El Lenguaje como Horizonte de Sentido y Saber de Fondo
El lenguaje actúa como un horizonte de sentido, ampliando nuestras perspectivas para comprender la realidad, pero también limitándonos, ya que nuestra comprensión no puede trascender ese horizonte. Es la base de nuestra existencia y nuestra forma de ser.
El lenguaje es un «saber de fondo», algo tan fundamental que no podemos cuestionarlo a voluntad. Es un horizonte de certezas compartidas que reside en lo más profundo de nuestra conciencia simbólica. Solo en circunstancias especiales, como en la filosofía y la ciencia, podemos someterlo a crítica.
Los Mitos como Relatos de Origen, Fábula y Leyenda
Los mitos son relatos de origen que permiten revivir y conmemorar el pasado mítico sagrado en el presente, regenerándolo. Presuponen la idea de que la perfección se encuentra en los orígenes y garantizan el retorno a lo simple, evitando la novedad.
A diferencia del logos, los mitos, como fábulas y leyendas, no son comprobables ni demostrables, por lo tanto, no son verdaderos en el sentido literal. Sin embargo, expresan verdades significativas sobre la existencia humana, encerrando enigmas y enseñanzas.
La Explicación Filosófica
Una explicación filosófica se posiciona atemporalmente, donde el tiempo no es relevante. No está ligada a ninguna experiencia o experimento, ya que el conocimiento del sentido del concepto es previo a cualquier experiencia. Son proposiciones «lógicas» o «gramaticales» que abordan la perspectiva esencial del concepto y las condiciones que hacen posible su sentido.
El Ser Humano como «Ser Comprender» y los Tipos de Conceptos
Los seres humanos utilizamos el lenguaje para comprender la realidad. No solo se manifiesta, sino que también se expresa y articula a través del lenguaje. No existe una comprensión «prelingüística» o «extralingüística» de la realidad.
Existen dos tipos de conceptos:
Conceptos Inteligibles:
Son responsables de nuestra comprensión de la realidad, lo que comprendemos «a priori». Constituyen el «ser» y el «sentido» de lo real, es decir, su lógica.Conceptos Sensibles:
No son necesarios para la comprensión de la realidad, son «a posteriori». Constituyen la realidad empírica, dependiendo de lo que ocurre en el mundo.
Características de la Comprensión Arcaica de la Realidad
Tanto en las mitologías como en la forma arcaica de comprensión de la realidad, se interpreta el acontecer como un obrar, atribuyendo al mundo natural intencionalidad propia del mundo humano (animalismo) y, a la inversa, atribuyendo a los seres humanos rasgos de animales, plantas y objetos inanimados (totemismo).
No se distingue entre realidad y comprensión: el nombre es la cosa, es decir, las palabras nombran la esencia de las cosas. No se concibe que una misma realidad pueda comprenderse de distintas maneras.
La Filosofía Moderna y la Representación de la Realidad
Para la filosofía moderna, el único modo de conocer la realidad es mediante la representación correcta de las cosas en nuestra mente. Las ideas son contenidos mentales y no revelan el ser de las cosas como en la filosofía antigua. El orden de la realidad ya no es algo que encontramos en nuestras ideas, sino algo que construimos en nuestra representación, y para que sea correcta, debemos seguir un método con reglas que constituye una «realidad procedimental».
El Carácter Sagrado de los Mitos
Los mitos tienen un carácter sagrado porque buscan familiarizar al hombre con lo sagrado, es decir, el poder indomeñable de lo real sobre el ser humano. Para ello, se sirven de la institución del tabú, «lo prohibido» o «lo maldito», señalando las consecuencias de su transgresión. De este modo, determinan lo prohibido y lo permitido, creando una vinculación con lo sagrado.