Análisis Comparativo del Raciovitalismo de Ortega y Gasset y el Integracionismo de Ferrater Mora

I. Contextualización histórica y filosófica

1. El problema de España

Es inevitable una referencia a la cuestión española. Tras la derrota de 1898 en una guerra injusta y desigual con EE. UU., la sociedad española había caído en un pesimismo cuya expresión tópica era la actitud de la generación del 98. El destino de su obra filosófica era una de las constantes preocupaciones de los intelectuales. En este contexto, la filosofía de Ortega estuvo orientada hacia la europeización de España y supuso la ruptura con el pesimismo del 98.

2. La solución republicana

Hemos de mencionar la Segunda República y la Guerra Civil. Ortega colabora activamente en la crítica al régimen monárquico español, sobre todo desde el abandono de su cátedra como protesta contra la dictadura de Primo de Rivera en 1929. El artículo «El error Berenguer» y su fundación de la Agrupación al Servicio de la República son exponentes claros de su posición social. Ortega estimaba que, cuando se fuera la monarquía, renacería políticamente el país y se desarrollaría la modernización. La República no correspondió a sus expectativas, tanto por la ineficacia de los partidos como por la incapacidad de ofrecer un proyecto político común a toda España. Se agravaron los enfrentamientos entre partidos, lo que produjo en Ortega una gran desilusión. En la Guerra Civil, Ortega se convierte en exiliado.

3. Vitalismo e historicismo

En la segunda mitad del siglo XIX, la ciencia consigue reconocimiento social gracias a los resultados tecnológicos. Mientras se confronta la ciencia y la filosofía, se produce la maduración filosófica de Ortega y Gasset. A principios del siglo XX surgen dos líneas de pensamiento que se resisten a un tratamiento científico: la vida humana y su devenir histórico. La vida y la historia se sitúan fuera del alcance de los cálculos matemáticos o de las hipótesis elementales. Nacen el vitalismo y el historicismo, muy afines a Ortega.

A) Vitalismo:

La vida como centro de sus especulaciones. Estos pensadores entienden que la vida como tal no es reductible a procesos físico-químicos ni explicable únicamente desde una óptica científica. La defendieron autores como Nietzsche (partiendo de la oposición entre lo apolíneo y lo dionisíaco, había contrapuesto la razón y la vida) y como Bergson (lo elaboró a partir de sus reflexiones sobre las teorías evolucionistas; para él, la vida surge de un impulso vital).

B) El historicismo:

Representado por Dilthey o Spengler, pretende ofrecer un método para la comprensión de la historicidad del hombre. Los filósofos sostienen que la naturaleza humana es esencialmente histórica, así que no podemos conocer lo que el hombre es si prescindimos de lo que el hombre ha sido. Los filósofos tienen opiniones diversas:

  • Dilthey: defendió que el método de las ciencias históricas debe fundarse en la comprensión de la singularidad de cada fenómeno.
  • Spengler: elaboró una morfología comparativa de la historia universal que es una filosofía de la historia. Las grandes culturas pasan por nacer, crecer, madurar y decaer. La última fase se caracteriza porque la cultura pierde su vitalidad.

Ortega estuvo influido por ambas corrientes.

II. Relación con otro autor y valoración crítica personal

1. Relación con Ferrater Mora

A) Raciovitalismo e integracionismo

Hay cierta semejanza de intenciones entre Ortega y Ferrater Mora. Al igual que el raciovitalismo busca un equilibrio entre posiciones filosóficas extremas, Ferrater Mora plantea el integracionismo como un punto de vista filosófico que pretende evitar las insuficiencias de dos tipos de pensamiento: el que se centra en el sujeto humano y su historia, y el que presta atención a la realidad natural.

B) La cuestión metafísica

Ferrater Mora se distingue de Ortega al ofrecer una visión más omnicomprensiva del problema metafísico, prestando mayor atención a los resultados de la investigación científica. Así, frente a Ortega, propuso que la realidad está configurada como una continuidad de niveles. Estos niveles son:

  1. Continuo físico-orgánico: A él pertenecen tanto los objetos físicos como los seres vivientes, ya que los organismos no son realidades distintas de sus estructuras físico-químicas. Dicho de otro modo, los seres vivientes dependen para existir de una organización concreta de la materia física de la que están constituidos, existiendo por tanto en el plano físico-químico y en el biológico. Ferrater considera además que los procesos neurobiológicos constituyen un subnivel dentro de este.
  2. Continuo orgánico-social: Pese a que existen organismos que no presentan un comportamiento social, sin embargo, encontramos que los organismos vivos establecen relaciones. Esto nos permite aceptar la existencia de este plano.
  3. Continuo social-cultural: Podemos afirmar que el nivel cultural surge cuando se desarrollan actividades por determinados organismos sociales al margen de la transmisión genética de su especie.

En síntesis, los diversos estratos de la realidad constituyen la totalidad del universo. Según Ferrater, la explosión cósmica es un proceso de transformación de ciertos elementos con otros, aunque el conjunto del universo no parece existir ningún plan concebido. Finalmente, Ortega define la filosofía como el conocimiento del universo en su totalidad, pero se había ocupado de explicar preferentemente una parcela: la vida y su desenvolvimiento histórico. Por esto, el integracionismo de Ferrater Mora se nos presenta como una propuesta metafísica que salva esta deficiencia del pensamiento orteguiano.

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