El cabello:
Es la primera transformación del espíritu, el espíritu está introducido en la moral tradicional, la cristiana. Es servicial, sigue los modelos que se le imponen y las normas morales. Se toma la humillación como valor, igual que la dedicación a los demás, por eso Nietzsche le da el nombre de caballo, es el que se arrodilla para soportar las cargas. Es el espíritu que se somete a los valores cristianos y tradicionales. Aquí Nietzsche introduce la figura metafórica del dragón que representa a dios. Existe la posibilidad de que el camello intente huir de las cargas hacia el desierto, es decir, huir de las responsabilidades que le han sido impuestas por los demás. Es en este momento cuando se produce la transformación del camello a león, en la soledad del desierto.
El león:
El león es descrito como el espíritu que se enfrenta a la moral tradicional. Nietzsche figura este enfrentamiento entre el león y el dragón. El león pretende alcanzar su libertad manifestando el “yo quiero”, mientras que el dragón representa los anteriores valores manifestando el “tu debes”, imponiendo así entre la libertad y la determinación. El león es el espíritu desafiante que intenta destruir al camello y vencer al dragón. Esto es muy importante para adquirir nuevos valores.
El niño:
Al alcanzar la libertad, el león se convierte en niño. Esta figura representa la tercera transformación del espíritu de Nietzsche. En ella se encuentra la mejor posibilidad para la creación de nuevos valores. El niño empieza a jugar, en este juego se necesita poder decir sí, es decir, crear esos nuevos valores para conquistar su nueva forma de ver el mundo, es decir, este otro punto de vista que adquiere mediante su nueva voluntad al no quedar nada de las figuras anteriores, el camello y el león. El niño es el espíritu creativo con el que acaba el recorrido del camino hacia la transformación de los valores.
RELACIÓN DE NIETZSCHE CON KANT
1. EPISTEMOLOGÍA
Kant influyó notablemente en el desarrollo de la epistemología al acentuar el conocimiento del sujeto y no del objeto. Al darle importancia al sujeto y a sus capacidades de conocimiento, reconociendo que en el conocimiento había límites que el sujeto no podía traspasar, demostró que la metafísica no era posible como ciencia. Nietzsche, por su parte, también era partidario de poner el peso del conocimiento en el sujeto; la sensibilidad será uno de los pilares de conocimiento más importantes que defenderá Nietzsche para acercarse a la realidad. Pero, al contrario que Kant, Nietzsche se opondrá a la objetividad de la ciencia. Nietzsche realizará una severa crítica a la ciencia moderna, pues considera que lo único que hace es matematizar la realidad, dándole solo importancia a lo que se presenta de modo objetivo; para él el conocimiento más importante está en la vida, y la vida no es cuantificable ni matematizable. La epistemología de Nietzsche no se guía por la tradicional relación entre el sujeto que conoce y el objeto a conocer, considerando a ambos como inmutables, sino que más bien se centra en la interpretación: teniendo en cuenta que el sujeto es cambio y el conocimiento no puede ser estático, sino todo lo contrario: dinámico.
A esta crítica a la epistemología tradicional Nietzsche le suma su crítica al lenguaje. Para Nietzsche, el lenguaje es completamente subjetivo, de modo que, al expresar cualquier pensamiento científico, ya sea a través de postulados o de leyes, se pierde la objetividad que parece rodear a la ciencia. Así, el hombre subjetiviza, por medio del lenguaje, cualquier juicio científico.
2. ANTROPOLOGÍA
Con respecto a la antropología, encontramos dos posturas que divergen en su visión del hombre. Nietzsche sostiene que el hombre tiene una carga completamente subjetiva y que si quiere progresar en la historia tiene que pasar por las etapas evolutivas que metafóricamente denominó fases de camello, león y niño para terminar convirtiéndose en un superhombre. El concepto nouménico de libertad de Kant es rechazado por Nietzsche, puesto que afirma que el hombre está esclavizado moralmente, sometido a los dictámenes de la tradición; para poder avanzar debe abandonar esta moral de esclavo y ejercer la voluntad de poder para ser libre.
Kant reconoce en el hombre la existencia tanto del fenómeno como del noúmeno. Al considerarlo fenómeno, el hombre se encuentra sometido a las leyes de la naturaleza, ya que él mismo no deja de ser uno más dentro del mundo físico. Pero esto se completa con la consideración del hombre como noúmeno; como tal, el hombre es un ser libre capaz de darse a sí mismo leyes que pueden ir más allá de las meras leyes de la naturaleza. Es decir, para Kant el hombre es un compuesto de noúmeno, debido a su libertad, y de fenómeno, debido a su ser natural.
3. ÉTICA
Para Nietzsche, al igual que para Kant, la ética que se ha impuesto a lo largo de la historia es una ética de contenidos, donde la religión ha dejado su huella en la determinación del bien y del mal. Para Nietzsche, la sociedad está sometida a esta moral impuesta, de manera que lo que se pregona y se lleva a cabo es una moral de esclavos, donde los códigos se imponen desde el exterior. Frente a esta moral de esclavos, Nietzsche postulará la moral de señores, una moral en la que el superhombre forma su propia moral, determina su propia escala de valores sin necesidad de seguir los dictámenes que le vienen desde fuera.
La ética de Kant fue la primera ética formal, la primera ética que no daba lecciones o recomendaciones para actuar, que no dotaba de contenido concreto al concepto del bien. La ética kantiana se asentaba en lo que se denomina el imperativo categórico, que se sostenía en el deber. La ética de Kant es una ética del deber, un deber basado exclusivamente en el uso de la razón.
En esto ambas posturas morales parecen acercarse, pues los dos autores parecen tener claro que la moral tiene que venir determinada por el propio sujeto sin necesidad de una imposición exterior.