El Método Cartesiano: Ideal Matemático de Certeza

El Método Cartesiano: Ideal Matemático de Certeza

El tema de la redacción es el método cartesiano: ideal matemático de certeza del filósofo racionalista del siglo XVII Descartes y nos sugiere las siguientes preguntas: ¿Por qué Descartes elabora el método cartesiano? ¿Está influido por las matemáticas? ¿Por qué? ¿Cuáles son sus cuatro reglas? ¿Dónde lo aplicará posteriormente?

Descartes observa que las ciencias y la filosofía están mal construidas. Desde su punto de vista, ningún filósofo da con la auténtica verdad porque están más pendientes de sus propias disputas que de buscar la verdad objetiva. Por eso, la intención de Descartes será encontrar una verdad absolutamente cierta sobre la cual no sea posible dudar y así poder edificar el edificio del conocimiento.

El primer problema que se le plantea es cómo encontrar la verdad evidente e indudable. Para resolverlo, preferirá empezar de cero, prescindir de la filosofía construida hasta el momento y elaborar un nuevo método adecuado para dirigir bien la razón y así alcanzar la verdad. De modo que Descartes seguirá a Galileo en su concepción deductiva de la ciencia, pero además intentará trasladar esta metodología al propio pensamiento filosófico.

Descartes se muestra muy insatisfecho con su formación ya que considera que todas las enseñanzas que ha recibido son confusas y falsas, excepto las matemáticas. Estas, por su propia naturaleza, nos ofrecen un método que el resto de ciencias debe imitar: el método deductivo. Los problemas matemáticos parten de certezas y a partir de ellas deducen todo el resto del saber. Así, los principios de la matemática se pueden considerar demostraciones, a diferencia de las ciencias empíricas, que dependen de los sentidos y solo nos dan conocimientos confusos.

Pues bien, Descartes estará influido por las matemáticas ya que usan las dos operaciones de la razón: la intuición y la deducción. En primer lugar, las certezas de que parte el matemático al razonar son intuiciones intelectuales. Y, en segundo lugar, el procedimiento de su razonamiento es siempre deductivo. Por tanto, las matemáticas nos aclaran cuál es el uso adecuado de la razón. A esto lo llama Descartes mathesis universalis: la necesidad de aplicar universalmente el método matemático.

Influido por las matemáticas, Descartes elabora el método cartesiano, el cual evita el error y está compuesto por las siguientes cuatro reglas. La primera de ellas y la más importante es la evidencia, es decir, la certeza que no necesita ser probada por ninguna otra proposición. Lo “evidente” se contrapone a lo “dudoso”. Solo lo evidente, aquello que se presenta en la mente como indudable, será admitido como verdadero, y todo lo dudoso se considerará falso.



Admitimos las evidencias a partir de la intuición, que es el acto del pensamiento puro por el que nuestra mente capta o “ve”, de modo inmediato y simple, una idea. La intuición es pues la primera facultad de la razón, la que nos permite tener evidencias de manera inmediata, sin mediación de los sentidos ni de cualquier otro medio.

Las ideas que la mente intuye de manera evidente son, según Descartes, ideas claras y distintas. A su vez, alcanzar la evidencia supone dirigir la propia razón, evitando dos tendencias: la precipitación y la prevención.

La segunda de ellas es el análisis, el primer paso en la investigación. Esta consiste en descomponer el problema, dividiendo las ideas complejas en ideas simples que puedan ser intuidas con claridad y distinción.

La tercera regla del método cartesiano es la síntesis, el segundo paso de la investigación. Consiste en encontrar el orden lógico de las diferentes partes del problema analizado. Esta permite pasar de lo simple a lo complejo, y así construir una explicación ordenada y racional de la realidad. La regla de síntesis se basa en la deducción. Al partir de una evidencia intuitiva, extiende la evidencia a aquellos conocimientos más complejos que inicialmente no eran evidentes.

En último lugar se encuentra la enumeración o comprobación, es decir, la cuarta regla del método. Se trata pues de comprobar y revisar que no haya habido ningún error en todo el proceso. Una vez comprobado, se podrá estar seguro de su certeza. Posteriormente, Descartes someterá todo a duda, proceso en el cual aplicará su método, para poder encontrar la verdad sobre la cual fundamentar el edificio del conocimiento. Y más adelante, descubrirá que esta evidencia se trataba del ‘cogito ergo sum’, es decir, ‘pienso, luego existo’.

En conclusión, Descartes considera que las matemáticas nos aclaran cuál es el uso adecuado de la razón, ya que en su método son dos las operaciones que utilizan: la intuición y la deducción. Por ello, desarrolla un método deductivo de clara inspiración matemática (el método cartesiano) que se compone de cuatro partes: la evidencia, el análisis, la síntesis y la enumeración o comprobación. Una vez encontrado, la duda metódica será el siguiente paso para lograr su objetivo de búsqueda del conocimiento verdadero.

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