El Sistema Metafísico de Descartes
Justificación
Descartes concibe la filosofía como un sistema unificado y ordenado de ciencias interrelacionadas. Defiende el modelo del saber absoluto y pretende convertir la filosofía en una matemática universal. En su obra»Discurso del Métod», reduce el método a cuatro reglas básicas:
- Evidencia: No aceptar como verdadera ninguna cosa que no se presente de manera clara y distinta al espíritu.
- Análisis: Dividir las dificultades a examinar en tantas partes como sea posible para una mejor resolución.
- Síntesis: Conducir ordenadamente los pensamientos comenzando por los objetos más simples para acceder a los más complejos.
- Generalización: Hacer enumeraciones completas y revisiones generales para asegurarse de no omitir nada.
El método permite a la razón juzgar correctamente, seguir el camino correcto y distinguir lo verdadero de lo falso. Las dos operaciones que realiza son la intuición y la deducción.
Fundamentación del Saber
La fundamentación del saber de Descartes se basa en la duda metódica, que consiste en dudar de todo hasta llegar a una verdad indudable. Duda de los sentidos y de la razón. La primera evidencia es:»Pienso, luego exist» (cogito ergo sum). Nos intuimos como seres pensantes, y el pensamiento tiene ideas innatas (dadas de manera inmediata al pensamiento), facticias (producto de la actividad de la mente) y adventicias (obtenidas a partir de la observación sensible).
La segunda evidencia es:»Dios nos permite salir del subjetivism». Dios garantiza la certeza de lo que pensamos y de lo que vemos.
Dualismo
El hombre es una sustancia constituida por res cogitans (sustancia pensante) y res extensa (sustancia extensa) en interacción.
Teoría de la Sustancia
Existen dos tipos de sustancias:
- Increada: Dios
- Creadas: Constituidas por res cogitans y res extensa
Relación con el Empirismo
El sistema metafísico de Descartes se relaciona con el empirismo de Hume y Locke en los siguientes aspectos:
Origen del Conocimiento
, el empirismo lo relaciona con la experiencia, las intuiciones sensibles, por lo que, no hay conocimientos en la mente que no procedan de la experiencia, se niegan las ideas innatas del racionalismo. En la primer nivel de la duda, la falacia de los sentidos, Descartes duda del testimonio de los sentidos, por ello, duda de la existencia de su propio cuerpo, ya que sólo puede percibirlo por los sentidos. En cuanto a que todo conocimiento es conocimiento de ideas, Renè opina que el contenido del pensamiento, son sus ideas, y por ello, identifica y clasifica las ideas que pienso en: adventicias (provienen de un mundo exterior a través de los supuestos sentidos), facticias (las que se construyen a partir de otras previas), innatas (son simples y no se pueden derivar del mundo exterior). Los empiristas piensan que las ideas son representaciones de la realidad en nuestra mente, con lo que coinciden con los racionalistas. En cuanto a que conocemos las cosas según las percibimos, el empirismo cree que lo único que conocemos es lo que se muestra a nuestros sentidos, ni siquiera podemos afirmar que las cosas existan. Descartes, en el momento idealista, da a conocer que el pensamiento piensa ideas y no cosas, las ideas son representaciones de las cosas, pero éstas no están en el pensamiento. Opino, tras haber estudiado la teoría de Descartes, que estoy a favor de que las ideas son representaciones de las cosas, pero que éstas no están en el pensamiento, ya que podemos imaginar cosas que no existen en la realidad aunque sean parecidas a otras que sí. Pienso que no deberíamos fiarnos tanto de los sentidos, porque los sentimientos no los podemos tocar, oler, saborear, ver o oler, los sentimos y existen, están ahí. No creo en la clasificación de ideas, ya que a mi entender todas las ideas en nuestra mente son iguales, provengan de donde provengan. En la actualidad a partir de la razón y con exclusión de la experiencia de los sentidos se construye el conocimiento científico. El racionalismo cartesiano no es idealista si es válida su reconquista del mundo exterior al pensamiento mediante el recurso a la veracidad divina; pronto se argumentó que de esta manera se caía en petición de principio: dar por supuesto aquello mismo que hay que probar. La razón no está garantizada por la veracidad divina. Sólo el argumento ontológico podía romper el círculo vicioso y es lo que le sucede a Descartes cuando afirma que la idea de un ser infinito en perfección que hay en el alma implica la existencia de ese ser, es como el sello del artífice en el alma. Por lo deducido llegamos a una concepción idealista de la realidad. Queda así abierta la puerta a los idealismos de la época moderna, como los de Kant, Hegel, y Husserl, quien diré en sus Meditaciones cartesianas que Descartes es el prototipo de toda reflexión filosófica por su regreso hacia el puro ego cogito.