Tipos de Metamorfismo
Metamorfismo de enterramiento: Se produce en cuencas sedimentarias, donde los materiales acumulados aumentan la presión por el peso. Las rocas resultantes tienen un bajo grado de metamorfismo, carecen de foliación y conservan muchas de sus características originales.
Metamorfismo de contacto: Ocurre cerca de puntos calientes o alrededor de masas de magma cercanas a la superficie. El magma, al estar muy caliente, crea una aureola metamórfica con rocas metamórficas concéntricas. A medida que se alejan del foco magmático, estas rocas presentan un grado de metamorfismo menor.
Dinamometamorfismo: Se da en zonas de falla. La presión ejercida por el movimiento de las fallas tritura y recristaliza las rocas en la zona de falla, creando otras nuevas llamadas brechas de falla.
Metamorfismo regional: Se origina en zonas de subducción u obducción. Surge por la acción combinada de presión y temperatura, siendo el tipo de metamorfismo más intenso. Se distinguen dos modalidades según predomine la presión o la temperatura:
- Metamorfismo regional de alta presión.
- Metamorfismo regional de alta temperatura.
Metamorfismo de fondo oceánico: Tiene lugar cerca de las dorsales oceánicas. El agua marina, aún caliente, circula por las grietas de la corteza oceánica recién formada, provocando metasomatismo.
Datación física
El campo magnético de la Tierra cambia con el tiempo, y estos cambios quedan registrados en los fondos oceánicos. Los métodos radiométricos permiten datar la edad de las rocas. Estos métodos se basan en la desintegración radiactiva, que ocurre cuando un átomo inestable se transforma en otro átomo. Aunque no se puede predecir cuándo se desintegrará un núcleo atómico específico, sí se puede determinar el tiempo que tarda en desintegrarse la mitad de una muestra, lo que se conoce como período de semidesintegración.
Filosofía Griega
Pitágoras
Pitágoras era un filósofo dualista. Los pitagóricos, influenciados por el orfismo, compartían creencias como la transmigración de las almas, la organización comunitaria y el vegetarianismo. Combinaban el espíritu filosófico con el religioso y se dedicaron al estudio de las matemáticas. Creían que todas las cosas podían expresarse mediante números y que la música también se regía por principios matemáticos. Veían los números como figuras geométricas, asignándoles significados simbólicos:
- Número 1: razón.
- Número 2: femenino, opinión.
- Número 3: masculino (triángulo).
- Número 4: justicia.
- Número 5: matrimonio.
- Número 6: generación.
- Número 10: sagrado.
Para los pitagóricos, el arché era doble: límite e ilimitado. Todo lo existente era fruto de la interacción entre estos dos principios opuestos. Su tabla de contrarios incluía:
- Límite e ilimitado.
- Derecho e izquierdo.
- Recto y curvo.
- Cuadrado y no cuadrado.
- Impar y par.
- Macho y hembra.
- Luz y oscuridad.
- Unidad y multitud.
- Reposo y movimiento.
- Bueno y malo.
Astronomía pitagórica
Los pitagóricos creían en un universo con un fuego central rodeado por los planetas. En el extremo opuesto de la órbita terrestre, postulaban la existencia de una antitierra. Aunque consideraron la posibilidad de que la Tierra se moviera, la falta de paralaje estelar observable los llevó a concluir que la Tierra debía estar estática en el centro del universo. El paralaje estelar es la variación aparente en la posición de las estrellas debido al movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Como no se observaba este paralaje, dedujeron que la Tierra no se movía. Este modelo astronómico influyó en Platón.
Parménides de Elea (515 a.C.)
Parménides, filósofo monista, tuvo gran influencia en Platón. Argumentaba que el no-ser no puede ser, por lo tanto, solo el ser es. El ser es eterno, imperecedero, ingénito, inmutable, único, homogéneo y continuo. Para Parménides, el devenir era una ilusión de los sentidos, ya que el ser no puede nacer ni morir. Su poema filosófico se dividía en cuatro partes:
- Prólogo: Presenta el viaje del filósofo hacia la diosa.
- Instrucción preliminar: Plantea el concepto del ser.
- Relato verdadero (vía de la verdad): Describe las características del ser y distingue entre la vía de la verdad y la vía de la opinión.
- Relato falso (vía de la opinión): Habla de las creencias erróneas basadas en los sentidos.
Parménides negaba la posibilidad del cambio, argumentando que la idea de que las cosas cambian es solo apariencia. Sostenía que el origen del ser no podía provenir del no-ser, ya que este último es impensable e indecible.
Zenón de Elea
Discípulo de Parménides, dedicó su vida a defender las teorías de su maestro. Es conocido por sus paradojas, con las que pretendía demostrar la imposibilidad del movimiento.
Los Pluralistas
Los filósofos pluralistas se oponían al monismo de Parménides. Coincidían en que lo único que existe debe ser eterno, pero a diferencia de Parménides, defendían la realidad del devenir. Para explicar el cambio sin negar la eternidad del ser, propusieron la existencia de un arché múltiple.
Empédocles de Agrigento
Empédocles estaba de acuerdo con Parménides en que el ser es eterno. Sin embargo, para él, el ser estaba compuesto por cuatro elementos o»raíce»: tierra, aire, agua y fuego. Estos elementos, junto con dos fuerzas cósmicas, el Amor y el Odio, estaban en constante lucha. El Amor tendía a unir las raíces, mientras que el Odio tendía a separarlas. Este ciclo cósmico se repetía eternamente en cuatro etapas:
- Apogeo del Amor: Los cuatro elementos se mezclan uniformemente.
- Transición del Amor: El Odio comienza a separar los elementos, dando lugar al mundo tal como lo conocemos.
- Apogeo del Odio: Los elementos se separan completamente.
- Transición del Odio al Amor: El Amor vuelve a unir los elementos.
Anaxágoras de Clazomene (siglo V a.C.)
Para Anaxágoras, el arché eran las»semilla» o»gérmene». Existían semillas de diferentes clases y en cantidades infinitas. Una fuerza inteligente llamada»Nou» se encargaba de mezclar y poner en movimiento estas semillas. La naturaleza de cada cosa estaba determinada por la proporción de las diferentes semillas que la componían.
Demócrito de Abdera (siglos V-VI a.C.)
Demócrito postuló que el arché eran los átomos, partículas indivisibles e idénticas que componían la materia. La agregación de estos átomos, que se movían de formas distintas, daba lugar a la diversidad de cosas en el mundo. Para los pluralistas, el devenir no era más que un cambio de lugar de los átomos, sin que estos se crearan o destruyeran.
El Período Socrático
Tras las Guerras Médicas entre griegos y persas, Atenas y Esparta se convirtieron en las principales potencias del mundo griego. Atenas desarrolló un sistema democrático, mientras que Esparta se organizaba como una oligarquía. El miedo a nuevos ataques persas llevó a la formación de dos ligas rivales: la Liga de Delos, liderada por Atenas, y la Liga del Peloponeso, liderada por Esparta. Las tensiones entre ambas ligas culminaron en la Guerra del Peloponeso, que terminó con la victoria de Esparta.
Los Sofistas
En este contexto surgieron los sofistas, maestros itinerantes que ofrecían sus servicios educativos a cambio de dinero. Se centraban en la retórica, el arte de la persuasión, y en la búsqueda de la utilidad práctica del conocimiento. Algunos sofistas destacados fueron:
- Protágoras de Abdera (siglo V a.C.): Afirmaba que»el hombre es la medida de todas las cosa». Para él, no existía una verdad absoluta, sino que la realidad dependía de la percepción individual.
- Gorgias (siglo V a.C.): Considerado uno de los mejores sofistas, negaba la validez del lenguaje y la posibilidad del conocimiento. Sostenía que las cosas son como parecen ser.
Sócrates (470-399 a.C.)
Sócrates, filósofo ateniense, se dedicó a la búsqueda de la verdad a través del diálogo y la reflexión ética. Su método, basado en la ironía y la mayéutica, buscaba hacer consciente al interlocutor de su propia ignorancia y guiarlo hacia el conocimiento. Sócrates creía que la virtud era conocimiento y que se obraba mal por ignorancia.
Se opuso al relativismo de los sofistas y defendió la existencia de valores morales universales. Criticó la democracia ateniense, argumentando que el gobierno debía estar en manos del más sabio.
El Período Helenístico
Los Socráticos Menores
Tras la muerte de Sócrates, surgieron diversas escuelas filosóficas inspiradas en sus enseñanzas. Entre ellas destacaron los cínicos, como Antístenes y Diógenes de Sínope, que abogaban por una vida austera y en armonía con la naturaleza. Rechazaban las convenciones sociales y buscaban la libertad interior.
Epicuro de Samos
Epicuro fundó una escuela filosófica en Atenas conocida como»El Jardí». Su filosofía se centraba en la búsqueda de la felicidad a través del placer, entendido como la ausencia de dolor. Epicuro distinguía tres tipos de deseos:
- Naturales y necesarios: Comer, beber, dormir.
- Naturales e innecesarios: Sexo, lujo.
- Innatos e innecesarios: Fama, poder, riqueza.
Para alcanzar la felicidad, Epicuro recomendaba satisfacer los deseos naturales y necesarios con moderación, evitar los deseos naturales e innecesarios y eliminar por completo los deseos innatos e innecesarios.
Zenón de Citio (Estoicismo)
Zenón de Citio fundó la escuela estoica en Atenas. El estoicismo se convirtió en una de las filosofías más influyentes del mundo grecorromano. Los estoicos creían que el universo estaba gobernado por un principio divino llamado»Logo». Para alcanzar la felicidad, era necesario vivir de acuerdo con la razón y aceptar el destino con serenidad.
Dividían la filosofía en física y ética. En física, defendían un materialismo monista, mientras que en ética abogaban por la virtud como único bien y la imperturbabilidad (apatheia) frente a las adversidades.
El Existencialismo
El existencialismo es un movimiento filosófico que surgió en el siglo XX, aunque tiene raíces en pensadores anteriores como Kierkegaard y Nietzsche. Se centra en la existencia individual, la libertad y la responsabilidad personal. Los existencialistas rechazan las explicaciones abstractas y se enfocan en la experiencia concreta del ser humano en el mundo.
Algunos temas centrales del existencialismo son:
- La existencia precede a la esencia: El ser humano no nace con una naturaleza definida, sino que se va creando a sí mismo a través de sus elecciones.
- La libertad: El individuo es libre de elegir su propio destino, pero esta libertad conlleva una gran responsabilidad.
- La angustia: La conciencia de la propia finitud y la libertad absoluta pueden generar angustia en el individuo.
- La autenticidad: El individuo debe vivir de acuerdo con sus propios valores y no dejarse llevar por las normas sociales.
Existen diferentes corrientes dentro del existencialismo, como el existencialismo ateo (Sartre), el existencialismo cristiano (Kierkegaard) y el existencialismo agnóstico (Heidegger).
El existencialismo ha tenido una gran influencia en la literatura, el arte y la cultura en general. Sus ideas sobre la libertad, la responsabilidad y la búsqueda de sentido en un mundo aparentemente absurdo siguen resonando en la actualidad.