1.- Crítica del idealismo de Hegel –
Hegel es, para Marx, el máximo representante de la filosofía como mera “interpretación” de la realidad. Critica, entre otros, los siguientes aspectos que enumeramos brevemente: .que “todo lo real es racional” parece legitimar una situación política dada. .entender la realidad como Espíritu, significa que el pensar determina al ser, que es el Espíritu el que da significado y sentido a cada una de las formas de lo real. La realidad es un sistema racional. .para Hegel, la esencia del hombre es la autoconciencia. .La Idea es el Sujeto de la Historia y se objetiva en el Estado .La filosofía es el discurso conceptual acerca de lo real. Es mera teoría, reflexión especulativa. -Hegel es el principal representante del Idealismo alemán. Interpreta la realidad de forma dialéctica, como el resultado de la lucha entre los nuevos conceptos de la razón y sus opositores que tienden a la regresión. Del enfrentamiento surge el proceso histórico. Marx hereda esta concepción del progreso dialéctico pero lo invierte: será la lucha de clases lo que haga avanzar la historia. -Marx es materialista. Cree que es la vida material la que condiciona el pensamiento. La gente vive bien o mal (mal o peor) en función del desarrollo de las fuerzas productivas y de los consiguientes sistemas económicos. Hegel es Idealista: la calidad de la vida en general depende del desarrollo que los principios de la razón haya alcanzado en un momento y lugar determinado. El progreso de las ideas hace desarrollarse la vida material. -Hegel piensa que todo lo real es racional, es decir: todo lo que sucede se ajusta a las necesidades de la Razón para su desarrollo. Todo pasa porque tiene que pasar. La filosofía no cambia lo real, lo interpreta una vez que los cambios han pasado. Marx conserva la idea de que los sucesos históricos son necesarios pero rechaza la idea de la filosofía como simple interpretación. O más bien rechaza la misma filosofía. Él no pretende interpretar, pretende una descripción empírica, científica. -Hegel cree que la Razón humana ha llegado a un desarrollo muy elaborado en la Alemania de su época. Los principios antes abstractos (Libertad, Igualdad…) están concretados ahora en las leyes de su país. Hegel apenas critica la realidad de su época, acepta la política, la moral, la justicia y la religión vigentes en el país. Es claro que Marx no comparte esta visión positiva de su época. -De Hegel, Marx tomará el método dialéctico, tras invertir su sentido idealista, dado que permite expresar la realidad como un proceso, como una totalidad dinámica de elementos interrelacionados.
Feuerbach señala la necesidad de reformar la filosofía. Debe orientarse hacia el futuro, no dedicarse a interpretar el pasado: “Tesis para la reforma de la filosofía”, “Principios de la filosofía del futuro”. Paso previo: crítica de la filosofía de Hegel; en dos aspectos: 1.- Idealismo. Frente a Hegel, la filosofía de Feuerbach es un sensualismo materialista. Sólo es verdad lo inmediatamente evidente, lo sensible. La Naturaleza no es la Razón ni la Idea. Lo real es la materia. 2.- la filosofía de Hegel es una teología racionalizada. Escribe en “La esencia del cristianismo” (1841): “La filosofía de Hegel es el último refugio, el último apoyo racional de la Teología”. Hegel ha puesto ‘aquí abajo’ al ser divino que la teología clásica ha puesto siempre en el más allá. -Pero el secreto de la Teología es la Antropología.
Veamos por qué: el ser divino no es sino el resultado de proyectar al infinito la esencia del hombre. Dios no es sino el conjunto de los atributos humanos convertidos en atributos de un ser infinito. Resultado: la religión aliena al hombre, ya que el hombre religioso renuncia a su esencia y la contempla en Dios ya no como propia sino como una esencia “extraña”, infinita y divina. -El progreso de la religión consistirá en que el hombre recupere su propia esencia. En efecto, ya no hay más Dios para el hombre que el hombre mismo. La esencia del hombre es la humanidad. Por tanto, la religión cristiana es la autoconciencia indirecta, alienada, del hombre. Hay que negar la religión de Dios y afirmar la religión del hombre, recuperando así su esencia alienada. -Marx y otros jóvenes revolucionarios se entusiasmaron cuando, en su juventud, conocieron la filosofía de Feuerbach. Sin embargo, con el tiempo, Marx encontró muchos motivos de crítica en su pensamiento. Tales críticas fueron expuestas en las famosas Tesis sobre Feuerbach. A pesar de todo, fue Feuerbach el único hegeliano de izquierda por el que Marx conservó cierto respeto. -En las Tesis sobre Feuerbach Marx le critica, entre otros, por los siguientes aspectos:
.Por ser un materialismo que capta al objeto bajo la forma de la contemplación, no como actividad humana, como práctica. De ahí que Feuerbach no comprenda la importancia de la práctica revolucionaria. .Porque incluso su crítica teórica del idealismo es incompleta.
Por ejemplo, en su crítica de la alienación religiosa se conforma con reducir el mundo religioso a su fundamento real, el mundo terrenal, pero no explica el origen auténtico de la aparición del pensamiento religioso, y por no llegar al origen no hay posibilidad alguna de originar algún cambio. En la tesis IV contra Feuerbach Marx señala claramente que la crítica ha de ser práctica, revolucionaria, pero esta crítica práctica no es posible si no está fundada y clarificada por la previa comprensión teórica.
En ambos casos les reprocha una absoluta falta de realidad en sus críticas y un idealismo de base. Los hegelianos se equivocan completamente en el diagnóstico del problema (para ellos localizado sobre todo en la religión y en la conciencia religiosa) y por ello no pueden acertar con el tratamiento (una sustitución de una conciencia por otra). Marx los ataca considerándolos los perfectos conservadores. Su crítica es errónea e inútil. Han sido incapaces de superar el idealismo.
ADAM SMITH (1728-1790) es el iniciador y el teórico de esta escuela. En economía, sus ideas principales son: .división del trabajo en todo tipo de actividades. .libre juego de actividades individuales, que asegure el máximo bienestar general posible. .No intervención del Estado, tanto en el interior como en el exterior, para permitir la libre circulación de mercancías a través de las fronteras y beneficiarse así de la división internacional del trabajo. –
David RICARDO nos advierte que un aumento de población lleva consigo un aumento de las necesidades de consumo, lo que hace necesario el cultivo de tierras cada vez menos fértiles. De este modo aumenta el coste de la producción y de la vida, en perjuicio de las masas populares. Los escasos privilegiados, propietarios de tierras fértiles, se beneficiarán de una renta cada vez mayor gracias al aumento de los precios. -Aunque Marx estudia profundamente los hechos económicos y sus leyes, ya en los “Manuscritos de París” (1844) aparece una crítica de la economía política inglesa por considerar al obrero como animal de trabajo y el trabajo como mercancía. Marx piensa que estos autores liberales ven las leyes del capitalismo como si fueran leyes de la naturaleza. Realidades a las que hay que adaptarse. En ningún caso se plantean la posibilidad de sustituir el sistema en su conjunto. Y menos aún eliminar los conceptos básicos del liberalismo: Libre mercado y propiedad privada.
5,- Los filósofos de la sospecha.–
La época de Marx es el fin de los grandes sistemas y la emergencia de pluralidad de movimientos de muy distinto signo (marxismo, positivismo, vitalismo, historicismo) que suponen una crítica, una revisión y una reacción frente a la visión especulativa y sistemática de la filosofía que tuvo su mejor realización en Hegel. -Si desde Descartes los filósofos saben que es necesaria la duda porque las cosas no son tal como aparecen, hasta Marx, Freud y Nietzsche no se duda de la conciencia misma. Toman en consideración una dimensión de la conciencia humana que no había sido tematizada en la filosofía anterior: su capacidad de fabulación y de autoengaño, lo que se ha llamado «falsa conciencia». Ya no solamente hay que preguntarse por cómo se puede llegar a la verdad. Ahora se plantea la cuestión de si nos interesa de verdad conseguir la verdad. Hay que preguntarse si al hombre, por motivos diferentes en cada autor, le interesa realmente la verdad o prefiere vivir en la ficción. La pregunta de la crítica moderna es ¿Cuándo uso correctamente la razón, la conciencia? en la idea de evitar los errores y tener un conocimiento fiable. Los filósofos de la sospecha no sólo se plantean la fiabilidad de la razón humana -en el sentido de haber sido utilizada correctamente- sino además cuestionan sus intenciones: ¿Ésta se utiliza siempre de buena fe, desinteresadamente o podemos dudar de ella? -Los tres dudan de la conciencia y los tres inventan un método de análisis para interpretar las fábulas o los mitos que la propia conciencia crea. Se busca la interpretación del sentido de las creaciones culturales -filosofía, religión, arte, etc.- en el análisis de la relación entre lo que la conciencia expresa en estos productos y lo que está latente y simulado detrás de lo manifiesto (recordad a Freud en la interpretación de los sueños, el inconsciente, los actos fallidos, etc.) -Se suele incluir al materialismo histórico en lo que se ha llamado “teorías o filosofías de la sospecha”: las “filosofías de la sospecha” mantienen que para comprender la conducta de un individuo o de un grupo social no es adecuado atender a la explicación que dicho individuo o grupo da, pues dicha explicación no es objetiva, está mediatizada, es consecuencia de los intereses del individuo o grupo. Para entender a un individuo o grupo es necesario “sospechar” de la comprensión que él tiene de sí mismo y remitirse a otro nivel de realidad distinto al de la propia conciencia. Los filósofos de la sospecha han sido Freud que destaca la motivación inconsciente en la conducta humana, Nietzsche, para el que el ser humano es un incansable productor de metáforas (religión, ciencia, filosofía) que después son presentadas por la cultura dominante como verdades, y el marxismo, según el cual el fundamento verdadero de la conducta social no está en el nivel de la comprensión que los hombres tienen de sí mismos, comprensión que se sitúa en el nivel de las ideologías, sino en el nivel de los intereses económicos y políticos del grupo dominante. Recuerda que hemos dicho que los hombres podemos llegar a tener una idea de nosotros mismos y de lo que nos rodea que sea la opuesta a la realidad misma.
Hegel es, para Marx, el máximo representante de la filosofía como mera “interpretación” de la realidad. Critica, entre otros, los siguientes aspectos que enumeramos brevemente: .que “todo lo real es racional” parece legitimar una situación política dada. .entender la realidad como Espíritu, significa que el pensar determina al ser, que es el Espíritu el que da significado y sentido a cada una de las formas de lo real. La realidad es un sistema racional. .para Hegel, la esencia del hombre es la autoconciencia. .La Idea es el Sujeto de la Historia y se objetiva en el Estado .La filosofía es el discurso conceptual acerca de lo real. Es mera teoría, reflexión especulativa. -Hegel es el principal representante del Idealismo alemán. Interpreta la realidad de forma dialéctica, como el resultado de la lucha entre los nuevos conceptos de la razón y sus opositores que tienden a la regresión. Del enfrentamiento surge el proceso histórico. Marx hereda esta concepción del progreso dialéctico pero lo invierte: será la lucha de clases lo que haga avanzar la historia. -Marx es materialista. Cree que es la vida material la que condiciona el pensamiento. La gente vive bien o mal (mal o peor) en función del desarrollo de las fuerzas productivas y de los consiguientes sistemas económicos. Hegel es Idealista: la calidad de la vida en general depende del desarrollo que los principios de la razón haya alcanzado en un momento y lugar determinado. El progreso de las ideas hace desarrollarse la vida material. -Hegel piensa que todo lo real es racional, es decir: todo lo que sucede se ajusta a las necesidades de la Razón para su desarrollo. Todo pasa porque tiene que pasar. La filosofía no cambia lo real, lo interpreta una vez que los cambios han pasado. Marx conserva la idea de que los sucesos históricos son necesarios pero rechaza la idea de la filosofía como simple interpretación. O más bien rechaza la misma filosofía. Él no pretende interpretar, pretende una descripción empírica, científica. -Hegel cree que la Razón humana ha llegado a un desarrollo muy elaborado en la Alemania de su época. Los principios antes abstractos (Libertad, Igualdad…) están concretados ahora en las leyes de su país. Hegel apenas critica la realidad de su época, acepta la política, la moral, la justicia y la religión vigentes en el país. Es claro que Marx no comparte esta visión positiva de su época. -De Hegel, Marx tomará el método dialéctico, tras invertir su sentido idealista, dado que permite expresar la realidad como un proceso, como una totalidad dinámica de elementos interrelacionados.
2.- Crítica de la izquierda hegeliana. –
Tras Hegel, su influencia se decanta en dos direcciones: .Derecha hegeliana: conservadora en política y religión. .Izquierda hegeliana: crítica, radical. Crítica de la religión y la teología (Feuerbach, Bauer, Stirner…) -A todos los hegelianos les reprocha Marx el haberse quedado muy lejos de su maestro. Los viejos hegelianos aceptan sin más a Hegel siguiéndole especialmente en su aceptación de la religión. Las críticas a los neohegelianos son más intensas. –Feuerbach señala la necesidad de reformar la filosofía. Debe orientarse hacia el futuro, no dedicarse a interpretar el pasado: “Tesis para la reforma de la filosofía”, “Principios de la filosofía del futuro”. Paso previo: crítica de la filosofía de Hegel; en dos aspectos: 1.- Idealismo. Frente a Hegel, la filosofía de Feuerbach es un sensualismo materialista. Sólo es verdad lo inmediatamente evidente, lo sensible. La Naturaleza no es la Razón ni la Idea. Lo real es la materia. 2.- la filosofía de Hegel es una teología racionalizada. Escribe en “La esencia del cristianismo” (1841): “La filosofía de Hegel es el último refugio, el último apoyo racional de la Teología”. Hegel ha puesto ‘aquí abajo’ al ser divino que la teología clásica ha puesto siempre en el más allá. -Pero el secreto de la Teología es la Antropología.
Veamos por qué: el ser divino no es sino el resultado de proyectar al infinito la esencia del hombre. Dios no es sino el conjunto de los atributos humanos convertidos en atributos de un ser infinito. Resultado: la religión aliena al hombre, ya que el hombre religioso renuncia a su esencia y la contempla en Dios ya no como propia sino como una esencia “extraña”, infinita y divina. -El progreso de la religión consistirá en que el hombre recupere su propia esencia. En efecto, ya no hay más Dios para el hombre que el hombre mismo. La esencia del hombre es la humanidad. Por tanto, la religión cristiana es la autoconciencia indirecta, alienada, del hombre. Hay que negar la religión de Dios y afirmar la religión del hombre, recuperando así su esencia alienada. -Marx y otros jóvenes revolucionarios se entusiasmaron cuando, en su juventud, conocieron la filosofía de Feuerbach. Sin embargo, con el tiempo, Marx encontró muchos motivos de crítica en su pensamiento. Tales críticas fueron expuestas en las famosas Tesis sobre Feuerbach. A pesar de todo, fue Feuerbach el único hegeliano de izquierda por el que Marx conservó cierto respeto. -En las Tesis sobre Feuerbach Marx le critica, entre otros, por los siguientes aspectos:
.Por ser un materialismo que capta al objeto bajo la forma de la contemplación, no como actividad humana, como práctica. De ahí que Feuerbach no comprenda la importancia de la práctica revolucionaria. .Porque incluso su crítica teórica del idealismo es incompleta.
Por ejemplo, en su crítica de la alienación religiosa se conforma con reducir el mundo religioso a su fundamento real, el mundo terrenal, pero no explica el origen auténtico de la aparición del pensamiento religioso, y por no llegar al origen no hay posibilidad alguna de originar algún cambio. En la tesis IV contra Feuerbach Marx señala claramente que la crítica ha de ser práctica, revolucionaria, pero esta crítica práctica no es posible si no está fundada y clarificada por la previa comprensión teórica.
.Por el idealismo todavía presente en su materialismo
Al poner la esencia del hombre en un quimérico e imaginado “género humano”, haciendo abstracción de sus relaciones históricas y sociales (que son justamente las que hacen del individuo un ser concreto, real) –La Sagrada Familia (1845) marca la ruptura definitiva con Bauer y en La Ideología Alemanaarremete sin contemplaciones contra Stirner.En ambos casos les reprocha una absoluta falta de realidad en sus críticas y un idealismo de base. Los hegelianos se equivocan completamente en el diagnóstico del problema (para ellos localizado sobre todo en la religión y en la conciencia religiosa) y por ello no pueden acertar con el tratamiento (una sustitución de una conciencia por otra). Marx los ataca considerándolos los perfectos conservadores. Su crítica es errónea e inútil. Han sido incapaces de superar el idealismo.
3.- El socialismo utópico. –
En Francia, Marx contacta con Proudhon, Louis Blanc, Bakunin… Los primeros socialistas se enfrentan con las consecuencias de la revolución industrial y proponen programas de transformación social de carácter más o menos utópico, inspirados en Rousseau, en los ideales románticos y con tintes positivistas. Presuponen una filosofía de la historia y del hombre de carácter optimista. Marx considera este socialismo como utópico, acientífico. Desaparecerá en el momento en que la lucha política y económica, y la crítica específica a la economía liberal dejen paso a posturas más científicas y elaboraciones más realistas. Algo similar puede decirse de otra corriente revolucionaria de la época: el anarquismo, muy criticado por Marx por su falta de coherencia y madurez. -Socialismo Utópico, Anarquismo y Marx coinciden sin embargo en un punto que los enfrenta a la tradición liberal que comienza en Locke: tienen una visión negativa de la propiedad privada y proponen su eliminación en algún grado en sus propuestas de cambio social. Naturalmente tampoco coincidirán con el liberalismo en su tendencia a ver la propiedad como un derecho natural del ser humano. Para ellos no deja de ser un concepto de creación social; y por lo tanto cambiante y eliminable.4.- Economía política inglesa:
El desarrollo del Liberalismo en esta época fue heredero de una serie de hechos históricos ocurridos en Europa: la revolución industrial iniciada en Inglaterra con la introducción del taller mecánico y de la máquina de vapor, revolución francesa, con la propuesta de la libertad individual aplicada al comercio y al trabajo, la teoría política y filosófica de Locke. Marx estudió muy intensamente a los principales autores liberales, sobre todo a partir de su exilio en Londres. –ADAM SMITH (1728-1790) es el iniciador y el teórico de esta escuela. En economía, sus ideas principales son: .división del trabajo en todo tipo de actividades. .libre juego de actividades individuales, que asegure el máximo bienestar general posible. .No intervención del Estado, tanto en el interior como en el exterior, para permitir la libre circulación de mercancías a través de las fronteras y beneficiarse así de la división internacional del trabajo. –
David RICARDO nos advierte que un aumento de población lleva consigo un aumento de las necesidades de consumo, lo que hace necesario el cultivo de tierras cada vez menos fértiles. De este modo aumenta el coste de la producción y de la vida, en perjuicio de las masas populares. Los escasos privilegiados, propietarios de tierras fértiles, se beneficiarán de una renta cada vez mayor gracias al aumento de los precios. -Aunque Marx estudia profundamente los hechos económicos y sus leyes, ya en los “Manuscritos de París” (1844) aparece una crítica de la economía política inglesa por considerar al obrero como animal de trabajo y el trabajo como mercancía. Marx piensa que estos autores liberales ven las leyes del capitalismo como si fueran leyes de la naturaleza. Realidades a las que hay que adaptarse. En ningún caso se plantean la posibilidad de sustituir el sistema en su conjunto. Y menos aún eliminar los conceptos básicos del liberalismo: Libre mercado y propiedad privada.
5,- Los filósofos de la sospecha.–
La época de Marx es el fin de los grandes sistemas y la emergencia de pluralidad de movimientos de muy distinto signo (marxismo, positivismo, vitalismo, historicismo) que suponen una crítica, una revisión y una reacción frente a la visión especulativa y sistemática de la filosofía que tuvo su mejor realización en Hegel. -Si desde Descartes los filósofos saben que es necesaria la duda porque las cosas no son tal como aparecen, hasta Marx, Freud y Nietzsche no se duda de la conciencia misma. Toman en consideración una dimensión de la conciencia humana que no había sido tematizada en la filosofía anterior: su capacidad de fabulación y de autoengaño, lo que se ha llamado «falsa conciencia». Ya no solamente hay que preguntarse por cómo se puede llegar a la verdad. Ahora se plantea la cuestión de si nos interesa de verdad conseguir la verdad. Hay que preguntarse si al hombre, por motivos diferentes en cada autor, le interesa realmente la verdad o prefiere vivir en la ficción. La pregunta de la crítica moderna es ¿Cuándo uso correctamente la razón, la conciencia? en la idea de evitar los errores y tener un conocimiento fiable. Los filósofos de la sospecha no sólo se plantean la fiabilidad de la razón humana -en el sentido de haber sido utilizada correctamente- sino además cuestionan sus intenciones: ¿Ésta se utiliza siempre de buena fe, desinteresadamente o podemos dudar de ella? -Los tres dudan de la conciencia y los tres inventan un método de análisis para interpretar las fábulas o los mitos que la propia conciencia crea. Se busca la interpretación del sentido de las creaciones culturales -filosofía, religión, arte, etc.- en el análisis de la relación entre lo que la conciencia expresa en estos productos y lo que está latente y simulado detrás de lo manifiesto (recordad a Freud en la interpretación de los sueños, el inconsciente, los actos fallidos, etc.) -Se suele incluir al materialismo histórico en lo que se ha llamado “teorías o filosofías de la sospecha”: las “filosofías de la sospecha” mantienen que para comprender la conducta de un individuo o de un grupo social no es adecuado atender a la explicación que dicho individuo o grupo da, pues dicha explicación no es objetiva, está mediatizada, es consecuencia de los intereses del individuo o grupo. Para entender a un individuo o grupo es necesario “sospechar” de la comprensión que él tiene de sí mismo y remitirse a otro nivel de realidad distinto al de la propia conciencia. Los filósofos de la sospecha han sido Freud que destaca la motivación inconsciente en la conducta humana, Nietzsche, para el que el ser humano es un incansable productor de metáforas (religión, ciencia, filosofía) que después son presentadas por la cultura dominante como verdades, y el marxismo, según el cual el fundamento verdadero de la conducta social no está en el nivel de la comprensión que los hombres tienen de sí mismos, comprensión que se sitúa en el nivel de las ideologías, sino en el nivel de los intereses económicos y políticos del grupo dominante. Recuerda que hemos dicho que los hombres podemos llegar a tener una idea de nosotros mismos y de lo que nos rodea que sea la opuesta a la realidad misma.