Aristóteles: El Filósofo de la Sustancia y la Esencia
El Mundo de las Ideas y las Formas
Aristóteles, filósofo griego del siglo IV a.C., discípulo de Platón y mentor de Alejandro Magno, se destacó por su pensamiento innovador y su enfoque en el mundo real. A diferencia de Platón, quien creía en un mundo de ideas separado del nuestro, Aristóteles afirmaba la existencia de un único mundo compuesto por sustancias.
Teoría Hilemórfica
La teoría hilemórfica de Aristóteles postula que cada sustancia está formada por una unión inseparable de materia (hyle) y forma (morphé). La materia es aquello de lo que están hechos los seres, mientras que la forma es su esencia universal. La forma se divide en sustancia primera, que es el individuo concreto con sus cualidades particulares (por ejemplo, este perro), y sustancia segunda, que hace referencia al concepto universal (el ser perro como especie).
Categorías y Teleología
Aristóteles identificó nueve categorías o accidentes que caracterizan a los seres: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión y acción. Según su teoría teleológica, los seres sustanciales cambian buscando la perfección que marca su esencia y así cumplir su finalidad. El paso del ser en potencia (lo que puede llegar a ser) al ser en acto (lo que es) se denomina movimiento.
Movimiento y el Motor Inmóvil
Aristóteles consideraba que el movimiento requería un motor inmóvil que lo iniciara. Este primer motor inmóvil, perfecto y sin potencialidad para el movimiento, es acto puro y su única actividad es pensarse a sí mismo. Es el origen y fin último del movimiento, la perfección a la que todo aspira.
Conocimiento y Lógica
Para Aristóteles, el conocimiento comienza con los sentidos y se adquiere a través de la inducción, de lo particular a lo universal. La imaginación genera la imagen mental y el entendimiento realiza el proceso de abstracción. El entendimiento agente separa la materia de la forma, y el entendimiento paciente entiende las formas. Aristóteles también fue el creador de la lógica, un método para evaluar la validez de los argumentos.
El Alma y la Búsqueda de la Felicidad
El Alma Tripartita
Aristóteles consideraba al hombre como una unión sustancial de materia (cuerpo) y forma (alma). El alma es el principio de vida y tiene tres funciones: la facultad vegetativa (propia de los seres vivos), la facultad sensitiva (propia de los animales) y la facultad racional (propia de los seres humanos).
Eudemonismo y Virtudes
Aristóteles era eudemonista, es decir, creía que el fin último del ser humano es la felicidad. Como la felicidad consiste en desarrollar la esencia de cada ser, y el ser humano es racional, la felicidad se alcanza alimentando el intelecto y, en menor medida, las necesidades corporales. Para alimentar el intelecto, se requiere una vida contemplativa, dedicada al conocimiento y a las virtudes dianoéticas (sabiduría, contemplación, reflexión). Para las necesidades corporales, se necesitan las virtudes éticas (valentía, templanza, justicia).
El Justo Medio
A diferencia del intelectualismo moral de Platón, Aristóteles creía que la virtud ética se adquiere mediante el hábito de establecer el justo medio entre el exceso y el defecto, determinado subjetivamente mediante la prudencia.
El Ser Humano como Animal Social y Político
El Zoon Politikon
Aristóteles consideraba al ser humano como un animal social, un «zoon politikon». La sociedad sigue un esquema teleológico formado por la familia, la aldea y el Estado, donde el ser humano puede desarrollarse plenamente. El Estado debe perseguir la justicia social y el bien común.
Formas de Gobierno
Aristóteles distinguió tres formas justas de gobierno: la monarquía (gobierno de uno solo), la aristocracia (gobierno de los mejores) y la democracia (gobierno de los ciudadanos), que consideraba la mejor. Cada forma tiene su correspondiente corrupción: la tiranía, la oligarquía y la demagogia.