La realidad (ontología)
Para Descartes la realidad quedaba representada por 3 tipos de sustancia: la res cogitans, la res infinita y la res extensa. El mundo en Descartes es, por tanto, la suma de sustancias extensas, mientras que para Platón el mundo físico no posee apenas categoría ontológica. Para Platón, la realidad física, el mundo en que nos encontramos, es una copia de la auténtica realidad, que es el mundo de las ideas.
El conocimiento (epistemología)
En primer lugar es necesario destacar que tanto Platón como Descartes son autores idealistas, creen que las ideas son la base de la teoría del conocimiento. Pero para Platón las ideas han existido siempre y para Descartes las ideas son productos del razonamiento. Descartes es el primero que usa esta terminología para justificar la existencia de ideas innatas en el hombre. Platón, con su teoría de las ideas, ya justificó la existencia de las ideas de un modo innato en el hombre. Para Descartes este innatismo era la pieza fundamental de su filosofía; lo mismo le sucede a Platón y a su mundo de las ideas… La diferencia entre ambos en este punto es que para Descartes las ideas son connaturales a la propia razón, forman parte de ella, de modo que no es necesario, como hacía Platón, justificar una reminiscencia para poder conocerlas. Para ambos autores el conocimiento a través de lo sensorial no es fiable; Descartes directamente desconfía de los sentidos como fuente de información, cree que los sentidos nos engañan, no son fiables. Para Platón, los sentidos, al encontrarse dentro del cuerpo, tampoco pueden alcanzar el conocimiento científico. Ambos son racionalistas, puesto que el más alto grado de conocimiento, la ciencia, solo se puede alcanzar usando la razón. Platón, en este sentido, es objetivista, pues las ideas son realidades objetivas, no hay necesidad de que el sujeto dicte la validez de su conocimiento. Descartes, inserto en la tradición moderna, hereda una perspectiva más subjetiva dando más relevancia al papel del hombre en el conocimiento.
El ser humano (antropología)
Tanto Platón como Descartes son dualistas, para ambos el hombre es la suma de 2 sustancias. Para Descartes, el hombre de la res cogitans (sustancia pensante) y la res extensa (extensión). En Platón, la más importante es la res cogitans. En Platón el hombre es un compendio de cuerpo y alma, y dentro del alma será el alma racional, la más parecida a la res cogitans, la que lleve el peso del resto. El conocimiento parte del alma racional, dejando a un lado la parte irascible y concupiscible, poniendo de manifiesto que lo corpóreo, lo mortal, es de una categoría inferior a lo racional, al igual que en Descartes.
Actualidad y educación
Platón pone de manifiesto la tremenda importancia y el enorme trabajo que implica aprender. Nuestra sociedad también comparte esta idea. Desde el momento en que la educación se convierte en un proceso obligatorio, la sociedad reconoce oficialmente su relevancia. Si en Platón la educación servía para que el filósofo alcanzara el conocimiento y después guiarse al pueblo, en nuestra sociedad la educación es la base para mejorar al propio hombre. Si en Platón la educación del filósofo le permitía conocer las ideas de Bien y Justicia, dos de los principales referentes éticos para poder gobernar con sabiduría, nuestro sistema educativo ha decidido implantar asignaturas comunes y obligatorias como la Ética o la Educación para la ciudadanía para que estos valores puedan ser conocidos por todos los alumnos que mejoran así la propia noción de ciudadanía.