Hume y la Ética del Sentimiento
Hume, en su intento de rescatar la moral desde una perspectiva empírica, critica el racionalismo moral que busca fundamentar la ética en la razón. Argumenta que la razón es insuficiente para motivar la conducta, y que son los sentimientos los que juegan un papel crucial en la determinación de nuestras acciones.
Para Hume, el paso del»se» al»deber se» no se justifica racionalmente, sino que se basa en la experiencia de nuestras pasiones. Distingue entre pasiones directas, como el deseo y el temor, e indirectas, como el orgullo y el odio. Todas ellas, en última instancia, se basan en el placer y el dolor, y son estos sentimientos los que nos llevan a aprobar o desaprobar ciertos comportamientos.
La simpatía, para Hume, es la capacidad de compartir las emociones de los demás, lo que nos impulsa a actuar en beneficio de otros. En cuanto a la voluntad, la considera un tipo de pasión, no una facultad independiente, y la libertad, una ilusión derivada de nuestra incapacidad para percibir las causas que determinan nuestras acciones.
Descartes: Dualismo y la Primacía de la Razón
El Hombre como Unión de Alma y Cuerpo
Descartes concibe al ser humano como una dualidad compuesta por dos sustancias independientes: el cuerpo, una máquina material (res extensa), y el alma, una sustancia pensante (res cogitans). A diferencia de los animales, solo los humanos poseen alma, la cual no depende del cuerpo para existir.
Las Pasiones y el Control de la Razón
Si bien el alma y el cuerpo son entidades distintas, interactúan. Las pasiones, originadas en el cuerpo, pueden influir en el alma. Sin embargo, el alma, mediante la razón y la voluntad, tiene la capacidad de controlar y dirigir estas pasiones.
Libertad y Voluntad
La libertad, para Descartes, reside en la capacidad del alma para elegir, mediante la voluntad, aquello que la razón le presenta como verdadero y bueno. La glándula pineal es el punto de conexión entre el alma y el cuerpo, donde la voluntad ejerce su influencia.
Hume y la Política: Entre la Necesidad y la Libertad
Hume, en su filosofía política, se posiciona en contra del contrato social como origen del poder político, argumentando que no tiene base histórica. Para él, la legitimidad del poder reside en la necesidad del bien común y la protección de los derechos individuales.
Rechaza la idea de un estado natural de guerra, y ve en la sociedad un desarrollo natural impulsado por la simpatía y la búsqueda del beneficio mutuo. El estado ideal, para Hume, se asemeja a la república platónica, donde la justicia y el bienestar general son los objetivos principales.
Nietzsche: Crítica a la Moral Tradicional y el Superhombre
Genealogía de la Moral y la Crítica a los Valores Decadentes
La ética ocupa un lugar central en la filosofía de Nietzsche. Critica la moral tradicional, que considera antinatural y decadente, por ir en contra de los instintos vitales. Realiza una genealogía de la moral, rastreando su origen hasta Sócrates y Platón, y la influencia del cristianismo.
Moral de Señores vs. Moral de Esclavos
Nietzsche distingue dos tipos de moral: la moral de señores, propia de los espíritus fuertes y creativos, que afirman la vida y sus valores; y la moral de esclavos, basada en el resentimiento, la venganza y la búsqueda de la igualdad, que niega los instintos vitales y promueve la debilidad.
El Superhombre y la Transvaloración de los Valores
Frente a la moral tradicional, Nietzsche propone la figura del superhombre, un ser libre de las ataduras morales, capaz de crear sus propios valores y vivir la vida en su plenitud. El superhombre representa la transvaloración de todos los valores, la superación de la moral tradicional y la afirmación de la voluntad de poder.
Ortega y Gasset: Perspectivismo y la Razón Vital
Crítica al Dogmatismo y al Escepticismo
Ortega y Gasset, en su metafísica, critica tanto el dogmatismo, que busca una verdad absoluta fuera del hombre, como el escepticismo, que niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento. Propone el raciovitalismo como alternativa, una filosofía que integra la razón y la vida, la experiencia individual y la cultura.
El Perspectivismo y la Realidad como Perspectiva
Para Ortega, la realidad no es algo objetivo ni subjetivo, sino perspectivo. Cada individuo percibe la realidad desde su punto de vista único, condicionado por su circunstancia vital. El perspectivismo no implica un relativismo absoluto, ya que existen perspectivas más completas y profundas que otras.
Ortega y Gasset: El Hombre como Historia y la Crisis de la Modernidad
El Hombre como Ser Histórico y la Razón Narrativa
Ortega y Gasset concibe al hombre como un ser histórico, en constante cambio y evolución. La razón, para comprender al hombre, no puede ser abstracta y atemporal, sino que debe ser histórica y narrativa, capaz de dar cuenta de la experiencia vital del hombre en el tiempo.
Las Generaciones y el Conflicto Generacional
Introduce el concepto de»generació» como unidad de análisis histórico. Cada generación, según Ortega, se define por su respuesta a los desafíos de su tiempo, creando así una nueva sensibilidad y visión del mundo. La coexistencia de diferentes generaciones genera inevitablemente conflictos y tensiones.
El Hombre Masa y la Rebelión de las Masas
Ortega distingue entre el»hombre mas», que se deja llevar por la corriente dominante y renuncia a su individualidad, y el individuo auténtico, que se define por su proyecto vital y su compromiso con la circunstancia. La crisis de la modernidad, para Ortega, se caracteriza por la rebelión de las masas, la pérdida de valores y la falta de un proyecto común.
La Importancia de las Creencias
Ortega diferencia entre ideas, que son productos del pensamiento consciente, y creencias, que son ideas fundamentales que damos por sentadas y que configuran nuestra visión del mundo. Las creencias son esenciales para la vida, ya que nos proporcionan un marco de referencia para actuar y darle sentido a nuestra experiencia.