto.
-Por tanto la autonomía de la razón → Clave de bóveda de todo el sistema filosófico kantiano: para nuestro autor, ser racionales, ser morales y ser libres son una y la misma cosa.
5. EL BIEN SUPREMO Y LOS POSTULADOS DE LA RAZÓN PRÁCTICA
-Moral kantiana → No determina fines concretos para la acción humana. -Su puesta en práctica ha de llevar a un reino de los fines → Una comunidad humana en la cual toda persona sea considerada, en concordancia con su dignidad, un fin en sí mismo.
-Hay que examinar las condiciones de realización de este ideal moral:
- La libertad: Sin libertad no sería posible que el hombre iniciase cursos de acción independientes de causas externas, y el imperativo categórico no tendría sentido.
- Es necesario creer en la continuación indefinida de la existencia humana como requisito para una aproximación ad infinitum al ideal de la virtud: hay que tener fe en la inmortalidad del alma humana ya que consecución de la santidad no es una tarea que se pueda cumplir a lo largo de nuestra existencia sensible.
-Los hombres no tienen capacidad para obrar siempre bien al ser no sólo seres racionales, sino también seres sensibles. Si fuésemos santos, que siempre actuásemos con buena voluntad, el bien no sería nuestro deber, sino nuestra inclinación natural.
-Esto sitúa la vida moral del hombre en una continua incertidumbre y en una lucha constante por mejorarnos moralmente.
- Se necesita creer en un Dios que premie con la felicidad al que cumpla con el deber moral, aunque sólo pueda ser en la vida ultraterrena.
FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
Friedrich Nietzsche.
La ética.
4.La crítica a la cultura occidental
La cultura occidental es una cultura racional y dogmática (propia de un dogma (algo incuestionable)), y por eso decadente pues se opone a los instintos y niega la vida. Esta decadencia es generalizada y afecta a todas las esferas de la cultura: filosofía, religión y moral, que son todas objeto de la crítica nietzscheana. La crítica de Nietzsche sobre todas estas facetas de la cultura humana, (su “filosofar a martillazos”) parte de la premisa de que todas ellas emergen del fondo irracional que es la vida aunque intenten negar o camuflar su origen bajo el manto de la racionalidad. Para desenmascararlas Nietzsche empleará el análisis psicológico y el método genealógico. La (g)enealogía es el valor del origen y origen de los valores tratándose de un método histórico que se pregunta por las experiencias históricas concretas que originaron aquellos valores (el bien, la verdad) que la cultura considera necesarios e inmutables e intenta demostrar que son contingentes (pueden o no suceder) y que su origen se halla en la vida débil y resentida. Al aplicar la genealogía, Nietzsche realiza un análisis y una valoración de los valores de la cultura occidental, preguntándose por el sentido y el valor que estos tienen para la vida.
4.1.La crítica a la moral y a la religión
A la pregunta ¿Qué entendemos por moral?, Nietzschel responderá de manera doble:
- En la primera perspectiva Nietzsche sería un inmoralista: Moral consiste en el sometimiento de la vida a unos valores y normas presuntamente trascendentales que, sin embargo, tienen su raíz en la vida misma.
- Perspectiva en la que Nietzsche sería un nuevo moralista: Llamamos moral a toda posición de valores. Nietzsche se impone la tarea de proponer una nueva jerarquía de valores.
Todo lo que se presenta como elevado y trascendente, todo lo que llamamos valor, tiene un origen “humano, demasiado humano”. Por su parte encontramos una voluntad que, insatisfecha con el reverso trágico de la vida (la culpable de la imperfección de la existecia), pretende escapar de ella y llegar a un mundo ideal. Entonces la tarea de Nietzsche consiste en criticar esta moral que, aspirando a una finalidad de la existencia arroja una sombra de culpabilidad sobre la vida y vuelve a la voluntad contra sí misma.
Nietzsche se interroga por la moral desde la visión de la vida, ¿cuál es el sentido y el valor de la moral para la vida?. Y la respuesta pasa por La genealogía de la moral , donde Nietzsche sostiene que la moral judeocristiana es una moral reactiva, que surge de la negación de una posición de valores que la precede, es fruto del devenir histórico, y en su origen está una sublevación de los débiles contra los valores aristocráticos imperantes en la antigüedad.
Para esta tesis Nietzsche indaga en el origen y evolución de los conceptos morales, descubriendo que su significado no siempre ha sido el que la moral suele recoger (bueno=noble, fuerte…). Es su obra clasifica a la moral judeocristiana como una moral activa, cuyos valores estaban en la vida misma de los espíritus fuertes y no en un plano trascendente (importante). Con el paso del tiempo las palabras «bueno» y «malo» se moralizan: los “malos” pasan a llamarse “buenos” y viceversa y los plebeyos desde su resentimiento, imponen sus valores sobre los nobles y así prácticas que sólo tienen sentido entre los débiles triunfan sobre los valores que llevaban consigo la rotunda afirmación de vida. Valores que ahora son despreciados y valorados de modo negativo. Triunfa así una moral de la mediocridad y el resentimiento, una moral que niega la vida, el impulso y el sentimiento, y que está en el origen de la decadencia y el Nihilismo que caracterizan a Occidente.
Más tarde llega un momento en el que surge la pregunta: ¿Cómo fue posible semejante inversión de los valores?, a la cual Nietzsche responde sosteniendo que se produjo por obra de la casta sacerdotal.
El sacerdote es tanto aristócrata (espíritu creador, quiere dominar y dar un orden al mundo) como esclavo (niega todo lo que constituye la esencia del mundo sensible).
Mediante un ejercicio de astucia consigue que se declaren como buenos los sentimientos condenados como malos por el aristócrata, con ello los esclavos no son liberados, sino dominados mediante la propia moral y la antigua moral de los señores es suplantada por una moral de esclavos.Entonces esclavo (para Nietzsche) será todo aquel que no es capaz de actuar de forma libre e individual, la moral de esclavos es una moral de rebaño, la cual lleva a la decadencia, a la aniquilación de la voluntad. Este proceso culmina con el Nihilismo.
Conocimiento.
4.2.La crítica a la metafísica y a la voluntad de verdad
Según Nietzsche la metafísica es un producto moral. La moral dicta unos valores, que son los que configuran nuestras teorías acerca de la realidad. El puesto moral de los esclavos ha sido dominante en la cultura occidental, la metafísica occidental no ha podido dejar de reflejar su especial valoración del mundo, caracterizada por negar la vida (desprecio del mundo sensible).
Nietzsche defiende una concepción metafórica del lenguaje: el lenguaje socialmente establecido, con sus reglas gramaticales y su función representativa de la realidad, nace como una cristalización arbitraria de un sistema de metáforas que, inventado libremente se impuso luego como el único modo públicamente válido de describir el mundo. Este sistema de metáforas se impone sobre los otros convirtiéndose en el modo públicamente prescrito y aceptado de señalar metafóricamente las cosas (mentir).
El resto de sistemas quedan reducidas a mentiras que sí son reconocidas como tales. Nietzsche quiere mostrarnos que este juego del lenguaje socialmente regulado no es más que una forma de mentira con carácter vinculante (desenmascara a la verdad como un modo más de engañar, y acusa a aquellos que dicen buscar la verdad de engañarse a sí mismos); que detrás de ella está la capacidad creativa de la voluntad humana.
En la voluntad de verdad reconoce otro avatar de la decadencia vital de Occidente. La verdad desde la visión de la vida no puede tener un valor intrínseco, pues todo valor emana de la vida. Esta postura, nos ofrecerá una visión de la verdad como perspectiva: para cada individuo es verdadero lo que aumenta su voluntad, lo que hace que la vida se expanda.
Finalmente, para Nietzsche ser veraz y honesto con uno mismo y con los demás conlleva que la verdad de lo que se dice pueda deducirse de la conducta y de la forma en la que uno vive.
5.El Nihilismo y la muerte de Dios
El resentimiento contra lo sensible invierte el orden valorativo de la «realidad», creando un planteamiento moral, una forma de estar en el mundo, que es intrínsecamente nihilista (negación), pues desvaloriza nuestra realidad más inmediata y traslada todo el valor a un plano irreal y ficticio. Según Nietzsche los tipos de Nihilismo serán: el negativo (es la lógica misma de la historia europea, historia de decadencia), el reactivo (entona el canto de cisne del ideal de un horizonte de sentido para la existencia) y el pasivo (se ha desprendido de los valores tradicionales pero todavía no es capaz de crear valores nuevos, y cuya existencia transcurre mezquinamente centrada en su autoconservación y en la búsqueda de su «pequeña felicidad»).
El Nihilismo sólo será completo cuando el último hombre sea superado por el superhombre: la muerte de Dios.
6.La filosofía del mediodía y la transvaloración de todos los valores
Nietzsche va a cargar con la tarea de una transvaloración de todos los valores: la organización de un nuevo sistema conceptual que no implique una desvalorización del mundo sensible ni de la voluntad del hombre, y que supere por tanto el Nihilismo contemporáneo.
Según Nietzsche la superación del Nihilismo sólo podrá llegar mediante su propia radicalización: hay que llevarlo hasta sus últimas consecuencias para que se agote por sí mismo, él contribuye a esto con su filosofía crítica (quiere derribar lo que aún está en pie de los valores tradicionales). En cambio su filosofía positiva es un intento de constituir un nuevo sistema de valores y de describir al tipo humano capaz que será capaz de asumirlos: el superhombre.
6.1.La voluntad de poder
Sin el concepto de voluntad de poder la filosofía afirmativa de Nietzsche no se entendería. Este concepto también es el trasfondo de su filosofía crítica, pues para Nietzsche la vida es, en esencia, voluntad de poder.
Según Nietzsche toda voluntad es compleja y plural, una suma de fuerzas múltiples que sólo adquiere una ilusoria unidad a través del fetichismo lingüístico y de la voluntad filosófica de generalizar.No existe voluntad individual. De este modo surge la pregunta “¿Qué quiere la voluntad de poder?”, la cual obtiene su respuesta en que quiere su propio querer: es una «voluntad de autoafirmación».
El Ser Humano.
6.2.El eterno retorno de lo mismo
El eterno retorno de lo mismo es la segunda gran idea de filosofía positiva de Nietzsche. En un sentido ontológico, esta doctrina apunta a que nuca ha existido una primera vez (un origen) y que nunca habrá una última vez (un fin de la historia).
La consecuencia moral de esto será la afirmación absoluta de la voluntad humana. Esta tesis contiene o introduce la concepción del ser dinámica, una síntesis de ser y devenir: cada instante, en tanto que es eterno, tiene las carácterísticas de la concepción tradicional del ser, pero en tanto que las cosas pasan y retornan, el ser es dinámico, es devenir. Con todo esto el sentido más profundo de esta doctrina ha de buscarse en sus implicaciones éticas.
Sólo quien asume totalmente la vida en esta tierra, quien es capaz de amar sin ambages este mundo y asumir el carácter trágico de la existencia, es capaz de soportar la idea del Eterno Retorno. Por lo tanto, esta idea divide en dos a la humanidad: los que son capaces de decir sí a la vida se sentirán transportados a un mundo más pleno y aquellos para los que este mundo no es más que fuente de dolor, algo despreciable, con la idea del eterno retorno sentirán caer sobre sí mismos «la carga más pesada».
6.3.El superhombre
El advenimiento del superhombre es anunciado por Zaratustra, quien afirma que «el hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre». Su llegada se habrá de producir tras tres transformaciones del espíritu:
- El camello: simboliza al hombre que vive bajo la pesada carga de la moral y de la religión, y que obedece sumiso al mandato imperativo.
- El león: representa al tipo de humano que se rebela contra el «¡Tú debes!» y se emancipa de los valores religiosos tradicionales, pero anclado todavía en unas estructuras, se ve impedido todavía para afirmar su querer.
- El niño: el tipo de humano capaz de decir «¡Yo quiero!» y afirmar su voluntad con todas sus consecuencias. Es el verdadero creador.