El Racionalismo de Descartes y el Idealismo Trascendental de Kant

El Racionalismo de Descartes

Contexto y Educación

Renato Descartes, considerado el padre de la filosofía moderna, nació en Francia en 1596. Estudió en el colegio de La Flèche, donde se familiarizó con la ciencia y la filosofía aristotélica y escolástica.

Crítica a la Escolástica

Descartes criticó la escolástica decadente y el pensamiento aristotélico heterodoxo, que consideraba materialista y ateo. En cambio, se inspiró en la escolástica auténtica y la patrística.

El Método Cartesiano

Descartes buscaba un método para alcanzar la verdad. Propuso cuatro reglas en su Discurso del Método:

1. No admitir nada como verdadero sin evidencia clara y distinta. 2. Dividir cada dificultad en partes más pequeñas. 3. Conducir el pensamiento ordenadamente desde lo simple a lo complejo. 4. Revisar y verificar el proceso para evitar errores.

El Cogito Ergo Sum

Descartes llegó a la certeza fundamental de su propia existencia a través del famoso argumento»pienso, luego exist». Esta intuición se convirtió en el punto de apoyo para su sistema filosófico.

Dualismo Sustancial

Descartes propuso un dualismo sustancial entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es extenso, mientras que el alma es pensante. El punto de interacción entre ambos es la glándula pineal.

Pruebas de la Existencia de Dios

Descartes ofreció dos argumentos para probar la existencia de Dios:

1. Argumento de la imperfección: Como seres imperfectos, debemos haber sido creados por un ser perfecto. 2. Argumento ontológico: La existencia de un ser perfecto está incluida en su esencia, ya que existir es mejor que no existir.

El Idealismo Trascendental de Kant

Contexto y Formación

Immanuel Kant, nacido en Alemania en 1724, fue influenciado por el racionalismo cartesiano y el empirismo inglés.

Juicios Analíticos y Sintéticos

Kant distinguió entre juicios analíticos y sintéticos. Los juicios analíticos son aquellos en los que el predicado está contenido en el sujeto. Los juicios sintéticos son aquellos en los que el predicado no está contenido en el sujeto.

Espacio y Tiempo como Formas de Sensibilidad

Kant argumentó que el espacio y el tiempo no son realidades en sí mismas, sino formas de nuestra sensibilidad. Ordenan las sensaciones que recibimos del mundo exterior.

Categorías del Entendimiento

Además de las formas de sensibilidad, Kant propuso categorías del entendimiento que ordenan las sensaciones en conceptos.

Juicios Sintéticos a Priori

Kant afirmó que existen juicios sintéticos a priori, que son universales y necesarios pero no se derivan de la experiencia. Estos juicios son posibles gracias a las formas de sensibilidad y las categorías del entendimiento.

Crítica de la Razón Pura

”. Para resolverla divide esta cuestión en tres preguntas: las ciencias puras o matemáticas (aritmética y geometría), las físicas (ciencias de la naturaleza) y las metafísicas (cosmología, psicología y teodicea). Estas preguntas son: ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la matemática…, en la física…, en la metafísica? Y son tratadas en tres distintas partes de su obra que se titulan: «Estética trascendental», «Analítica trascendental» y «Dialéctica trascendental».

En la tercera parte Kant sobre las ciencias metafísicas. No se pregunta, como en las anteriores, cómo son posibles esos juicios, sino si son posibles. La respuesta de Kant es resueltamente negativa: Tres son los grandes temas que constituyen el objeto de la metafísica: el Universo material tomado como unidad, el alma, como sustancia, y Dios como objeto de la razón. Pero el conocimiento es para Kant, una síntesis de dos elementos: las sensaciones desordenadas que provienen de la cosa exterior y las formas y categorías del sujeto cognoscente; y en el conocimiento metafísico falta que el objeto se encuentre ante el sujeto.  Kant se declara así agnóstico; el acceso a Dios por vía racional es imposible, y también son inasequibles para la razón el alma y el cosmos. Sin embargo, si los objetos metafísicos son inasequibles por vía especulativa, existirá para Kant otra vía, la vía práctica. Esta via resulta de la segunda de sus obras que se titula “Crítica de la Razón práctica”, en ella se plantea Kant el problema de la moralidad, de la conciencia moral.  El que obra, por algo ajeno a la moral misma, no obra por razones morales. La verdadera moral no es heterónoma, sino autónoma: solo obra moralmente el que actúa por respeto a la Ley, sin razones distintas a este cumplimiento mismo. La forma que descubre para esta vía, es lo que él llama imperativo categórico, que puede formularse con estas palabras: «obra de modo que la norma de tu conducta pueda erigirse en norma de conducta universal». Según Kant, no debe hacerse un acto porque sea bueno, sino que es bueno porque debe hacerse. Tiene también esta formulación: «obra de modo que trates a la persona racional como fin y no como medio».

El imperativo moral requiere ciertos supuestos. Puesto que hay quienes no cumplen la ley moral y la vida no premia o castiga adecuadamente las diversas conductas, será necesaria, la existencia de un Dios remunerador, y la supervivencia del alma y su previa existencia como sustancia. Aquí radica la entrada práctica para el conocimiento de Dios y del alma. Así como en la filosofía tradicional la ley moral se derivaba de la existencia de Dios, en el kantismo la existencia de Dios se deriva de la moral.El conocimiento religioso y el metafísico se condenan como imposibles, fantasmagóricos. La filosofía se reduce para Kant a una reflexión sobre las condiciones y posibilidad del conocimiento. Sin embargo, una objeción incontestable se opuso en seguida al sistema kantiano. Kant dice que para la formación de nuestros conceptos colaboran un elemento exterior absolutamente indeterminado y unas formas y categorías del espíritu, en que esas sensaciones vienen a insertarse.

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