El Ser y sus Manifestaciones
1. Conceptos Fundamentales
Ser: La existencia de algo, lo que es. Para Parménides, aquello que es y que tiene entidad de existencia y características únicas.
Ontología: La rama de la filosofía que estudia el ser en sí mismo, su naturaleza y sus propiedades esenciales.
Fenómeno: Lo que se manifiesta a los sentidos, la apariencia superficial de las cosas.
Devenir: El proceso de cambio y transformación que experimentan los entes en el tiempo.
Uno: La característica que denota la unidad o integridad de algo, indicando su estado de indivisibilidad o singularidad.
Múltiple: La variedad, la existencia de más de un elemento de la realidad.
Esencia: La naturaleza fundamental y característica que define la identidad de algo. Lo que hace algo ser aquello que es.
Universales: Conceptos o categorías que se aplican a múltiples instancias individuales, como la humanidad o la belleza.
Contingencia: La condición de ser posible pero no necesaria, es decir, algo que podría no haber sido de la manera en que es.
Dualismo: La creencia en la existencia de dos realidades fundamentales o sustancias distintas, como el dualismo mente-cuerpo.
Idealismo: La filosofía que postula que la realidad tiene su origen en la mente o en las ideas, destacando la importancia de la conciencia en la construcción de la realidad.
Realismo: La posición filosófica que sostiene que existe una realidad objetiva independiente de la mente, y que nuestras percepciones y conceptos se refieren a esa realidad externa.
Existencia: El estado de ser real y tener realidad objetiva en el mundo.
Absoluto: Aquello que es independiente de cualquier relación o condición, y que posee una realidad o validez intrínseca.
Particular: Algo que es específico y concreto, en contraposición a lo general o universal.
2. Parménides y Heráclito sobre la Naturaleza del Ser
Parménides y Heráclito, dos influyentes filósofos presocráticos, ofrecieron perspectivas opuestas sobre la naturaleza del ser. Parménides defendía que el ser es único, eterno e inmutable, rechazando el cambio como una ilusión. Este enfoque contrasta con Heráclito, quien consideraba el cambio como fundamental. Su famosa afirmación»no puedes bañarte dos veces en el mismo rí» expresaba la fluidez constante de la realidad.
3. Presocráticos, Monistas y Pluralistas
Los filósofos presocráticos, pioneros en la filosofía occidental, se dividieron entre monistas y pluralistas. Entre los monistas, como Tales de Mileto, Anaximandro y Parménides, se destacaba la creencia en un principio fundamental. Por ejemplo, Tales identificaba el agua como dicho principio, Anaximandro postulaba el»apeiró», y Parménides afirmaba la existencia de un ser inmutable y eterno. En el otro extremo, los filósofos pluralistas como Empédocles y Anaxágoras sostenían que la realidad se componía de múltiples elementos fundamentales. Empédocles hablaba de cuatro»raíce» (tierra, aire, fuego y agua), mientras que Anaxágoras proponía una variedad infinita de»semilla» primordiales que constituyen todas las cosas.
Aristóteles, posteriormente, abordó de manera conciliadora el conflicto entre Parménides y Heráclito. Su distinción entre»ser en potenci» y»ser en act» proporcionó una solución breve al problema, permitiendo entender la realidad como una interacción dinámica entre potencialidades latentes y manifestaciones concretas, resolviendo así la dicotomía entre la inmutabilidad de Parménides y el cambio constante de Heráclito.
4. Ser en Potencia y Ser en Acto en Aristóteles
El»ser en potenci» se refiere a la capacidad o posibilidad que tiene algo de llegar a ser algo más, de desarrollar ciertas características o de realizar ciertas acciones. Por otro lado, el»ser en act» se refiere a cuando ese potencial se ha actualizado, es decir, cuando algo ha alcanzado su plenitud o ha manifestado todas sus características y capacidades.
Por ejemplo, si tomamos una semilla, esta tiene el potencial de convertirse en una planta. En ese sentido, la semilla es»ser en potenci». Una vez que la semilla crece hasta convertirse en una planta completa, ahí tenemos el»ser en act», ya que ha actualizado su potencial de convertirse en planta.
Aristóteles aplicó esta distinción a todos los aspectos de la realidad, desde objetos físicos hasta conceptos abstractos. Para él, entender la interacción entre el ser en potencia y el ser en acto era fundamental para comprender el cambio y el movimiento en el mundo natural.
En cuanto al problema de la contingencia y el ser necesario, Aristóteles también abordó esta cuestión. Según su filosofía, existen contingentes, es decir, que podrían no haber existido o podrían dejar de existir en algún momento. Por otro lado, también existen seres que son necesarios, es decir, que no podrían no existir y son fundamentales para la estructura del universo.