Durante toda la historia han existido diversas fundamentaciones racionales de la moralidad.
Ética de la felicidad (éticas eudaimónicas)
Según esta ética las acciones no son buenas ni malas en sí mismas, sino que lo son en la proporción de la felicidad y reciben el nombre de éticas consecuencialistas. Se razona como que si los humanos tendemos a la felicidad, la tarea moral siempre busca los medios para lograrlo. La felicidad nos señala el camino que debemos seguir para conseguirla recibe el nombre de éticas teológicas. No todos pensaban igual estaba:
- Aristóteles (la inteligencia)
- Epicuro (felicidad con el placer)
- Epicureísmo (placer individual)
- Utilitarismo inglés (placer social)
Aristóteles: Para él nuestras acciones aspiran a la consecución de la felicidad y que la ética trata sobre el arte de vivir de la mejor manera posible. También decía que la felicidad ha de tener valor por sí misma y no depender de nada externo. Aristóteles censura que la felicidad se identifique con la riqueza, con el placer, honor y la gloria.
Riqueza
La felicidad es la riqueza, la vida está relacionada con los negocios pero el dinero no es un fin en sí mismo. Por eso, no puede ser mayor bien al que aspire el humano.
Placer
Felicidad es el placer, vida buena es vida voluptuosa, Aristóteles dice que hay placeres que nos son buenos así como no placenteros.
Gloria
Felicidad es la gloria, Aristóteles afirma que la fama o gloria depende más de quién la otorga que de quien la recibe y por eso la felicidad no puede tener elementos externos. Para Aristóteles ninguna de estas con 3 es satisfactoria. Él decía sobre la felicidad: No puede ser breve sino durante toda la vida y no se puede confundir con placeres, los bienes o la fama.
Término medio y prudencia
La buena decisión se identifica con el término medio entre dos extremos. El hábito de escoger entre 2 extremos es la vida virtuosa; El término medio de estas es siempre relativo ya que depende de cada uno y solo la experiencia dirá cuál es nuestro término medio particular. La virtud de la razón se conoce como la prudencia, esta no se obtiene de manera natural sino que se aprende. La prudencia es el hábito de encontrar el medio en cada caso.
Epicureísmo
Su fundador fue Epicuro estos identificaban la felicidad con el placer (placer en griego > hedoné) por eso recibe el nombre de ética hedonista. Para Epicuro la felicidad consiste en evitar el dolor físico y anímico. Con este objetivo se debe buscar el placer que no produzca angustia o desgracia. Epicuro considera que el humano debe eliminar los principales miedos: a) Miedo a los dioses, estos viven en un mundo perfecto y no intervienen en la vida de las personas b) Miedo muerte c) Miedo al dolor y fracaso, no se debe tener miedo de fracasar ya que para Epicuro una persona sabia es autónoma y no hace depender su felicidad de los demás. Epicuro distinguió 3 placeres: 1) Placeres naturales y necesarios (alimentarse) 2) Placeres naturales pero innecesarios (lujo, diversiones) 3) Placeres ni una ni otra (fama o éxito).
Utilitarismo
Principales representantes Jeremy Bentham y John Stuart. Se desarrolla en GB entre S. XVIII y XIX. Estos pensaban en que hay que buscar el bienestar de la mayoría de las personas no solamente de una sola. La felicidad para utilitaristas equivale el bienestar y placer. Una acción es buena cuando hace feliz a un gran número de personas, para la ética utilitarista la acción correcta es aquella que da la mayor utilidad para las máximas personas.
Éticas deontológicas
Para los defensores de esta ética las personas solo hacemos bien cuando cumplimos las acciones que nos imponemos nosotros mismos. Al obedecer a nuestra propia razón nos convertimos en autolegisladores y en autónomos. En las éticas deontológicos la ley moral procede la razón que es su fundamento. Estas éticas nacen en Grecia en la filosofía estoica y alcanza su máximo desarrollo con Kant.
Formalismo de Kant
Para Kant la acción moral es un fin en sí mismo y no solo un medio. La finalidad de Kant es identificar la esencia de la moral, su preocupación no es tanto saber qué es bueno o malo sino por qué, su respuesta a esto es que los actos buenos siempre se hacen con buena voluntad. La buena voluntad es aquella que realmente es buena sin restricción y que esta es lo que determina si una acción ha sido buena.
Actuar según la buena voluntad o por deber son equivalentes.
El deber es necesidad obra de una manera. El concepto de deber es el que se hace de la ética con un carácter deontológico.
Obras por deber supone actuar de forma desinteresada.
Aunque obrar solo porque uno cree que es su deber puede acarrear consecuencias negativas.
Actuar por deber no es lo mismo que conforme al deber.
Actuar por deber es una motivación que es guiada por intereses. Actuar conforme al deber es hacerlo según un interés o motivación externa a uno mismo.
Imperativo categórico
Actuar por deber es hacerlo por respeto a una ley moral. Kant creía que todas las formas de conducta se pueden simplificar en una única ley llamada el imperativo categórico.
Kant distingue dos imperativos:
- Hipotético = necesidad práctica de una acción como un medio para conseguir otra cosa. Estos se aplican cuando hay interés.
- Categórico – mandato universal y necesario que prescribe acciones como buenas en sí mismas con independencia de las consecuencias.
El imperativo categórico se caracteriza por ser universal y absoluto. Dos formulaciones propuestas son:
- Principios morales han de ser principios universales
- Resalta la característica que diferencia al humano del resto seres: DIGNIDAD
La dignidad es la cualidad fundamental de toda persona y es lo que impide que pueda ser utilizada como un medio para conseguir otros objetivos. Por esto, el imperativo categórico supone una buena fundamentación racional de los derechos humanos.
Éticas dialógicas
a) Éticas máximos = contienen una visión acerca del bien y nos proponen como modelo una forma de vida
b) Éticas mínimos = no trata de establecer cuál es la forma de dar preferible. No es preciso que todos los ciudadanos compartan una misma ética máximo. Pero sí, que haya un acuerdo general sobre la ética de mínimos.