La libertad es la capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según unas leyes que son distintas a las leyes de la naturaleza, es decir, según las leyes que nos da nuestra propia razón. La libertad en Kant equivale a la autonomía de la voluntad y la voluntad es aquella facultad que todos los seres racionales poseen para proponernos leyes morales a nosotros mismos y para actuar conforme a esas leyes. Entonces dice Kant, si no existiese la libertad no existiría la conciencia moral, puesto que las leyes morales tienen que ser realizadas libremente por un sujeto que puede obedecerlas o no. Sin embargo, la razón teórica no puede demostrar la existencia de la libertad, puesto que nuestra razón sólo alcanza el mundo de los animismo es decir, la realidad tal y como nosotros la conocemos y este mundo está sometido a la ley de la causalidad. Por lo tanto, en Kant el término de libertad puede ser tratado desde la ética y la política. La libertad no es un fenómeno, no puede ser analizado desde la razón teórica, pero sí desde la razón práctica. Por ello, será la capacidad de los seres racionales para obrar según leyes que son dadas por su propia razón. Puesto que el ser humano determina su propia voluntad, eligiendo las leyes por las que regirse y si lo hace de forma racional esas leyes serán universalmente válidas, de manera que la libertad sirva para regular condiciones para una convivencia próspera entre individuos.
Aristóteles-Kant
Kant, como defensor del idealismo, se enfrenta al materialismo aristotélico. Y piensa que debe darse más importancia al sujeto que conoce, que al objeto que se va a conocer, ya que, el sujeto nace con una serie de instrumentos para conocer, de tal forma que construye su propia realidad. Aristóteles, por su parte, defiende que la mente del ser humano es una ‘pizarra vacía’ y la realidad se va obteniendo poco a poco, hasta que se descubre la esencia, por tanto, no distingue como Kant entre la realidad que aparece ante el humano y la realidad tal cual es. Ya que para Aristóteles, la realidad que se percibe con los sentidos y que se conoce con la investigación. Por otro lado, Aristóteles defiende una ética teleológica, que siempre tiene que tener en cuenta las circunstancias en que se desarrolla la acción y Kant defiende situar la acción humana en un ámbito más allá de sus causas y consecuencias, en un ámbito en el que se pueda decidir qué hacer sin tener en cuenta lo que se va a conseguir con la acción. En Kant, el punto medio perfecto de la virtud está dentro de la propia razón del humano.
Kant- Racionalismo, Empirismo
En primer lugar, la filosofía de Kant, denominada criticismo, pretende superar las limitaciones del empirismo y del racionalismo, el cual sostenía que el sujeto podía conocer sin necesidad de contar con la experiencia, solamente con la razón y las ideas innatas. Entonces, Kant admite que el sujeto aporta las formas a priori del conocimiento; el espacio y el tiempo, en la sensibilidad y las categorías en el entendimiento. Sin embargo, el sujeto no puede conocer nada, puesto que necesita de la experiencia para ser estimulado. Por su parte, el empirismo sostiene que todo el conocimiento reside en la experiencia y niega las ideas innatas. Kant admite el valor de la experiencia en el conocimiento, pero dice que la experiencia por sí misma no nos aporta ningún conocimiento, puesto que son necesarias las formas que aporta el sujeto para poder percibir datos a través de los sentidos. En conclusión, Kant intenta conciliar estas dos posturas antagónicas, en su crítica de la razón pura, afirmando que nuestro conocimiento empieza en la experiencia pero que no todo el conocimiento es mera experiencia empírica. Por ello, en la filosofía de Kant, el sujeto manda sobre el objeto.
Kant-Contractualismo
Kant y los contractualistas comparten la idea de que partiendo del estado de la naturaleza llegaremos a un estado civil a partir de un contrato social. Estos se plantean cómo sería nuestra vida sin el estado y llegan a la conclusión de que es necesario un pacto o contrato social entre todos los ciudadanos para formar la sociedad. Según Hobbes en este estado de naturaleza se generaría una guerra de todos contra todos, siguiendo la sentencia de que el hombre es un lobo para el hombre. Sin embargo, Rousseau considera que el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe. Y Kant describe este estado de naturaleza como un estado en el que generarían una serie de guerras y conflictos. Por otra parte, Hobbes y Kant consideran que es necesario fomentar un estado civil, pero para Hobbes esta necesidad tiene como base la autoconservación y la seguridad. Al contrario que para Kant que viene dada por un mandato moral que prohibía la guerra. Hobbes defiende un estado absoluto y Kant una constitución republicana, además defenderá la propiedad privada. Rousseau establece que gobernará la voluntad general y con Kant exaltan la libertad de los ciudadanos. En el caso de Hobbes los ciudadanos tienen que ceder esos derechos naturales de los que disponían en el estado de naturaleza al monarca con el fin de que este garantice su autoconservación y seguridad. Por último, la autolegislación, en el caso de Rousseau donde las leyes son justas si emanan de la voluntad general y en Kant la autolegislación solo se da mediante la votación de los ciudadanos ejerciendo su libertad jurídica.