La Filosofía Moderna: El Giro Racionalista de Descartes
Con Descartes, la filosofía dio un giro radical y adquirió los rasgos de la Modernidad. En este período, se supera el principio de autoridad medieval y se rechaza la metafísica aristotélica, centrada en las esencias.
El Método de la Razón
Descartes subraya la autonomía del conocimiento y afirma que la verdad de cualquier proposición depende de la propia razón, que es el origen del conocimiento. Establece los principios fundamentales siguientes:
- Hay un único saber, puesto que también hay una única razón; es decir, en el fondo, todas las ciencias son una.
- El sujeto es el que piensa, el que elabora la ciencia; es, pues, más importante que el objeto a la hora de conocer.
- Rechaza el principio de autoridad.
Como la razón es única y es la responsable de nuestro conocimiento, debemos conocer su estructura y su funcionamiento para aplicarla bien. Si observamos las matemáticas, solo hay dos modos de razonamiento, de conocimiento racional:
- La intuición: consiste en captar de forma directa e inmediata los elementos simples del conocimiento. Es una especie de «luz natural» que nos permite percibir las ideas simples sin posibilidad de error.
- La deducción: es un procedimiento por el que la razón descubre las conexiones que se dan entre las ideas simples; podemos decir que encadena unas ideas a otras. Deducir es obtener una idea a partir de otras anteriores; es como una sucesión de intuiciones.
La razón bien aplicada no puede llevar a error, pero el problema es cómo aplicarla bien. Para ello, Descartes busca un método que garantice la verdad de los conocimientos alcanzados; es decir, que garantice que la utilizamos bien. Y busca un método único para todas las ciencias, que, como ya se dijo, son una. Su método se compone de cuatro reglas:
- La evidencia: no se puede aceptar como cierto ningún principio que no sea captado de forma clara y distinta.
- El análisis: hay que dividir los problemas hasta llegar a los elementos más simples; es decir, hay que reducir las cuestiones más complejas y oscuras en otras más elementales a las que podemos acceder por medio de la intuición.
- La síntesis: es el paso inverso al análisis; partimos de los datos más simples, obtenidos por el análisis, hasta llegar al conocimiento de los más complejos.
- La enumeración: por último, debemos comprobar las deducciones; es decir, en este momento confirmamos todos los pasos realizados.
La Crítica de la Razón en Kant
Kant pensaba que la razón es la facultad humana más importante, mediante la que se ha de dirigir el quehacer científico, la moral, la ordenación de la sociedad y la propia historia. Ahora bien, ante la diversidad de interpretaciones sobre la naturaleza y el alcance de la razón (por ejemplo, la oposición entre el racionalismo y el empirismo), la filosofía debe someter a juicio a la razón para resolver esas discrepancias. Dicho juicio o crítica de la razón ha de llevarse a cabo desde ella misma. Su objetivo es conocer la forma de actuar de la razón, sus límites y sus posibilidades.
Teoría del Conocimiento
Consciente del continuo avance de las ciencias y del caos y la falta de acuerdo que, por el contrario, reinan en la filosofía, Kant se pregunta si la metafísica puede ser una ciencia; es decir, si puede haber un conocimiento científico sobre los temas de la metafísica tradicional: Dios, el alma y el mundo. Para responder a esta cuestión, debemos conocer el tipo de juicios propio de las ciencias y averiguar si la metafísica es capaz de elaborarlos. Según la relación que se establece entre el sujeto y el predicado de un juicio, se puede distinguir entre juicios analíticos y juicios sintéticos, y atendiendo a su relación con la experiencia, entre juicios a priori y juicios a posteriori.
Todos los juicios analíticos son a priori, mientras que existen juicios sintéticos a posteriori (cuya verdad depende de la experiencia) y juicios sintéticos a priori, que amplían la información, pero cuya verdad no depende de la experiencia, por lo que son universales y necesarios. Kant afirma que los juicios de las ciencias son sintéticos a priori; luego, la pregunta acerca de si la metafísica puede ser una ciencia es sinónima a la que plantea si son posibles los juicios sintéticos a priori en ella.
Kant analiza la sensibilidad y sus formas a priori (el espacio y el tiempo) y cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en matemáticas. Después, estudia el entendimiento y sus conceptos a priori (las categorías) y cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la física. El conocimiento solo se da cuando las categorías se aplican a los datos de la sensibilidad: este es el límite del conocimiento humano. Como vemos, Kant supera la oposición racionalismo-empirismo: la sensibilidad es imprescindible, pero no nos proporciona por sí misma conocimiento.
Kant responde negativamente a la pregunta que se planteó sobre la metafísica: no es posible que sea una ciencia, porque las categorías solo pueden aplicarse legítimamente a los fenómenos dados a través de los sentidos.