Durante los siglos XVI y XVII se produjeron un conjunto de transformaciones y avances técnicos, que provocaron una gran convulsión, llevando al pensamiento filosófico a una profunda revisión. Un ejemplo fue el giro copernicano. La nueva filosofía busca replantearse los primeros principios y los principales problemas y ante todo, desconfía y busca evitar volver a equivocarse, avanzando con cautela.
El Racionalismo de Descartes
El objetivo era alcanzar un método que garantice el conocimiento, como hizo Descartes, personaje clave en la segunda navegación de la filosofía. En el tema central de la filosofía, se produce un giro importante, hacia la epistemología o teoría del conocimiento. Ahora nos preguntamos ¿de qué modo se debe conducir el pensamiento para hallar la verdad?
Las Tendencias Epistemológicas
Podemos encontrar tres tendencias en este tipo de problemas epistemológicos que son el racionalismo de Descartes, el empirismo de Hume y el criticismo de Kant. Dogmatismo racionalista, positivismo empirista y el irracionalismo, son tres interpretaciones antagónicas e irreconciliables de la razón, por lo que Kant comunica la necesidad de realizar una crítica de la razón.
La Crítica de Kant
Algunos filósofos, como Hume, cayeron en el escepticismo a la hora de enfrentarse a este nuevo problema, pero Kant partió desde la base de que el conocimiento sí es posible, por lo que su objetivo era responder a las preguntas: ¿Qué puedo conocer? ¿Cómo es posible el conocimiento?
La Metafísica y la Crítica de la Razón Pura
La primera disciplina que cuestiona es la metafísica. Se pregunta cuáles son los límites del conocimiento y cómo hacer que avance. Su misión era buscar un método fiable para saber si el conocimiento de la metafísica era posible. Kant se preguntó por el método seguido por las demás ciencias y si este era aplicable a la metafísica.
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