Marx es uno de los pensadores que han influido de forma más decisiva y contundente en la historia del siglo XX. El padre del marxismo era un intelectual comprometido, un pensador que se movía entre varias disciplinas y un militante ferviente que luchaba por la realización del socialismo.
Contexto Histórico y Social
Marx vive y crea su obra durante una buena parte del siglo XIX. En este periodo, el poder político de la nobleza se ha debilitado y la burguesía, que había cogido las riendas de la economía, se había hecho también con el poder político.
Las exigencias del trabajo, tanto en la industria como en el campo, eran muy duras, casi inhumanas. La evolución del capitalismo y de la industria había generado unas condiciones de producción miserables. La miseria abundaba en las ciudades y la situación del proletariado era insostenible, formando grandes masas en torno a la industria.
A raíz de esta situación, en la segunda mitad del siglo XIX, se sucedieron distintos movimientos revolucionarios. El propio Marx desempeñó una acción relevante en los sucesos de la Comuna de París de 1871 y fue uno de los fundadores y dirigentes de la Primera Internacional, en cuyo seno se enfrentaron las organizaciones de trabajadores socialistas y anarquistas.
Influencias Intelectuales y Críticas
En la esfera de la cultura, después de la eclosión del Parlamentarismo, se produjo el triunfo de la novela realista y naturalista. En la pintura triunfaron el impresionismo y el postimpresionismo. Por otro lado, en el desarrollo de la ciencia se produjo la aparición del evolucionismo, que consiguió un efecto muy positivo en Marx. La tecnología avanzó con el motor eléctrico, el telégrafo y el ferrocarril.
Es necesario citar tres elementos importantes para contextualizar la obra de este pensador: la situación de Alemania al recibir las ideas de la Revolución Francesa, su compromiso con el movimiento obrero y la crítica que ejerció contra la ideología burguesa, la filosofía de Hegel, la izquierda hegeliana, los economistas ingleses y los socialistas utópicos.
La obra de Marx puede encuadrarse en la corriente de reacción de los intelectuales, periodistas y escritores contra el movimiento conservador alemán.
Hegel y la Dialéctica
Hegel fue uno de los antecedentes de la obra de Marx. El movimiento hegeliano consiguió comprender la realidad como un proceso de movimiento y de transformación, en forma de progreso histórico. Pero Marx creía que el verdadero motor de la historia era la producción económica, al pensar que la idea o el «espíritu» eran los agentes de la historia, veía la realidad al revés. Marx, empleó la ciencia para conocer el verdadero sentido y desarrollo de la historia.
Crítica a la Ideología Burguesa
Las críticas de Marx se extendieron hasta las bases ideológicas de la burguesía contra: los socialistas utópicos, Hegel y Feuerbach. No se podía luchar contra la explotación a base de buenos sentimientos; no tenía sentido intentar conseguir la justicia dentro del sistema capitalista, un sistema económico basado en la propiedad privada, en la división del trabajo y en la explotación del hombre por el hombre.
La Influencia de Feuerbach
En cuanto al pensamiento de Feuerbach, elogió su materialismo, pero criticó que no hubiera asumido la dialéctica. Marx consideró que Feuerbach no había concebido la idea de que el sujeto de la historia está inmerso en una relación de producción y que lo importante de la filosofía no es solo interpretar el mundo, sino transformarlo (tesis 11).
El Materialismo Histórico y la Lucha de Clases
La teoría y la práctica cambiaban en una misma dirección. El marxismo desplegó la posibilidad de analizar las mistificaciones de la ideología burguesa. Así, el materialismo histórico se ofreció como un modelo científico para alumbrar las líneas del progreso y la liberación del proletariado y la humanidad.
Las consecuencias de la revolución industrial y de la evolución del capitalismo afianzaron el proyecto ambicioso del socialismo científico, la unión del proletariado y la ciencia de la revolución socialista y el paraíso de la tierra.
Obras Principales
Los Manuscritos de economía y filosofía son unos escritos que habían sido elaborados en 1844 y fueron publicados en 1932. En este libro, escrito en un periodo que se había afianzado la burguesía, Marx se esfuerza por aclarar sus ideas y escribe desde el punto de vista del filósofo sobre los problemas de explotación, la alienación, la enajenación y la necesidad de la liberación de los trabajadores.
Todos los temas tratados en «Propiedad privada y comunismo», responden al mismo marco teórico dentro del sistema del pensamiento de Marx.
Relación con Otros Pensadores
La filosofía de Marx es un pensamiento que se centra en la dimensión práctica. En la historia de la filosofía, no rivaliza directamente con otras posiciones éticas anteriores, sino que se opone a todas ellas, cuya naturaleza, de carácter social está sometida a los autores del tiempo. Ni la ley natural de Santo Tomás, ni los derechos naturales de Locke ni el formalismo de Kant, parten de esta consideración histórica del ser humano, que se concreta en la necesidad de superar: una determinada estructura socio-económica, el capitalismo y la propiedad privada, para poder vencer las alienaciones que enajenan al hombre y que impiden la realización de su libertad.
La infraestructura económica explica la superestructura ideológica, la libertad del ser humano exige para Marx un compromiso político que se dirige hacia una sociedad sin clases y sin propiedad privada. Se trata de un planteamiento ético de carácter material. Descubiertas las condiciones materiales que impiden la liberación de la humanidad, se trata ahora de cambiarlas. Marx critica la concepción caritativa y religiosa de la defensa de los trabajadores que aparece con el socialismo utópico. Marx critica a Feuerbach en su tesis 11. «Tampoco se trata de teorizar sobre el mundo y la vida, como han hecho siempre los filósofos, se trata ahora de cambiarlo».
De Hegel forma su dialéctica pero Marx le critica su idealismo.
La Filosofía de la Sospecha
Cabe citar, en este sentido, lo que Ricoeur denominó «filosofía de la sospecha». En el siglo XIX, no se ha cumplido el proyecto ilustrado de progreso y felicidad. Los intelectuales intentan buscar la causa de este fracaso.
Ante la variedad de respuestas, encontramos la de los «maestros de la sospecha». Sostienen que la razón se autoengaña y que no puede funcionar de forma aislada. Nietzsche, pondría el énfasis en una serie de valores morales erróneos y caducos. Freud, encontrará la causa de la infelicidad que acompaña al europeo en una excesiva represión de sus instintos más básicos. Para Marx, es imposible que los hombres alcancen su libertad y su dignidad en el seno de una sociedad capitalista. Se trata de una estructura económica y social que aliena al individuo y que se fundamenta en la explotación del hombre por el hombre.
Actualidad del Pensamiento de Marx
Hoy día, la evolución de la economía hacia el neocapitalismo, ha supuesto el cambio radical hacia un sistema en el que la gran mayoría de la población es un simple asalariado y en el que las condiciones de vida han cambiado de forma radical. Ahora, no es posible que se dé la explotación y la alienación en los mismos términos. Pero no se podría entender la historia de los siglos XIX y XX sin conocer el papel que jugó Marx en el análisis del capitalismo, sin su contribución al movimiento obrero, a las distintas corrientes del socialismo y sin sus críticas de la ideología burguesa.