Comparación del pensamiento de Descartes con otros filósofos
Platón
Semejanzas
Tanto Platón como Descartes rechazan el valor del conocimiento sensible. Descartes no acepta los sentidos como fuente válida de conocimiento, ya que pueden engañar y, por lo tanto, caen bajo la duda metódica. Para Platón, el mundo sensible está infravalorado. Platón parte de un dualismo ontológico, según el cual existen dos mundos: el inteligible (ideas) y el sensible, que nunca nos dará un conocimiento seguro, universal y necesario que sobrepase la opinión.
Ambos admiten la existencia de ideas innatas. Para Descartes, una idea es un contenido mental del que somos conscientes y el objeto de nuestro pensamiento. En Platón, las ideas son realidades inmateriales, el verdadero ser de las cosas, que existen fuera de la mente en el mundo de las ideas. El alma las ha conocido en el mundo de las ideas por intuición intelectual y ahora, en el mundo sensible, las recuerda.
Diferencias
A pesar de las semejanzas, no existe un influjo directo de la filosofía de Platón sobre el pensamiento de Descartes, debido al enfrentamiento de Descartes con la tradición escolástica precedente.
Aristóteles y Tomás de Aquino
Diferencias
Aristóteles y Tomás de Aquino defienden tesis opuestas a las de Descartes. El valor del conocimiento sensorial es puesto en duda por Descartes, ya que los sentidos pueden engañar. Por el contrario, Aristóteles y Tomás de Aquino defienden que todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos, y que actuando sobre la imagen sensorial el entendimiento es capaz de abstraer la forma de la sustancia conocida. En este aspecto, Aristóteles y Tomás de Aquino son empiristas.
Respecto a sus teorías sobre el ser humano, frente al dualismo de Descartes de alma (sustancia pensante) y cuerpo (sustancia extensa), Aristóteles y Tomás defienden un monismo sustancial en el que en una única sustancia se unen alma y cuerpo. Una consecuencia de esta relación sustancial entre alma y cuerpo en el aristotelismo es la negación de la inmortalidad del alma.
Semejanzas
Descartes adopta en algunos aspectos la cuarta vía de Tomás de Aquino cuando justifica el innatismo de la existencia de Dios a partir de la idea de infinitud o perfección. La idea de infinito tiene que tener una causa proporcional. Solo Dios es infinito y perfecto, luego Dios existe. Esta idea no puede ser facticia ni adventicia, es innata. La formulación es diferente: Descartes a priori, Tomás a posteriori.
Marx
Diferencias
La crítica marxista va contra Hegel y su filosofía idealista, pero Hegel reconoce que es con Descartes con quien se entra en una filosofía propia e independiente. Por lo que la crítica de Marx se dirige a Descartes también.
El cogito y la duda metódica sobre la experiencia sensible son dos de los principios de la filosofía de Descartes. Para Marx, el principio de la filosofía, la base real sobre la que se asienta el pensamiento, es la materia con la que el hombre se relaciona dialecticamente transformándola y transformándose con el trabajo. La conciencia (cogito cartesiano) es un reflejo de la materia y por tanto posterior. El materialismo de Marx es contrario al racionalismo de Descartes.
Además, la filosofía de Descartes, como toda la filosofía anterior a Marx, le parecen a este conservadoras e interesadas en contemplar la realidad sin tener interés por cambiarla. Tesis sobre Feuerbach (1845): «Los filósofos hasta ahora se han limitado a interpretar el mundo, de lo que se trata es de transformarlo». La revolución económica, social y política no se alcanzará nunca desde el cartesianismo porque es la filosofía de la clase burguesa a la que hay que destruir.
Ortega y Gasset
Confluencias y divergencias
Para Ortega, la realidad radical es nuestra vida. Es un pensador raciovitalista que considera que el problema de nuestro tiempo es la superación del idealismo, del que es parte el racionalismo cartesiano. El primer atributo de la vida es conocerse a sí mismo. Se trata de una coincidencia con el cogito de Descartes. Pero para Descartes, el único atributo evidente de lo que somos es el pensar.
Ortega afirma un segundo atributo, que Descartes rechazaría al poner en duda el conocimiento sensible, que es que vivir es encontrarse en el mundo. Nuestra vida no es solo nuestra, también forma parte nuestro exterior. Esta evidencia no es aceptada por Descartes, para quien el alma, principio evidente, es independiente del cuerpo.
Para Descartes, viendo lo que somos podemos fingir que no tenemos cuerpo y que no existimos. Para Ortega, esto es contrario a las evidencias fundamentales.